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Una grieta eterna: anti mileísmo vs anti kirchnerismo, la política argentina atrapada entre dos polos

Así lo detecta Zubán Córdoba: Milei y el kirchnerismo generan más rechazo que adhesión. Los números de una antinomia que coloniza el sistema político.

Javier Milei cosechó un fuerte rechazo en la opinión publíca.

Javier Milei cosechó un fuerte rechazo en la opinión publíca.

Archivo MDZ

Con la llegada de Javier Milei al Gobierno, la escena política actual se mueve entre dos grandes clivajes, el anti kirchnerismo versus anti mileísmo.

Si la grieta dominante sigue siendo kirchnerismo versus anti kirchnerismo, el panorama electoral no se modificará mucho respecto a las elecciones pasadas, ya que Javier Milei sigue representando la opción anti kirchnerista más fuerte y legitimada socialmente. El oficialismo apuesta por este escenario en cada contienda electoral.

Kirchnerismo-antikirchnerismo

En este marco, según un estudio de la consultora Zuban Córdoba, al preguntar sobre cómo se identifica la gente ante el binomio "kirchnerista" o "anti kirchnerista", un 45.2% aseguró pertenecer al anti kirchnerismo, mientras que un 34.3% se identifica como kirchnerista.

En cambio, si la tensión principal se articula entre Milei y sus opositores, implicaría una configuración más profunda del sistema político. Un escenario dominado por el eje Milei vs “anti mileísmo". En la misma encuesta, al consultar por este clivaje, un 53.6% de la muestra respondió ser anti mileísta. Caso contrario otro 28.1% afirmó pertenecer al núcleo duro mileísta.

Mileísmo-antimileísmo

Como puede observarse en el estudio de Zuban Córdoba, las expresiones "anti" siguen traccionando por amplio margen la construcción de identidades políticas en la Argentina. Javier Milei y el kirchnerismo cultivan un rechazo taxativo en la opinión pública.

El peronismo junta más voluntades que el kirchnerismo

Peronismo-antiperonismo

La brecha entre el rechazo y el apoyo a una expresión política se reduce considerablemente cuando la pregunta por la identificación contempla al peronismo. Planteada así la pregunta, un 39.7% de los encuestados respondió identificarse como peronista, mientras que un 38.7% señaló ser anti peronista. Esta muestra puede ser un llamado de atención al peronismo como fuerza política, que con los años achicó su porción de la torta en detrimento del kirchnerismo como espacio político protagonista. Esto quizá pueda brindar una idea de cómo debería resolver el Partido Justicialista su crisis de cara al futuro.

Así, el modo en que se organice esta polarización en los próximos meses, si en torno al viejo clivaje kirchnerismo-antikirchnerismo o al nuevo antimileísmo, definirá buena parte del escenario electoral y de las posibilidades de reconfiguración o continuidad del mapa político argentino.