Elecciones

La necesidad de implementar la boleta única en Mendoza

Juan Francisco Minetto, integrante del grupo de trabajo del Eje “Fortalecimiento Institucional” de Fundación Nuestra Mendoza, explica que la boleta única promueve la transparencia del proceso electoral, evita la aparición de nichos de corrupción y contribuye al empoderamiento ciudadano.

Juan Francisco Minetto martes, 13 de abril de 2021 · 07:00 hs
La necesidad de implementar la boleta única en Mendoza
Proyecto de boleta única presentado por De Marchi. (Imagen ilustrativa).

El sistema de boletas múltiples (también conocidas como boletas sábanas) que se utiliza actualmente en Mendoza y en casi todo el país consiste en que cada partido o coalición electoral cuente con una única lista propia para todos los cargos que están en juego en esa elección. En cambio, en el sistema de boleta única, los distintos partidos que compiten en cada categoría comparten el mismo papel. Así, esencialmente el votante debe marcar con una cruz a los candidatos del partido que desea para cada categoría, aunque existen también otros subsistemas.

Juan Francisco Minetto.

La gran mayoría de las democracias en el mundo votan con alguna variante de boleta única. Tanto es así que, en América Latina, solo Argentina y Uruguay siguen utilizando formas de boletas sábana. Con esto en mente, diversos organismos nacionales e internacionales, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos promueven el uso de la boleta única en Argentina. ¿Qué fundamentos utilizan?

Se termina el negocio de la impresión de boletas

Algunos partidos conocidos como pymes electorales se conforman exclusivamente para aprovechar el dinero que el Estado les otorga para la impresión de boletas. Sin ninguna chance de ganar, presentan candidatos y diversos frentes para obtener más recursos. Incluso cuando se trata de fuerzas competitivas, se estima que muchos no gastan más del 25 porciento del subsidio que reciben para imprimir, y en cambio utilizan ese dinero para otros gastos.

Ejemplo de boleta única de Córdoba.

Con el sistema de boletas sábanas en las elecciones presidenciales nacionales, el Ministerio del Interior distribuye a cada partido el valor de impresión de 2,5 boletas por la cantidad de electores del padrón. Como resultado, en las últimas elecciones de 2019 el Ministerio del Interior transfirió 1500 millones de pesos para afrontar “gastos de impresión”.

Ahora bien, debido a que en las boletas únicas están incluidos todos los partidos y es el Estado el encargado directo de la impresión, los costos podrían haber sido menores. Al mismo tiempo, se habría evitado el aprovechamiento por parte de algunos partidos de usar dinero público para sostener otras actividades no asociadas a las elecciones.

Se evitan la sustracción y falsificación de boletas

¿Cuántas veces entramos al cuarto oscuro y notamos que no quedan boletas del partido que pensamos votar? ¿Cuántas noticias leemos acerca de la distribución de boletas falsas que luego no pueden ser contabilizadas? El principal inconveniente es que muchas personas que van a votar sin la información suficiente, o que simplemente prefieren no notificar a las autoridades de mesa respecto de la falta de papeletas, terminan siendo forzadas a elegir a otro candidato porque no encuentran a su primera opción.

Es casi una obviedad decir que con las boletas únicas no existen incentivos ni posibilidades de falsificar o robar una papeleta, ya que los candidatos de todos los partidos están en el mismo sitio. Sin embargo, lo más curioso es que mientras abundan las denuncias de todas las fuerzas políticas respecto del robo o falsificación de boletas, tampoco impulsan las soluciones necesarias. Prefieren, en cambio, seguir destinando decenas de miles de pesos en fiscales verifiquen la presencia y autenticidad de las listas de sus partidos mientras se sostiene el viejo sistema.

Se reduce el “efecto arrastre”

El efecto arrastre ocurre cuando el votante, queriendo elegir a un único candidato para determinada categoría, toma la lista completa del partido. Debido a la falta de practicidad que supone cortar las boletas sábana, una persona puede solo querer elegir a la candidata a presidenta del partido A, pero terminará eligiendo también al diputado nacional, senador nacional, gobernador, diputado provincial, senador provincial, intendenta y al concejal de ese mismo partido. El récord lo ostenta Catamarca, con boletas que llegado a medir 1,2 metros de largo…

Para evitar esto, las provincias y municipios lideradas por opositores al gobierno central optan por el desdoblamiento electoral. Sucede con frecuencia en Mendoza que vamos a votar dos o tres veces en un mismo año. El problema radica en que las decisiones respecto del desdoblamiento no parecieran responder a un interés genuino de fortalecer la cultura cívica, sino que dependerían de las preferencias particulares de los distintos oficialismos.

Se empodera a la ciudadanía

Como ya mencionamos, a través del voto sábana, el elector que vota por un candidato principal termina votando una boleta completa sin prestar mayor atención a las otras categorías. En cambio, con las boletas únicas, se le facilita el proceso de elección, con la posibilidad de votar distintos partidos que se adecuen mejor a las preferencias del ciudadano sin lo incómodo de tener que cortar boleta.

Pero quienes defienden el sistema vigente, argumentan que el viejo sistema fortalece a los partidos, que son actores fundamentales de la democracia. Creen que los nuevos sistemas pueden llevar al poder a demasiados partidos que terminen fragmentando el poder y dificultando la gobernabilidad. Pero existen dos principales falencias en este argumento.

En primer lugar, se corre el foco de la razón de ser de las elecciones, que es escuchar la voluntad popular. Incluso la Cámara Nacional Electoral se ha pronunciado en este sentido cuando recomendó la instrumentación de un sistema de boleta única: “[l]a boleta no es [...] un instrumento al servicio del partido [sino] la posibilidad física para que se exprese el ciudadano”. Por otra parte, la crisis de los partidos políticos debe entenderse como un fenómeno tanto local como global que poco tiene que ver con el uso de determinada boleta.

La realidad argentina y mendocina

Hasta la fecha, las provincias de Córdoba y Santa Fe llevan años utilizando las boletas únicas y presentan muy buenos resultados, los cuales les han valido reconocimientos por parte de diversos organismos. En lo que respecta a Mendoza, nuestra Ley Electoral permite la utilización de este sistema, pero su implementación requiere de la decisión política del Gobernador.

En Mendoza se está conformando un colectivo de organizaciones, actores sociales y ciudadanos interesados en transformar nuestra forma de elegir. Impulsamos la aplicación de este nuevo sistema, que contribuye a transparentar el proceso electoral, el ahorro fiscal, y que empodera a la ciudadanía al dotarla de mayor capacidad de decisión.

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