Cultura

Algo más que Huevos de Pascua

La imagen del huevo en el arte excede muchas veces la simbología de la resurrección de Jesús.

Carlos María Pinasco domingo, 24 de abril de 2022 · 07:32 hs
Algo más que Huevos de Pascua

Como muchos símbolos de la cultura occidental, los huevos pascuales tienen su origen en tiempos remotos y la imagen del huevo en el arte excede muchas veces la simbología de la resurrección de Jesucristo.

Ya en la prehistoria se utilizaban huevos de avestruz decorados para ritos religiosos.

Huevos decorados de avestruz egipcios y fenicios.

Igualmente antigua es la tradición del pueblo ucraniano de los llamados pysanka (o pesanka), huevos decorados artísticamente que según la creencia protegían el hogar y la familia, para, a partir del cristianismo, convertirse en el símbolo pascual por excelencia.

Su vigencia para nosotros no solo se refuerza en estos días en el sufrimiento que esa nación padece, sino además porque en Apóstoles, Misiones, existe un museo que presenta numerosos ejemplares sobresalientes de pysankas y da cuenta de la presencia de la comunidad ucraniana en nuestro país, que data de hace más de 120 años.

Huevos de Pascua ucranianos.

Ya en el Renacimiento, en la “Sacra Conversación” que Piero della Francesca pinta en 1474, el huevo que pende sobre la Inmaculada no alude a la resurrección de Jesús recién nacido sino a la pureza de la Virgen.

De simbología más misteriosa y con alguna dosis de humor, Hieronymus Bosch (El Bosco) pinta por la misma época el “Concierto en el huevo”.

Y por la misma época, Pieter Bruegel el Viejo pinta “La danza del huevo”, que muestra un baile popular con el que se celebraba el inicio de la primavera.

La “Vieja friendo huevos” (1618) de Diego de Velázquez de la colección de la Galería Nacional de Escocia abre una etapa de la pintura en que simbolismos y temas religiosos dejan lugar a escenas domésticas. La cotidianeidad pasa a estar en la mira de los artistas y la naturaleza muerta (los bodegones como lo llaman los españoles) se convierte en motivo habitual.

El arte sigue su curso, el impresionismo busca el aire libre pero, aún en una obra temprana de Paul Cèzanne todavía lejano de las derivaciones constructivas posteriores, aparece su “Naturaleza muerta con pan y huevo”, un óleo de 1865.

En el nacimiento del surrealismo, de la mano del belga René Magritte el huevo juega un rol fundamental y la simbología, ahora enigmática y a menudo humorística (volvemos a El Bosco), vuelve a estar presente.

En el mismo lenguaje, Salvador Dalí recurre al huevo para sustituir la cabeza de Narciso o presentarlo frito colgado de un hilo o en reemplazo del útero materno.

Y volviendo al Huevo de Pascua, una multicolor escultura pop de Jeff Koons.

Entre nosotros el entrañable Federico Manuel Peralta Ramos ya en 1965 había presentado “Nosotros afuera” en el Instituto Di Tella de la calle Florida. Acá una foto de época y de la réplica de la obra que, como homenaje, se presenta en la plaza San Martín de la ciudad de Buenos Aires.

De uno de nuestros grandes maestros, Raúl Soldi, "La caza”, un óleo de 1946.

Y de los contemporáneos, “Cena Monacal” de Juan Lascano. Si bien se trata de la obra de un realista, puede también tener una lectura simbólica para los argentinos: es un óleo de 2001.

*Carlos María Pinasco es consultor de arte.

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