Psicología

Cuando tener resulta un problema

Los afectados por el trastorno de acumulación dejan que los objetos se junten hasta llegar al desorden donde existen riesgos para la salud y la propia seguridad puesto que inhiben los movimientos dentro de la casa misma, así lo analiza nuestro columnista Carlos Gustavo Motta.

Carlos Gustavo Motta
Carlos Gustavo Motta sábado, 5 de noviembre de 2022 · 16:00 hs
Cuando tener resulta un problema

Es muy angustiante para la persona que lo sufre deshacerse de las cosas pero no toma conciencia que eso influye negativamente en su calidad de vida y de la familia misma, en caso que no viva solo o sola. Este trastorno lleva al aislamiento y al deterioro de modo progresivo en función de la acumulación misma cuando el desborde resulta de carácter inminente, visible para los demás, pero no en cambio, para la persona quien lo padece. Existe una incapacidad de tirar algo por temor a necesitarlo para más adelante o que le pase algo malo a las personas producto de un pensamiento mágico donde lo que se tiene por exceso termina siendo a la vez un factor de protección, imaginario y falso.

Asimismo, esos objetos pueden significar un valor sentimental porque se ubica en ellos necesidades de carácter emocional. Continúan entonces con la acumulación incluso cuando apenas queda espacio para caminar. Al no verlo como un problema, puede ser difícil tratar esta sintomatología ya que reducir ese caos cotidiano puede causar mayor malestar. En algunos casos la persona afectada puede tener conciencia del problema pero al darle vergüenza dilata la busca de consejo alguno y muchos menos ayuda profesional terapeútica.

Este tipo de trastornos o síntomas pueden ser parte de otros, como el conocido Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC); depresión; trastornos de carácter psicótico. Los objetos que más frecuentemente se acumulan son diarios, ropa vieja, bolsas, libros y papeles de trabajo. A diferencia de los coleccionistas, se amontonan objetos de modo desorganizado y existe dificultad de desprenderse de cosas de escaso valor. Afecta al 2 y 3 % de las personas, igualmente frecuente en mujeres y hombres. El exceso de lo inservible impide el ingreso a sus casas desbordada por todo eso que constituye un riesgo, desde incendios a la infección de plagas. No es sólo con objetos el sentido de lo acumulable. Puede ser además con mascotas que viven en espacios reducidos con condiciones insalubres, generalmente enfermos por falta de una correcta alimentación.

Como todo síntoma analítico, un interrogante de la persona intentará construir un nuevo espacio, donde la atadura hacia los objetos o animales en estos casos, reformúlen una posible salida al encuentro de otra cosa. Muchos de los métodos de orientación japonesa que prometen la felicidad a partir del orden del hogar se basan en argumentos conducentes a la eliminación de estos
posibles conflictos y encuentran en lo indicativo de una fórmula el logro personal y el beneficio prometido para mantener el equilibrio personal. La escritora y ensayista Leila Guerriero afirma “Cuántas toneladas de autoayuda y mindfulness hemos tragado para engendra esa necesidad maníaca de encontrarle a todo una enseñanza? El dolor, a veces, es simplemente dolor. No purifica, no nos hace mejores. Solo daña”.

La verdad del dolor es el dolor mismo. Si llegamos a conocer personas que acumulan objetos inservibles, interrogarles que sienten al hacerlo, será el inicio de una ocurrencia que puede conducir a una respuesta posible por parte de ellos.

* Carlos Gustavo Motta es psicoanalista y cineasta

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