¿Tu hijo duerme con el celular? Podría estar en problemas y aquí te contamos por qué
Los niños y adolescentes son los más afectados, pero la problemática también alcanza a muchos adultos.
El uso de los celulares hoy en día es prácticamente total. Los consultamos cuando nos despertamos, cuando nos vamos a dormir, cuando nos bañamos, y la lista podría seguir con todas las acciones cotidianas. ¿Es esto saludable? Claramente no, sobre todo el uso nocturno, ya que provoca trastornos de sueño.
Los principales damnificados son los jóvenes: un 70% de ellos se mantiene conectado en redes sociales durante la madrugada, reduciendo así las horas de sueño y creando un hábito perjudicial para la salud.
¿Qué dicen los expertos acerca del uso del celular por las noches?
Common Sense Media es una compañía estadounidense que, entre otras cosas, se encarga de brindar recomendaciones y consejos a las familias en cuanto al correcto uso de las tecnologías.
De acuerdo con datos obtenidos tomando como referencia a algunos usuarios de Estados Unidos y México, llegó a la conclusión de que cada vez son más los niños y los adolescentes que se duermen con el celular en la mano.
Poniendo como parámetro a estos jóvenes, se detectó que 7 de cada 10 usan sus dispositivos móviles antes de dormir.
En cuanto a los adultos, las cifras también son altas, ya que, sobre el total de los consultados, un 48% admitió que lleva a cabo estas prácticas y que incluso usan los smartphones cuando no pueden dormir.
Sin duda se trata de una problemática que trasciende los países mencionados y que alcanza todo el mundo. A esta altura ya nadie niega las ventajas de la hiperconexión y de la conectividad total. Sin embargo, muchos especialistas de la salud ponen el foco en la necesidad de generar una mayor conciencia en cuanto al uso de los dispositivos tecnológicos.
¿Cómo hacer para reducir el uso del celular?
El hecho de consultar los celulares cuando no se puede dormir es paradójico y contraproducente. Esto se debe a que el uso desmedido de las redes sociales, el exceso de notificaciones y demás puede generar ansiedad, haciendo que la llegada del sueño se retrase cada vez más.
Además de los efectos psicológicos, fijar la vista en una pantalla hace que los sentidos tampoco se relajen, lo cual profundiza el insomnio. Por este motivo, y por más que la tarea suene imposible, hay que tratar de dejar de lado el celular al menos media hora antes de irse a dormir.
Se lo puede apagar, dejar en una habitación que no sea la del dormitorio, o bien colocar lejos de la cama, para evitar la tentación de agarrarlo.
Otras opciones también son ponerlo en modo silencio, o bien desactivar las notificaciones de las redes sociales para poder estar atento ante alguna llamada de urgencia.