Productividad

A 10 años de su muerte, Steve Jobs sigue siendo un maestro de productividad

El cofundador de Apple fue una persona que marcó un antes y un después en la era digital. Descubrí los secretos de productividad que lo llevaron hacia lo más alto.

Juan Pablo Rufino martes, 5 de octubre de 2021 · 19:41 hs
A 10 años de su muerte, Steve Jobs sigue siendo un maestro de productividad

Steve Jobs fue un empresario innovador, un genio tecnológico. Con solo 21 años fundó -junto con su amigo de la adolescencia, Steve Wozniak- una de las empresas tecnológicas más importantes del mundo, Apple. Marcó un antes y un después en la era digital y en el modo en el cual las personas se relacionan con la tecnología.  Como casi toda persona exitosa, Steve Jobs impulsó constantemente su productividad. Murió el 5 de octubre de 2011. A 10 años de su muerte, sigue marcando el camino de quienes quieren cambiar el mundo.

“La simplicidad es la gloria de la expresión”, Walt Whitman 

No es ningún secreto que el magnate tecnológico tenía preferencia por lo simple. De hecho, en muchos casos Apple podría servir como sinónimo de minimalismo y simplicidad, sobre todo cuando tenemos en cuenta los diseños de sus productos. En ellos notamos que en ningún momento el gigante tecnológico pierde el foco en lo que realmente importa, evitando adornos o agregados innecesarios. Steve Jobs se encargó de instaurar ese mantra minimalista en Apple, el cual persiste hasta el día de hoy. 

Las sucursales de Apple mantienen un estilo minimalista. 

Evitar desenfocarse y perder energía y tiempo en aspectos superfluos ayuda a mantener una mente despejada y, como consecuencia, considerablemente más productiva.

“Un buen líder es aquel que se hace progresivamente innecesario”, Thomas Carothers

Delegar correctamente es esencial para que un buen líder aumente su productividad. Steve Jobs eligió muy cuidadosamente a aquellos en quienes depositar su confianza. Por lo general designaba líderes de equipo que tenían claros los objetivos que debían cumplir y en qué plazos lograrlos. Pero, sobre todo, sabían que esos objetivos eran su responsabilidad en un 100% y por ello eran buenos también delegando tareas a otros trabajadores. 

Saber delegar correctamente, se convierte así en otro aspecto esencial para aumentar nuestra productividad. Para esto debemos conocer perfectamente a aquellos a los cuales les delegamos responsabilidades, con instrucciones claras y teniendo en cuenta si la responsabilidad designada se adapta correctamente a esa persona. 

Es necesario saber decir que no

Es común cuando uno lee o escucha las palabras de ex compañeros de trabajo de Steve Jobs, que se quejen o destaquen la cantidad de veces que lo escuchaban decir que no. Siguiendo con la línea de lo simple, el cofundador de Apple rechazaba sin titubeo aquellas ideas que no fueran realmente buenas o necesarias. Para él, la innovación muchas veces se lograba luego de decir que no en sucesivas oportunidades. 

La enseñanza es aplicable a la vida cotidiana. Todos los días se nos presentan diferentes escenarios y caminos en los cuales debemos decidir correctamente. Tener en claro hacia donde uno apunta puede ser el mejor aliado para decidir correctamente a qué cosas les decimos que sí y cuales dejamos de lado porque consideramos que no aportan o no nos acercan a ese destino. Aumentando drásticamente nuestra productividad

Concentrarse en lo importante y olvidarse del ruido

Cuando repasamos la historia de Apple podemos notar que a pesar de que desarrollaron una gran cantidad de productos diferentes, esta cantidad no está ni cerca de la variedad de productos que ofrecen y relucen otras empresas. Como dice el célebre refrán, el que mucho abarca poco aprieta. Steve Jobs siempre se caracterizó por abarcar poco y apretar muchísimo. En 1997 volvió a Apple en uno de los peores momentos del gigante tecnológico, el cual venía atravesando una enorme caída en las ventas. Parte del problema, identificado por el magnate fue la gran cantidad de oferta de productos diferentes que presentaba la empresa. Muchos de los cuales no estaban bien desarrollados ni terminados. El excéntrico empresario, tomó una medida drástica. Quito alrededor del 70% de los productos del mercado y se enfocó en mejorar a fondo el 30% restante. Este 30% consistió en solamente 4 productos. Enfocados a dos targets muy específicos y diferentes entre sí. El consumidor promedio y el consumidor profesional.  Las computadoras imac, ibook, powerbook y Power Mac. 

El 30% de los productos en los que Steve Jobs en su regreso a la empresa en 1997

Es importante entonces, identificar aquellos casos en los que verdaderamente, “menos es más”. Somos seres con múltiples limitaciones y por ende hay que saber priorizar. Si intentamos abarcar más allá de nuestras posibilidades es probable que terminemos haciendo muchas cosas de mala manera.   

“Cuando amas lo que haces se nota. Cuando no amas lo que haces, se nota aún más” Steve Jobs

No hay mucho que agregar a este punto que no se haya dicho ya. Siendo felices es cuando más productivos somos. 

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