Una diva sufriente

Recordamos la trágica muerte de Rita Hayworth: su vida también fue difícil

Rita Hayworth fue una de las divas máximas de Hollywood, pero su final no fue el esperado.

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MDZ Sociales miércoles, 5 de mayo de 2021 · 19:18 hs
Recordamos la trágica muerte de Rita Hayworth: su vida también fue difícil
Rita, una diva para siempre, sufrió mucho en su vida.

Rita Hayworth fue una de las actrices más emblemáticas y glamurosas de la época dorada de Hollywood y una de las divas máximas de la década del 40. Incluso, ocupó el puesto 19° en la lista de las grandes estrellas del Séptimo Arte y su extraordinaria belleza cautivó a todo el público. Su éxito fue profesional y el reconocimiento del público, hizo que su declive se convirtiera en una tragedia.

La belleza incomparable de Rita Hayworth.

Sus inicios como bailarina

La actriz nació como Margarita Carmen Cansino en Brooklyn, Nueva York, el 17 de octubre de 1918. Su pasión por el arte comenzó de chica, ya que su padre, Eduardo Cansino, fue un bailarín español nacido en Sevilla que migró a Estados Unidos junto a su esposa, la también bailarina Volga Margaret Hayworth de origen irlandés e inglés.

La joven tenía un talento natural para la danza, por lo cual comenzó su carrera como bailarina bajo su verdadero nombre, Rita Cansino, a los 13 años. Pero su padre le cambió la vida para siempre cuando la obligaba a hacerla pasar por su esposa en vez de su hija y la abusaba sexualmente. Esto la marcó en sus comportamientos autodestructivos en el futuro.

Hollywood y el éxito

​En 1933, Rita Cansino llegó a Hollywood como miembro del Spanish Ballet y luego, el compositor José Iturbi la ayudó a ingresar en el mundo cinematográfico. Los primeros inicios fueron en 1935 con papeles secundarios en el cine B, pero no tardó mucho en demostrar sus dotes artísticos y que tenía un gran futuro por delante.

A los 18 años, se casó con Edward Judson y él fue quien la lanzó al estrellato, convirtiéndola en su mejor inversión personal: le consiguió un contrato con Columbia Pictures, una productora que más tarde Rita la colocó como una de las más importantes de la industria cinematográfica solo por tener su presencia.

Allí, adoptó el nombre Rita Hayworth e hizo ganar a Columbia Pictures millones de dólares por todos los éxitos que hacía, incluso el cantante Frank Sinatra llegó a decir "Columbia es Rita Hayworth". Harry Cohn, magnate de la productora, se enamoró de ella y lo estuvo toda la vida, pero la actriz nunca accedió a tener un romance con él.

Su primer éxito

El primer rol importante lo tuvo como actriz secundaria en la película "Sólo los ángeles tienen alas" de 1939 y la ayudó a que la crítica se empiece a fijar en ella. Luego trabajó en "Dama en cuestión" que se estrenó en 1940, pero fue en la película "Gilda" que se terminó de consagrar y la posicionó en lo más alto.

Luego de sus éxitos en Columbia, Rita Hayworth ingresó a 20th Century Fox de manera triunfante. Su llegada se dio porque el director Rouben Mamoulin la quería como protagonista de la superproducción "Sangre y Arena", donde interpretó a Doña Sol. La aclamación fue tal, que fue la película que la lanzó como la mujer más sexy del mundo en toda la década y se convirtió, además, en la mejor paga.

Declive personal y trágico final de su carrera

Así como Hollywood la posicionó en los más alto, sus malas decisiones la desplomaron. Rita Hayworth estuvo casada cinco veces: con Judson de 1937 a 1942; con Orson Welles de 1943 a 1947 (tuvieron una hija llamada Rebeca Welles); con Alí Khan de 1949 a 1953 (tuvieron una hija llamada Yasmine Aga Khan); con Dick Haymes de 1953 a 1955; y con James Hill con quien se divorció en 1958.

Todos sus matrimonios fueron un fracaso económico, ya que abusaron de su posición y ella no supo encontrar la manera de administrar su dinero para tener una vida estable. El abuso de las drogas y el alcohol la perjudicó y a finales de los '60 e inicios de los '70 solo trabajó para productoras pequeñas.

En ese entonces, Rita Hayworth ya tenía declive físico e intelectual, y comenzó a mostrar síntomas prematuros de Alzheimer, lo que le impedía memorizar bien los guiones. La actriz murió finalmente de dicha enfermedad en 1987 a los 68 años de edad en su apartamento de Manhattan.

 

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