Psicologia

Cuestiones pendientes... balances actuales

Lo que queda por hacer: lo que no pudimos realizar a lo largo de un año es improbable que se resuelva cuando finaliza. En algunas actividades fue una época de transición, nuestro buen columnista Carlos Gustavo Motta analiza esta situación en MDZ.

Carlos Gustavo Motta
Carlos Gustavo Motta sábado, 31 de diciembre de 2022 · 17:00 hs
Cuestiones pendientes... balances actuales

Entre una pandemia que arrasó al psiquismo y un reencuentro paulatino con los seres queridos, los lazos laborales y sociales que fueron ajustándose a una presencialidad a veces resistida. Un mundo dividido entre consignas populistas o neoliberales. Una economía generalizada de carácter complicado. De lo macro a lo micro, fueron los proyectos de cada uno que pueden emerger de complicaciones cotidianas.

El proyecto personal rescata, cuida y nos retroalimenta, sobre todo si resulta empático, es decir que también incluye a otros. El famoso balance anual lo podemos dejar a los profesionales contadores, en cambio, continuamos construyendo una economía, palabra que proviene del griego y significa “equilibrio del hogar”, teniendo en cuenta que el hogar somos nosotros mismos. Dentro de los relatos que nos dejan una enseñanza a través de la metáfora, existe uno que relata había una vez un campesino chino que pierde su caballo porque huyó. Todos los vecinos se acercaron y le dijeron que lo ocurrido era una gran pérdida y una lástima. El campesino respondió: quizás.

Sin embargo y al día siguiente, el caballo volvió y trajo con él siete caballos más. Todos se acercaron y le dijeron qué alegría. Qué bueno lo que había sucedido! El campesino respondió: quizás. Su hijo quiso domar uno de esos caballo e intentó montarlo con tan mala suerte que el animal lo arrojó y el joven se quebró una pierna. Nuevamente todos ser acercaron y le dijeron qué mala
suerte, no es así? Y el campesino respondió: quizás. Poco tiempo después oficiales de reclutamiento vinieron a buscar gente para
el ejército y rechazaron a su hijo porque tenía una pierna rota. Todos se acercaron para decirle que bueno, no es maravilloso que eso haya sucedido? El campesino respondió: quizás.

La naturaleza es un proceso integrado producto de una gran complejidad y es realmente imposible decir si algo de lo que sucede es bueno o malo. Porque nunca se sabe cuáles serán las consecuencias de la desgracia o nunca cuáles serán las consecuencias de un hecho afortunado. A partir de este relato formularnos un interrogante: Quién deseo ser en el mundo de ahí afuera? Luego vivir con las respuestas que vayan surgiendo: deseas ser amable, sé amable. Deseas ser paciente, sé paciente. Deseas ser honesto, sé honesto.

Intentemos vivir en armonía y en consonancia con lo que nos rodea. Saber hacer un cambio con lo que uno quiere ver en el mundo.
Es además como afirma una consigna oriental y que podemos llevar a la práctica como resultado de un balance, de un equilibrio: no perdamos tiempo discutiendo sobre cómo debería ser un buen hombre o una buena mujer. Sé tú uno de ellos. Para un año que finaliza y otro que recién comienza podemos pensar propuestas que incluye renovaciones equilibradas en diferentes niveles: lo físico; lo mental; lo social; lo espiritual.

Cada uno de estos niveles alcanzan efectividad cuando se aplican de modo simultáneo en nuestras vidas. Así lo físico alcanza a nuestra productividad. Al cuerpo, desde el punto de vista orgánico, debemos darle importancia porque nuestra actividad se expresa en términos económicos. Lo mental se dirige al desarrollo del reconocimiento y fundamentalmente se relaciona con el deseo. Lo social impacta a las relaciones humanas y el modo que nos incluimos con los otros. La dimensión espiritual se refiere a la búsqueda de un propósito, a una integridad de los estados anteriores.

Este proceso es continuo y es la marca individual que nos conduce finalmente al balance esperado resultado de un equilibrio armónico en estas áreas mencionadas que conducen al hábito de ser feliz o al menos de encontrar alegría en las cosas que cada día emprendemos.

Feliz año. Feliz 2023 para cada uno de ustedes, queridos amigos de MDZ.

* Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta.

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