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Pablo Quirno viaja a EE.UU. para definir el acuerdo comercial y el Gobierno cree que Bessent volverá al país antes de fin de año

Mientras Milei confirmó que la Argentina cuadruplicará su cupo para exportar cortes vacunos, el canciller viaja a Washington para destrabar el entendimiento general. En Casa Rosada trabajan para el nuevo desembarco del secretario del Tesoro de la Casa Blanca.

Javier Milei junto al secretario de Tesoro norteamericano, Scott Bessent 

Javier Milei junto al secretario de Tesoro norteamericano, Scott Bessent 

X @OPRArgentina

Pese al rotundo apoyo de Donald Trump al Gobierno de Javier Milei, el acuerdo comercial entre Estados Unidos y Argentina sigue en stand by y en la Casa Rosada buscan destrabarlo en los próximos días.

El canciller Pablo Quirno viajará en los próximos días a Washington para desenredar las gestiones. “Vuelvo a salir de viaje la semana que viene, también a los Estados Unidos, para continuar con las conversaciones sobre el acuerdo comercial que estamos haciendo. La agenda está full”, afirmó el funcionario en su presentación en el Foro de la consultora Abeceb.

El Gobierno tiene el entendimiento “listo para la firma” hace algunas semanas. De hecho, se esperaba que lo anuncie el presidente, en el marco de su última reunión con Trump en la Casa Blanca.

A pesar de que faltaban algunos detalles administrativos, los propios funcionarios del Gabinete reconocieron a MDZ que “no se entendía” por qué el mandatario no lo informó. No es un tratado de libre comercio, pero sí representa un pacto arancelario reciproco de privilegio en medio de la guerra comercial que instaló el líder republicano a mediados del año.

Este medio pudo saber que se incorporaron alrededor de 1.000 productos que no estarán afectados por las barreras arancelarias de ambos países, priorizando aquellos rubros de extrema importancia para cada país. Esa cantidad de artículos comprendidos dependerá del éxito de las tratativas de los funcionarios argentinos, en medio de un contexto hostil en el país norteamericano. A su vez, el acuerdo podría concretarse por etapas.

Si llegan a buen puerto las negociaciones, en Balcarce 50 creen que pueda darse nuevamente la presencia en Buenos Aires del secretario del Tesoro americano, Scott Bessent, quien respalda semana a semana la administración del líder libertario. Estiman que su visita pueda efectivizarse “antes que termine el año”, según comentaron fuentes inobjetables de la Oficina del Presidente a MDZ.

Por lo pronto, la novedad en Argentina es que ya está en funciones Peter Lamelas, el nuevo embajador de Estados Unidos en el país, quien tiene un gran vínculo con Milei y Quirno, con quienes se reunió esta semana.

Quirno se reunió con el embajador de EE.UU, Peter Lamelas
Quirno se reunió con el embajador de EE.UU, Peter Lamelas

Quirno se reunió con el embajador de EE.UU, Peter Lamelas

Actualmente, los productos que Argentina vende al país norteamericano enfrentan un recargo mínimo del 10%, además de aranceles específicos, como el gravamen del 50% para el aluminio y el acero.

A diferencia de Brasil que sufre un 50% de tasas aduaneras, la gestión libertaria se entusiasma con un régimen de excepción y que incluso potencien fuertemente las exportaciones, como el caso de la carne vacuna, donde ya el propio Trump dijo que podría cuadriplicar la demanda de Argentina. Actualmente la cuota es de 20 mil toneladas.

Lo confirmó el propio Milei en el American Business Forum: “Quisiera agradecer al presidente Donald Trump y a toda su administración por haber alcanzado un acuerdo por la cuota de carne argentina, cuatro veces superior a la anterior”.

Sin embargo, uno de los principales aspectos a resolver es cómo se puede lograr una cuota de exportación de acero y aluminio sin aranceles hacia Estados Unidos, replicando el anterior pacto alcanzado por Trump y Mauricio Macri en 2018.

Dentro del nivel de exportación de Argentina a Estados Unidos, que significó unos US$6.400 millones en 2024, sobresalió, además, petróleo crudo, miel, cítricos, vinos, camarones y langostinos, té y madera.

Qué pide Estados Unidos y qué traba el acuerdo comercial

A cambio, Estados Unidos busca impuesto cero a sus principales importaciones al país como petróleo refinado, gas natural licuado, piezas de aviones, maquinaria, productos químicos y plásticos. A su vez, hay otro reclamo en la Casa Blanca. Este año, el gobierno de Estados Unidos volvió a incluir a la Argentina en la lista de “Vigilancia prioritaria”. Allí figuran sus socios comerciales con mayores barreras en materia de propiedad intelectual. El Gobierno americano se refiere especialmente al rubro farmacéutico. La preocupación gira en torno a los problemas que tienen las empresas extranjeras para patentar productos en el país.

“Una deficiencia clave en el marco legal siguen siendo las limitaciones excesivamente amplias sobre la materia elegible para patentes, incluyendo directrices de examen de patentes que rechazan automáticamente las solicitudes para categorías de invenciones farmacéuticas que son elegibles para patentabilidad en otras jurisdicciones”, dice en el texto que reportó la Oficina del Representante Comercial norteamericano (USTR, en inglés) en los últimos años.

Si bien los acuerdos en curso son confidenciales, una posible salida podría ser la derogación de una resolución conjunta que firmaron en 2012 los ministros Débora Giorgi (Industria) y Juan Manzur (Salud) y que fija “criterios de patentabilidad” para los medicamentos, logrando una fuerte protección para la industria nacional.

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Además de definirse algunos aspectos burocráticos y legales, hay motivos políticos que estancaron la noticia. “Estamos trabajando un montón de cosas, pero yo no lo quiero anunciar hasta que no se le ponga el moño. Hay acuerdo sobre posiciones comerciales”, dijo Milei antes de las elecciones, enfatizando también que puede comunicarse por tramo.

Pese a los pronósticos, las principales complicaciones llegan desde Washington. La ayuda financiera, mediante el swap de 20 mil millones de dólares y otros mecanismos cambiarios, de Estados Unidos a la Argentina produjo numerosas críticas a Trump. Desde los demócratas que presentaron proyectos para impedir el salvataje hasta los productos de soja norteamericanos, que cuestionaron el rescate mientras los libertarios eliminaban temporalmente las retenciones al campo y potenciaron su exportación a China en detrimento de sus cultivos y representando una competencia directa con sus pares argentinos.

“Los ganaderos no pueden apoyar al presidente Trump mientras socava el futuro de las familias de agricultores y ganaderos al importar carne argentina. Es imperativo que el presidente Trump y la secretaria Rollins permitan que los mercados ganaderos funcionen sin interferencias. Le pedimos que abandone este esfuerzo por manipular los mercados”, señalaron, furiosos, los ganaderos sobre el posible incremento de la importación de carne vacuna desde Argentina.

El ruido político interno y el descontento generalizado de los agricultores en la potencia mundial hicieron que “todo lo acordado” quede “pendiente a la firma de Trump”.

Un fiel ejemplo de esa tensión se dio esta semana cuando Trump le respondió a una periodista en el avión presidencial, cuando ella le consultó sobre cuáles podían ser los beneficios para Estados Unidos en estos acuerdos con el sector agropecuario argentino.

“Argentina está luchando por su vida. Nada está beneficiando a Argentina. Están luchando por su vida […] No tienen dinero, están luchando con todas sus fuerzas para sobrevivir. Si puedo ayudarles a sobrevivir en un mundo libre... Me gusta el presidente de Argentina. Creo que está haciendo todo lo que puede […] Se están muriendo. ¿De acuerdo? Se están muriendo”, enfatizó el republicano, quien remarcó la supuesta gravedad del momento del gobierno de su amigo Javier Milei.