Migrantes atacados

Mexicano rescata migrantes asaltados sin ayuda de las autoridades

Heyman Vázquez es un sacerdote mexicano que acompaña a personas migrantes que pasan por Chiapas. Esta labor humanitaria que realiza desde hace más de 20 años lo ha llevado a rescatar la semana pasada a un grupo que había sido asaltado. Cómo fue el rescate y cuál es el pedido a las autoridades.

Giza Almirón
Giza Almirón martes, 1 de febrero de 2022 · 22:08 hs
Mexicano rescata migrantes asaltados sin ayuda de las autoridades

Heyman Vázquez rescató a un grupo de personas migrantes el pasado 22 de enero. Vázquez es un sacerdote que vive actualmente en una parroquia de la diócesis de Tapachula, Chiapas. Entre 7 y 9 personas de ese grupo se acercaron a San Francisco de Asís, la iglesia en la que reside, contándole que habían sido asaltados en el monte y pidiéndole ayuda.

Heyman acompaña a los migrantes que pasan por Chiapas desde hace más de 20 años, dándoles comida, entre otras cosas. En este caso, el grupo que llegó a su parroquia pidiendo auxilio le avisó, además, que otra parte había quedado atrás. “Me informaron que sus demás compañeros se encontraban cerca de las vías, a unos tres kilómetros de Huixtla, donde habían sido despojados de sus pertenencias por seis hombres con metralletas”, expresó Vázquez.

Luego de asistir a quienes se habían acercado, el sacerdote los llevó a denunciar lo ocurrido ante la Fiscalía de Migrantes. Heyman llamó a las autoridades de la zona para pedir ayuda, quienes le dijeron que se irían a socorrer al resto del grupo, pero nunca llegaron. Insistió en 10 ocasiones, según relató Vázquez, y ante el silencio, tomó cartas en el asunto: “Con algunos migrantes y un periodista fuimos a recorrer las vías. Anduvimos todo el día”.  

Camino de migrantes por Chiapas

"Cien metros antes de llegar al lugar por donde estaban los delincuentes, los migrantes dijeron que no querían ir. ‘Ahí están, nos van a echar bala’, me dijeron, y no quisieron avanzar más”, relató Heyman. A causa de esto, continuó solo durante un tiempo, preguntando a quienes se cruzaba por el camino si habían visto a un grupo de migrantes.

Cuando estaba de regreso en la parroquia, uno de los migrantes recibió el llamado de uno de sus compañeros perdidos que había logrado ocultar su celular de los delincuentes. Al pasarle la ubicación, fue posible que Heyman y algunas personas más pudieran ir a rescatar al resto del grupo.

“Últimamente he recibido muchísimos migrantes que son asaltados. Les roban. Hay muchos heridos, mujeres violadas”, afirmó el sacerdote. En este caso puntual, los migrantes le contaron que los delincuentes los habían obligado a entregarles sus pertenencias y a desnudarse para despojarlos de todo lo que tuvieran. Quienes los asaltaron tenían armas y machetes, y además de robarles dinero y celulares, algunas mujeres habían sido manoseadas. “En el grupo hay una joven que fue violada. A otro le dieron un balazo. La situación es grave”, explicó Vázquez.

Vías por las que atraviesan las personas migrantes en esa zona mexicana

El grupo era de casi 50 migrantes, la mayoría de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Mientras que 13 fueron rescatados a la altura del Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo de Huixtla, tal como dijo Heyman, el número total habría sido de 28. En el grupo inicial iban familias con sus hijos e hijas, pero siguieron su camino después de haber sido asaltadas.

Los migrantes rescatados están actualmente en el salón de usos múltiples de la parroquia“Tienen miedo de salir o de que los delincuentes los lleguen a buscar”, contó Vázquez, a la par que esperan un proceso legal.

Zona peligrosa

Hace casi 15 años, la zona de La Arrocera fue un lugar peligroso, donde asaltaban y herían a migrantes, violando a las mujeres. Hoy la historia se repite: “Yo les dije a las autoridades que si quieren que esa zona deje de ser tan insegura, uno les apoya, pero que pongan atención ahí”, declaró Heyman. En paralelo, expresó: “Las autoridades no hacen nada para rescatarlos. Los delincuentes están de acuerdo con la autoridad”, según le contaron algunas familias de esa zona.

Apeló, además, a la sociedad, al pedir que vea con “ojos humanos el fenómeno de la migración; platiquemos con ellos, para que sepamos su situación, y entendamos que no han salido de su país porque ellos quieren, sino por la pobreza o la inseguridad en que viven, y que tienen que buscar la forma hasta de salvar la vida”.

Archivado en