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YPF: la historia del aval masivo a la expropiación y cómo impacta el fallo en Mendoza

El fallo contra el Estado argentino que busca obligar a entregar YPF afecta a Mendoza. La dirigencia política local acompañó todos los oscilantes procesos de la petrolera: desde la vida social de los Eskenazi, hasta la estatización y el estrellato de Galuccio. Los directores que pasaron y no reclamaron.

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ALF PONCE MERCADO / ARCHIVO PERSONAL

El fallo en contra del Estado argentino ejecutado por la jueza Loretta Preska , en el que obliga a depositar el 51% de las acciones de YPF como forma de pago por las supuestas irregularidades en la expropiación de la empresa, afecta también a las provincias petroleras, entre ellas Mendoza. Es que esas acciones no son propiedad exclusiva del Estado nacional, pues las provincias petroleras son parte y tienen una porción de ese 51%, aunque nunca aportaron los recursos para hacerse “físicamente” las acciones, tienen una representación en el directorio.

Por eso la ejecución de la sentencia tiene aún más complejidades de las que se observan a primera vista. De hecho todo el proceso fue avalado por el Congreso. Claro que los problemas originales están en las torpezas que hubo en el proceso de expropiación, que fue festejado por la política argentina y mendocina. De hecho los protagonistas salientes de ese proceso son los empresarios del holding Petersen, Enrique y sobre todo Sebastián Eskenazi.

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Ese grupo empresario era el mascarón de proa usado por el gobierno nacional para “nacionalizar” la gestión de YPF, que seguía bajo control de Repsol. En Mendoza el arraigo de esos empresarios fue total: desde lo político y también con sus vinculaciones entre las empresas. Por eso, por ejemplo, se lograron extensiones de concesiones en las que Sebastián Eskenazi era el protagonista de actos y anuncios, rodeados por dirigentes locales. Es lo que ocurrió con todo el “bloque norte” de yacimientos, pero también se ejecutaron en ese momento otras maniobras de asociación, como los vínculos que se profundizaron con las empresas Ketsal – Kilwer. Esas empresas habían conseguido concesiones en 2008 sobre las que no alcanzaron a ejecutar las inversiones prometidas. La asociación con YPF les permitió trasladar responsabilidades. El caso más emblemático, y que resultó productivamente exitoso, fue el de Chachahuen, donde YPF pasó a ser operador.

La visa social de Sebastián Eskenazi en Mendoza fue agitada; aún cuando tenía otros negocios cerca de la provincia (como el banco de San Juan y la bodega Xumec en la misma provincia). La referencia es relevante, pues el fondo que siguió el juicio que terminó con la sentencia en contra de Argentina le compró los derechos de litigar a la familia Eskenazi.

En el proceso para expropiar la empresa, también hubo un rol importante de Mendoza. El Gobierno nacional buscaba sumar antecedentes negativos como argumentos en el proyecto de ley. Y tomaron los pasivos ambientales que la petrolera conducida por Repsol tenía en Mendoza, sobre todo en las áreas maduras que bordean al Gran Mendoza. Lo que no se había hecho como control previo, se agudizó allí en formato de denuncia política.

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La expropiación de YPF contó con un amplísimo aval de la política mendocina. Aún cuando se ejecutó luego del quiebre de la Concertación, esa alianza que unió al kirchnerismo con gran parte de los radicales. Así, por ejemplo, votaron a favor los legisladores radicales Mariana Juri (que era diputada y hoy es senadora), Enrique Vaquié (que fue ministro y también director de YPF), Ernesto Sanz (siempre opositor al kirchnerismo), Jorge Albarracín y Laura Montero. Ese grupo se sumó a los peronistas, algunos de los cuales tuvieron relación con YPF. Es el caso de Omar Félix (que también gozó del privilegio de ser director de la petrolera), Dante González (ex gremialista de los petroleros), Anabel Fernández Sagasti y Guillermo Carmona. En contra habían votado Omar De Marchi, Roberto Pradines y Enrique Thomas.

En el aval a la expropiación hay un dato relevante. Repsol no invertía en "futuro" y en el horizonte estaba el aprovechamiento de los recursos no convencionales, es decir Vaca Muerta. La información estaba y era un potencial. Es contrafáctico, pero queda la duda sobre qué hubiera pasado con Vaca Muerta si Repsol seguía a cargo de la compañía.

A través de la ley, que recibió un alto aval, el Estado se quedó con el 51% de las acciones clase D, sin que la empresa cambie como sociedad. De esa porción, el 51% quedó en manos del Estado nacional y el resto a las provincias petroleras, que pasaron a tener representación en el directorio.

Del protagonismo social de los Eskenazi se pasó a la casi idolatría de uno de los grandes ganadores del proceso de control estatal de esa petrolera y, sobre todo, de lo que YPF sembró. Se trata de Miguel Galuccio, en entrerriano que era presidente y CEO de la empresa y que tras dejarla fundó Vista, firma que se transformó en uno de los grandes jugadores de Vaca Muerta.

El CEO de YPF Horacio Marín, la ministra de Energía Jimena Latorre y el gobernador Alfredo Cornejo. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza
El CEO de YPF Horacio Marín, la ministra de Energía Jimena Latorre y el gobernador Alfredo Cornejo. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza
El CEO de YPF Horacio Marín, la ministra de Energía Jimena Latorre y el gobernador Alfredo Cornejo. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

En el oficialismo local, liderado por Alfredo Cornejo, nunca hubo objeciones a la gestión de YPF y desde que se “estatizó” hubo más radicales que peronistas en la silla testimonial que se ocupa en el directorio. El mencionado Vaquié, Martín Kerchner, Pamela Verasay, Jimena Latorre, Cesar Biffi son los más recientes, a quienes se le suman algunos históricos peronistas como Celso Jaque y el también mencionado Félix. No hay registro de alguna advertencia de los directores por Mendoza sobre irregularidades en el proceso; así como tampoco con otras particularidades de la petrolera sobre Mendoza, como la falta de inversión.

La relación del Estado local con la petrolera estatal ha sido siempre de "cercanía" sin mayores quejas. En la época de los Eskenazi, en la conducción de Galuccio y Cristina, en la gestión de Macri, de Alberto y ahora con Milei. La Provincia tenía una enorme dependencia por la participación dominante en toda la cadena de valor petrolera. En 2023 hubo un acuerdo clave firmado por Rodolfo Suarez en el que hubo "tablas" en varios conflictos cruzados. La provincia nunca tuvo medidas rigurosas por el abandono de la inversión, mientras la petrolera enfocaba toda su energía y recursos hacia Vaca Muerta. Tras ese acuerdo, y con un cambio de gobierno en el medio, se hizo oficial la salida de YPF de las principales áreas en Mendoza.

Alfredo Cornejo y su gobierno respaldan esa visión de YPF, que coincide con la idea estatal de promocionar la llegada de empresas chicas para "poner foco" en el aprovechamiento de áreas maduras.