La ONU, preocupada por un reflote del conflicto por Malvinas entre Argentina y el Reino Unido

Luego de que Argentina le comunicara al Reino Unido el fin del pacto "Foradori-Duncan", alcanzado en 2016, las tensiones por el conflicto de Malvinas han reflotado y generan preocupación en la Organización de las Naciones Unidas. 

"En este momento nuestra postura sobre esta disputa es la misma que ha sido siempre, que es animar los esfuerzos de los Gobiernos de Argentina y el Reino Unido a resolver esto bilateralmente y con espíritu de buena vecindad", dijo el portavoz Farhan Haq preguntado por el anuncio.

Según Haq, por ahora no se ha notificado la intención de celebrar ningún encuentro sobre este asunto en la sede de Naciones Unidas.

El fin de este tratado se lo comunicó el canciller Santiago Cafiero a su par, James Cleverly, al margen del encuentro de ministros de Exteriores del G20 que se celebra en Nueva Delhi.

El pacto, sellado durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), "realizaba concesiones a los intereses británicos respecto a la explotación de los recursos naturales argentinos en la región y retrocedía notablemente en el justo reclamo por soberanía", explicaron fuentes diplomáticas, que no aportaron información sobre la posición de los británicos.

Horas después del comunicado de Cafiero, desde el país septentrional respondieron a la ruptura del pacto. "Las Islas Malvinas son británicas. Los isleños tienen derecho a decidir su propio futuro: han elegido seguir siendo un territorio británico de ultramar autónomo", escribió Cleverly en su cuenta de Twitter.

Por su parte, David Rutley, el Subsecretario de Estado para las Américas y el Caribe, comentó: "Una decisión decepcionante después de mi constructiva visita a Buenos Aires. Argentina ha optado por alejarse de un acuerdo que ha llevado consuelo a las familias de los fallecidos en el conflicto de 1982. Argentina, el Reino Unido y las Malvinas se beneficiaron de este acuerdo".

Qué implicaba el pacto

El acuerdo 'Foradori-Duncan' abarcaba un amplio abanico de asuntos relativos a la relación bilateral, pero también un apartado sobre las Malvinas, dejando a un lado la cuestión de la soberanía, una cuestión que Londres se niega a negociar desde la guerra con Argentina en 1982.

Este pacto fue “uno de los hechos más lesivos para el histórico reclamo por el ejercicio de soberanía sobre las Islas Malvinas”, describió Cancillería sobre el acuerdo firmado en 2016. 

Por medio del acuerdo se le intentó garantizar al Reino Unido “la remoción de todos los obstáculos para el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las islas, desarmando una estrategia que se había impulsado poner límites a la ocupación ilegal y a la expoliación de los recursos naturales del archipiélago”, recordó la cartera que conduce Cafiero.