Suspensión de clases presenciales

Pandemia: el impacto de no tener en cuenta la voz de los niños

A través de una encuesta se analizó cómo viven y sienten los niños, niñas y adolescentes los cambios vividos por la pandemia. Tristeza, angustia, ansiedad, baja autoestima son los sentimientos que prevalecen.

Felicitas Oyhenart
Felicitas Oyhenart viernes, 7 de mayo de 2021 · 09:13 hs
Pandemia: el impacto de no tener en cuenta la voz de los niños
Foto: Pixabay

El Consejo Federal de Educación aprobó esta semana por resolución las implementación de las categorías del DNU presidencial que disponen "la suspensión de clases presenciales donde haya alarma epidemiológica". Si bien el voto fue mayoritario, dos jurisdicciones se opusieron a la decisión tomada a nivel nacional, Ciudad de Buenos Aires y Mendoza.

Frente a esta situación, desde la Sociedad Argentina de Pediatría insisten en la urgencia de garantizar las clases presenciales en todas las escuelas del país. “La escuela es un lugar seguro y trabajar con niños y niñas, no es un factor de riesgo: la responsabilidad de que continúe así recae en los adultos responsables del cumplimiento de los protocolos elaborados y en la construcción y aplicación de las medidas sociales necesarias para sostener la presencialidad, tanto en la escuela como en las familias”, expresan desde la SAP.

Esa organización indagó en los efectos que tuvo la pandemia en los niños, a través de una encuesta donde justamente niños y adolescentes tuvieron la palabra a través de 4762 entrevistas efectivas. La escuela ocupa un rol clave. Tanto que el 84,5 % reveló que la escuela ocupaba "gran parte de su vida". "El 74 % expresó sentimientos negativos. La tristeza surgió en el 71 % del grupo de nivel inicial y primario, mientras que el desánimo y el aburrimiento se evidenciaron mayormente en los niños entre 9 y 14 años", descubrió el estudio.

La médica pediatra Cristina Gatica, miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría y jefe del Servicio de Crecimiento y Desarrollo del Hospital pediátrico Doctor Humberto Notti, expresó a MDZ: “La escuela es un lugar seguro y una herramienta de equidad para los grupos más vulnerables. Todos los niños de Mendoza, como todos los niños del país, deben estar en las aulas; y si se suspenden las clases presenciales debe ser por el menor tiempo posible".

La pandemia ha dejado en evidencia el rol fundamental que cumple la escuela en el país, la pediatra resalta que no solo se la debe pensar como un espacio donde se transmite conocimiento sino que además hay que destacar su rol como fortalecedora de aspectos sociales, emocionales, su rol en el cuidado de la salud, en la alimentación, la higiene de los niños y adolescentes.

En noviembre de 2020 la Sociedad que nuclea a los médicos pediatras argentinos había elaborado un informe desde la mirada de los niños y adolescentes: “Percepciones y sentimientos de niños argentinos frente a la cuarentena COVID-19”. El mismo se basó en datos brindados por niños, niñas y adolescentes (de 6 a 18 años de edad) a través de una encuesta.

La pandemia, la cuarentena y el abordaje del COVID-19 privilegiaron una mirada biologicista y centrada en el virus que prácticamente anuló toda otra mirada más holística y comprensiva de la complejidad del ser humano, más en situaciones de excepcionalidad y enorme incertidumbre como la vivida” expresa el informe.

Según la SAP en la toma de decisiones durante la pandemia se han vulnerado los derechos de los niños, niñas y adolescentes al no haberse escuchado sus voces, lo que ellos piensan y sienten, en relación a la cuarentena. Y en este caso puntual, en relación a la vuelta a las clases virtuales.

“En general , (los niños, niñas y adolescentes) tienen un alto grado de conocimiento acerca de las razones de la cuarentena. Sienten, en cierta medida, que no se les ha permitido ser niños y que han visto sus derechos mucho más limitados que los adultos”, afirman desde la SAP al analizar las respuestas brindadas en la encuesta.

 Además en el estudio se destaca, que las clases online no han sido bien recibidas, en general, por los chicos y que a pesar de ser generaciones nativas digitales, extrañan el contacto personal con sus pares. 

“Sienten que hay una alta demanda en una situación extraordinaria y que los tiene abrumados, perciben que la enseñanza pierde calidad y contenidos, que es socialmente injusta y, además, ha absorbido un instrumento de diversión y esparcimiento (conectividad online a distintos dispositivos) transformándolo en parte de sus obligaciones”, argumentan en el informe los profesionales.

Según la encuesta realizada, los niños y adolescentes durante la cuarentena sintieron tristeza, angustia, ansiedad, disminuyeron su autoestima y padecieron insomnio. El 74% de los niños, niñas y adolescentes consultados manifestaron haber sentido tristeza, desánimo, aburrimiento.

Desde la Sociedad Argentina de Pediatría hacen hincapié en la importancia de hacer foco en este “sufrimiento” al momento de tomar decisiones en lo que respecta a los social y escolar. 

El informe concluye que solo a través de un “enfoque holísticoque considere a cada uno de los individuos de una sociedad se podrán tomar decisiones políticas y sociales. 

Clases presenciales en Mendoza

Desde la DGE (Dirección General de Escuelas) sostienen que en las escuelas de la provincia hay que mantener la presencialidad todo lo que se pueda. Desde el ejecutivo aseguran que en el interior de las escuelas los protocolos son buenos y que el nivel de contagios es bajo. Además garantizan que los protocolos se están cumpliendo con un gran esfuerzo de los alumnos y de los docentes.

El director general de Escuelas, José Thomas, en dialogo con MDZ Radio expresó: "Hay que medir el impacto de la no presencialidad también. No es un interruptor de presencialidad o virtualidad cuando vos tenés chicos que van a recibir mucho más que educación a las escuela. Entonces, cuando apretás el botón de la virtualidad, no pasa todo a esa modalidad. Por eso es que desde los organismos de Salud se hace mención a la importancia de mantener las escuelas abiertas". 

En este punto coincide Gatica y afirma que desde Salud de la provincia hay un constante diálogo para evaluar cómo avanzar, "hay miembros de la filial Mendoza de la Sociedad Argentina de Pediatría que son consultores o trabajan en el Ministerio de Salud, existe un permanente intercambio".

El análisis fino de los especialista

Las conclusiones y recomendaciones de la Sociedad de pediatría son contudentes: 

  • 1) La cuarentena y el abordaje del COVID-19 privilegiaron un enfoque biologicista y centrado en el virus que prácticamente anuló toda mirada holística y comprensiva de la complejidad del ser humano, más en situaciones de excepcionalidad y enorme incertidumbre como la vivida.
  • 2) Desde esa perspectiva, los NNA son los más afectados en sus derechos. En particular ha sido vulnerado su derecho a “expresar su opinión libremente” sin que se los haya tenido debidamente en cuenta (art. 12 CDN).
  • 3) Los NNA tienen un alto grado de conocimiento sobre las razones de la cuarentena. Sienten que durante la cuarentena: a) no se les ha permitido ser niños y han visto sus derechos mucho más limitados que los adultos; b) extrañaron el contacto personal con sus pares, pese a ser generaciones nativas digitales; c) sufrieron tristeza, angustia, ansiedad, disminuyeron su autoestima y padecieron insomnio; d) rescataron como relevantes la figura de los abuelos y las mascotas como integrantes de la familia. Es importante tener en cuenta estos elementos para las etapas que vendrán y las revinculaciones sociales y escolares necesarias.
  • 4) En relación con los adolescentes, existen hallazgos interesantes para futuras exploraciones, que llevarían a reconsiderar estereotipos preconcebidos: a) Son críticos del comportamiento de algunos adultos, especialmente por el incumplimiento de las medidas de restricción. Perciben que son egoístas y no parecen preocuparse por los demás. b) No manifestaron extrañar las salidas nocturnas, ni el consumo de alcohol u otro tipo de droga. c) Mostraron solidaridad y generosidad al preocuparse por los sectores más vulnerables. d) Les preocupa la incertidumbre por su futuro, por la educación, el país y la economía.

  • 5) En relación con la escolaridad, las clases virtuales –que han pretendido brindar cierto aire de normalidad y continuidad a la educación– no han sido bien recibidas, en general, por los NNA. Observan que existe una alta demanda en una situación extraordinaria que los tiene abrumados y que la enseñanza pierde calidad, contenidos, es socialmente injusta y ha absorbido un “instrumento” de diversión y esparcimiento (conectividad en línea) transformándolo en parte de sus “obligaciones”.
  • 6) En esta situación, las familias y los docentes intentaron garantizar cierta normalidad y brindar contención.

Recomendaciones

  • 1. La plena vigencia de los derechos de los NNA es un compromiso de toda la sociedad. Debe estar permanentemente presente en la agenda de las decisiones políticas y sociales.
  • 2. Para asegurar calidad en salud a las futuras generaciones, deben tomarse decisiones basadas en un enfoque holístico que considere el curso de vida de individuos y comunidades, con un abordaje multidimensional de la salud que priorice la prevención primordial y primaria.
  • 3. Es imprescindible que los adultos –en especial las figuras de confianza de los NNA– tengan capacidad para escuchar sin prejuicios ni condicionamientos y funcionar como “amplificadores” de su voz.
  • 4. Es importante acompañar y escuchar a los NNA en la revinculación de la nueva normalidad, ya que tendrán que adaptarse a otras formas de encontrarse con sus amigos y compañeros, así como superar los miedos y rutinas adquiridos en la cuarentena. Los adultos deben estar atentos para interpretar las regresiones que puedan presentarse.
  • 5. Es necesario garantizar la continuidad escolar, no solo en cuanto al contenido curricular, sino especialmente como ámbito de promoción de hábitos saludables, de interacción afectiva y de desarrollo de la personalidad. 6) L o s N N A h a n m a n i f e st a d o u n a g r a n solidaridad y preocupación no solo por sí mismos, sino muy especialmente por los otros. Ello constituye un campo fértil para trabajar conductas saludables en la infancia y adolescencia, enfocadas a reafirmar la diversión sin riesgos y los lazos comunitarios.
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