Bienestar

Tomamos decisiones con el corazón, literalmente

El corazón tiene más de 40 mil neuronas, por lo tanto, influye en las nuestras decisiones en forma de “corazonadas”. La coach Brígida Lanzani explica por qué mantener al cerebro y al corazón en armonía es crucial para nuestro bienestar.

Candelaria Reinoso jueves, 14 de octubre de 2021 · 07:29 hs
Tomamos decisiones con el corazón, literalmente

¿Sabías que en el corazón tenemos la misma cantidad células neuronales que en un solo milímetro cúbico de cerebro? El corazón tiene "mente propia", es decir que tiene más de 40 mil neuronas y posee un sistema nervioso que funciona con independencia del cerebro. Además, el 90% de las fibras nerviosas que conectan el corazón con el cerebro provienen del primero hacia el último. A partir de este descubrimiento aparece el campo de la neurocardilogía, y se empieza a estudiar la coherencia de corazón y cerebro.

Las neuronas son células nerviosas que se agrupan en tres grandes “ciudades” conectadas por nervios y vasos sanguíneos: el cerebro, el sistema digestivo y el corazón. Las del corazón viven en una pequeña ciudad en comparación con la masificación de la enorme ciudad, casi país, que representa el cerebro.

“Nos enseñaron que el corazón responde constantemente a los 'pedidos' enviados por el cerebro en forma de señales neuronales. Sin embargo, el corazón realmente envía más señales al cerebro que las que el cerebro envía al corazón”, explica Brígida Lanzani, speaker y coach motivacional. “Estas señales influyen en el procesamiento emocional, así como en las principales facultades cognitivas como la atención, la percepción, la memoria y la resolución de problemas. En otras palabras, el cerebro responde continuamente al corazón”, cuenta Lanzani.

“Cuando experimentamos emociones como la apreciación, la alegría, el cuidado y el amor, nuestro patrón de ritmo cardíaco se vuelve altamente ordenado, como una onda suave y armoniosa. No es de extrañar que las emociones positivas se sientan tan bien ya que en realidad ayudan sincronizar los sistemas de nuestro cuerpo para que podamos trabajar mejor”, explica la coach.

“Cuando hablamos de un sexto sentido, está intuición que no podemos explicar pero que nos dice qué hacer, se trata realmente de impulsos del corazón, pensamientos, elecciones tomadas con información que es procesada primero por este órgano central antes que por el cerebro”, ilustra la especialista.

“Cuando Nicolás Vázquez dijo no saber por qué bajo en planta baja y salió corriendo del edifico antes del derrumbe en Miami, estaba hablando de este tipo de decisiones se le atribuyen al centro nervioso del corazón”, ejemplifica Lanzani.

Ahora, ¿Cómo conseguimos la armonía entre corazón y cerebro? ¿Con qué sustancia farmacológica? Con ninguna. Basta con la inducción del pensamiento positivo, con meditación. La erradicación de sentimientos negativos como el miedo, la desconfianza o la ira sería teóricamente posible desde algo tan elemental como la sincronización del ritmo cardiaco con las ondas cerebrales.

Aprender a confiar en la intuición y reconocer el origen de nuestras emociones no nos lleva a una mejor percepción de la realidad exterior sino de nuestro interior, mucho más importante.

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