Educación
Nacho y una lección de inclusión en el primer día de clases
La familia de un chico de 13 años compartió la emoción y la gratitud con el Colegio Santa María, el cual le permitió a "Nacho" poder continuar la secundaria cuando en otras instituciones le habían cerrado la puerta por su discapacidad.
Ignacio, Nacho como lo conocen todos, es un chico que debido a una mala praxis quedó con una discapacidad motriz desde su nacimiento. Que duda cabe, su realidad, como la de tantos chicos que padecen un cuadro como el suyo, implica un desafío diario en una sociedad que no le hace las cosas fáciles. Y de esto pueden dar fe sus padres, después de ver cómo se les cerraban unas cuantas puertas para que su hijo de 13 años pudieron continuar con sus estudios secundarios.
Sin embargo, para Nacho hoy el vaso estuvo medio lleno. O totalmente lleno. El inicio del ciclo lectivo 2019, portando el uniforme del Colegio Santa María, así se lo confirmó.
Agradecidos y aún conmovidos por el "debut" de Nacho en el secundario, Fernanda Jara y Adrián Pavesi compartieron las sensaciones de un hecho que debería ser habitual y sin embargo, según su sincero testimonio, fue lo más parecido a un camino sembrado de piedras.
"Hoy el colegio Santa María nos dio el mejor regalo. Rompiendo todas las barreras establecidas en la gran mayoría de los secundarios de Mendoza, se atrevieron a incluir a nuestro hijo Ignacio. Con todas las dudas que incluso como padres tenemos, hoy dijeron sí, realzando los valores de la vida humana, más allá de los miedos y los prejuicios, que sin pena ni gloria varios no se atreven a romper. Después de haber pasado por la negativa de muchas autoridades que, a pesar de contar con el respaldo legal y el apoyo de la gestión educativa de la DGE, dicen no, pero hacen alarde de sus instituciones 'modelo' de vaya a saber qué, cómo el Thomas Edison, Etec, y muchos otros".
Gratamente un secundario de gestión privada, de la manera más desinteresada, se atreve a darle la oportunidad a Nacho. La oportunidad que por derecho le corresponde, pero que tan difícil se hace a la hora de la verdad. A la hora del acto sincero de abrazarlo y recibirlo tal y como es".
Finalmente, Fernanda y Adrián cerraron su posteo en el muro de Facebook con un enorme gracias: "Muchas gracias Santa María, gracias Universidad Champagnat. Muchas gracias a los profesores, al equipo terapéutico y, sobre todo, a las autoridades que se animaron de corazón -y de manera ejemplar- a sumarse a este viaje que hoy comenzamos".
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