Advierten cuándo llegará la tercera ola y qué cepa predominará

Para corroborar la situación no es necesario andar demasiado y tan solo basta con prestar atención al momento de caminar por la calle, tomar un colectivo, ir a realizar un trámite o sentarse en el interior de una cafetería. A medida que el calendario se acerca al fin de año y cuando en las charlas se escucha cierto nivel de agotamiento por las dificultades planteadas como consecuencia de la actual pandemia, el relajamiento de las medidas de protección vigentes para frenar la propagación de los contagios, se hace evidente.

Personas que llevan su tapaboca en la mano cuando están en el interior de un lugar público o bien lo mantienen mal puesto, sitios de atención al cliente donde el alcohol en gel escasea; restaurantes, bares y colectivos repletos de personas, sin la posibilidad de cumplir con el aislamiento social correspondiente. Aquí y allá, tampoco falta quien presente alguna que otra queja por el uso del barbijo o por tener que desinfectar la mercadería antes de ordenarla en su alacena.

Lo cierto es que lejos de naturalizar esta flexibilización de las normas sanitarias, es preciso llamar la atención en la necesidad de reforzarlas.

La situación, de hecho, preocupa a los especialistas dedicados a la salud pública, que ponen el foco en dos puntos clave: la pandemia de covid-19 continúa y la forma más efectiva de evitar la propagación del virus (y con ella nuevas mutaciones) es justamente apelando a las medidas de cuidado y a la vacunación.

Pero además un tercer aspecto de suma a los argumentos para no mirar hacia otro lado. Sergio Saracco, director del Observatorio de Salud Pública de la Universidad Nacional de Cuyo y uno de los especialistas que más ha alertado sobre la necesidad de sostener en el tiempo las medidas de prevención de la enfermedad, destaca que si bien el mundo está en alerta por la aparición reciente de la variante ómicron, en Argentina es esperable que la tercera ola de covid se haga sentir en mayo con la variante delta.

Es por eso, que entre las conclusiones, Saracco insiste en que “depende de en qué medida nos cuidemos hoy, será cómo viviremos los meses venideros”.

En ese sentido, el especialista detalla que la variante ómicron lleva solo dos semanas desde su aparición en Sudáfrica y que la información existente hasta ahora es acotada y parcial, sobre todo porque si bien es evidente que es más transmisible que el resto de las variantes del virus, donde mayor impacto ha tenido es en un país con población mayoritariamente joven. “Hay que esperar cómo es la evolución en poblaciones más longevas, pero para eso hay que esperar al menos cuatro meses”, detalla.

Un "espejo" de Europa

Saracco indicó que para tener un pantallazo de lo que podría suceder por estas latitudes si no se mantienen firmes las medidas de autocuidado, es preciso atender a lo que sucedió en Europa. “En Europa la gente se agotó y dejó de aplicar las medidas de protección”, ejemplificó.

Por eso, explica, es posible que la variante delta sea la que prevalezca. Hay que recordar en este sentido que sobre esta variante hay más conocimientos y se sabe que es más contagiosa que las anteriores y en pacientes que no han recibido las dosis de la vacuna, se presenta un mayor riesgo de complicaciones. “Por eso justamente se busca que todas las personas mayores de tres años cuenten en las dosis recomendadas de la vacuna, que está disponible para todos en los vacunatorios y puestos destinados a ese fin”, indica Saracco.

Desde el Ministerio de Salud destacaron una vez más la necesidad de reforzar las medidas de prevención, entre las que se cuenta el uso de barbijo en ambientes públicos cerrados, el lavado continuo de manos con abundante agua y jabón, la ventilación cruzada de los ambientes, el distanciamiento social y la vacunación.