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Milei se abraza a EE.UU., Trump cumple y Cristina no puede frenar su propia destrucción en el PJ

Como es realmente el Acuerdo Marco comercial y de inversiones con EE.UU. Los límites de Milei a la unilateralidad de Trump y la relación con China. Cristina no hace mas que alejarse del poder real.

El abrazo entre Javier Milei y Diego Santilli en la jura.

El abrazo entre Javier Milei y Diego Santilli en la jura.

Captura de video.

No hay que confundirse: Argentina, de la mano de Javier Milei, decidió vivir en el barrio donde el vecino más importante es los Estados Unidos. Así se lo hizo saber a Donald Trump de todas formas posibles desde la llegada de LLA al poder, el presidente de los Estados Unidos, aceptó el pedido y cursó la invitación formal con todos los ademanes posibles.

Antes que Donald Trump hubiera dado todo los gestos de asistencia al Gobierno de Milei, salvándolo de una crisis cambiaria preelectoral y luego abrazándolo en una decisión geopolítica que reviste pocos antecedentes en la historia argentina y latinoamericana, el gobierno libertario había dado todas las señales necesarias de alineamiento que el gobierno de Washington podía esperar.

No hay sometimiento, ni pérdida de soberanía, como el kirchnerismo más atrasado pretende establecer: Argentina entró la semana pasada de manera formal dentro de un acuerdo marco, más político que económico, que la pone en el lugar del principal aliado de Estados Unidos en América latina, pero no el único.

Ese acuerdo marco necesitará en el futuro de mucha letra chica para implementarse y de una negociación con cada uno de los sectores de la economía involucrados tanto en los Estados Unidos como Argentina.

Donald Trump lo anunció sin esperar a la Argentina

Está claro, por si hiciera falta precisarlo, que el anuncio que hizo Washington casi unilateralmente, y que fue luego publicitado por el gobierno argentino, no se trata de un Tratado de Libre Comercio de mucha más difícil instrumentación, sino de la base de una estrategia geopolítica como el país nunca vio hasta ahora.

De ahí que no debe llamar la atención que se agudizaran las protestas de los productores agropecuarios estadounidenses y que aparecieron preguntas entre los hombres de agro argentino, por ejemplo, o que se volviera a insistir en la necesidad de discutir el marco general de los aranceles comunes que hoy rigen para un Mercosur que está más decadencia que nunca. Carne y acero tambien entrarán en discusión en los próximos días, como partes esenciales del nuevo Acuerdo Marco.

Marco Rubio y Donald Trump efe
Marco Rubio y Donald Trump promueven las pruebas nucleares de Estados Unidos. Foto Efe

Marco Rubio y Donald Trump promueven las pruebas nucleares de Estados Unidos. Foto Efe

La ayuda de Estados Unidos a la Argentina multiplicó la presión de los demócratas sobre la Casa Blanca e inclusive para algunos amenazó con complicar el cierre del gobierno que dispuso la administración Trump al no contar con la aprobación de la extensión de fondos presupuestarios.

Al final la amenaza no fue tal, o al menos no por el salvataje a la Argentina. Después de 43 días la Cámara de Representantes aprobó el miércoles pasado el proyecto que el Senado de Washington ya había sancionado con el voto a favor de seis demócratas y dos republicanos en contra. Con algunas heridas, como las demoras en miles de vuelos que aun no se solucionaron definitivamente, el cierre del gobierno terminó con un moderado triunfo para Trump.

¿Fin del multilateralismo?

La decisión de Donald Trump de avanzar con un acuerdo marco de comercio e inversión para Argentina, Ecuador, El Salvador y Guatemala suma la línea geopolítica hacia latinoamérica, patio de atrás histórico de los Estados Unidos, junto con el resto de las estrategias que lleva delante Washington para todo el mundo. Ese movimiento implica tambien obligaciones que pasan desde la aperutra comercial a las decisiones internacionales. El multilateralismo ya no existe para Trump que prefiere los modales imperiales y las relaciones directas; eso implica restar atención a grupos como el G20, que ya va a ver vaciada su cumbre sudafricana y a la que Javier MIlei parece que no irá.

El interrogante ahora es saber si lo mismo sucederá con Milei en la cumbre del Mercosur en Foz de Iguazú el 20 de diciembre donde algunos se habían ilusionado con terminar de sellar el acuerdo con la Unión Europea. Si decide no concurrir, Milei podría tener de aliado allí a Emmanuel Macrón, que esta semana dijo en Toulouse a productores agropecuarios franceses que en la actual redacción Francia dará "un no rotundo de Francia" al acuerdo con el Mercosur.

Mientras esos problemas siguen sobrevolando la relación con la UE, en el caso del Acuerdo Marco con EE.UU tan importante como el final económico a futuro que se fijó en cada uno de los extensos puntos que fueron anunciados es el propio lanzamiento de un acuerdo Marco formal, es la definición geopolítica sobre el "barrio" del mundo en el que vivirá la Argentina.

Es curioso que mientras Donald Trump gira en su estrategia e intenta ahora seducir a Luis Ignacio "Lula" Da Silva en un claro intento por sumarlo a la intención de mantener en raya a China en toda la región, Argentina mantiene casi sin mella alguna su relación con Beijing en materia comercial. Incluso esta semana se anunció en boca de nuevo canciller Pablo Quirno que un viaje de Milei hacia China sigue dentro de la agenda posible del presidente en un futuro cercano. Es un ejercicio de equilibrio envidiable y deseable para el país.

El miedo a Cristina aun manda en la escena electoral

Javier Milei ganó la elección del 26 de octubre, con el fuerte impulso que aún le sigue dando el pánico extremo que tiene una parte más que importante de la población argentina ante la posibilidad del retorno del kirchnerismo, con los 20 años de decadencia y retraso que vivió el país.

Está claro que Milei, algo ha hecho después de las elecciones para consolidar ese nuevo cheque en Blanco, que la ciudadanía le otorgó. La mesura, el diálogo, la apertura a la discusión y a los cambios en proyectos oficiales, como el Presupuesto 2026 o eventualmente, la reforma laboral, son una prueba de esto.

Esa actitud tendrá sus límites, que son los proporcionales al tiempo extra que le otorgaron las urnas a Milei. El presidente debe demostrar en lo inmediato que está dispuesto también a dar algunos pasos, mirándo no sólo variables macro, sino también la caja y el bolsillo de la vida diaria de muchos argentinos y sobretodo pequeñas empresas y cuentapropistas.

Algo ha cambiado en el Gobierno y quizás una de sus mayores fortalezas siga siendo que mientras eso sucede se verifica que es muy poco o casi nada ha cambiado en la oposición peronista.

A Diego Santilli, por ejemplo, le abrió la puerta de un ministerio de Interior que primero recortó y luego recalculó. Así el Renaper y Deportes quedaron bajo el poder del "colorado", podando en parte el escenario de Daniel Scioli, tal como había anticipado este diario.

Santilli está lejos de aparecer hoy como un soldado de Mauricio Macri en el PRO, pero aun mantiene la afiliación amarilla y las buenas relaciones partidarias, a pesar de no haber participado de la cumbre que Macri organizó la semana pasada en la sede de la calle Balcarce para analizar la situación interna.

El movimiento de gobernadores e intendentes del PJ se vuelve estos días más atractivo que nunca a los ojos de la Casa Rosada. Las elecciones de este año han demostrado que muchas de las estrategias de los caciques locales triunfaron salvando la ropa local, a diferencia de las del kirchnerismo mas cerrado que volvió a demostrar que no sólo está en decadencia, sino que esta vez tambien transita un camino que esta vez quizás no tenga el más mínimo retorno. De nuevo: Milei festeja porque otra vez el peronismo parece trabajar a su favor.

El juicio que puede cambiar

Cristina Fernandez de Kirchner ha protagonizado en la última semana alguno de los hechos más bochornosos que deberían avergonzar como nunca al Poder Judicial.

La expresidente no sólo jugó vergonzosamente a hacerse la distraída durante el juicio que se inició en la causa Cuadernos, sino que con su actitud solo logró poner en relevancia la puja que había entre el los jueces del Tribunal Oral y la Cámara de Casación, por la forma en que se juicio oral se lleva delante. El martes habrá pronunciamiento de Casación sobre cómo continuará ese juicio, pero por lo pronto la desprolijidad que se vio en las dos primeras audiencias virtuales solo logró que se acelerara a dos sesiones semanales ese juicio y que posiblemente se opte por un juicio presencial.

Parece realmente increíble que una mujer que fue dos veces presidente de la Nación y una vez vicepresidente, haya jugado a aparecer y desaparecer de la cámara de televisión, ninguneando a un tribunal que ni siquiera se animaba a llamarla por su nombre a la hora de reprenderla.

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Por si eso fuera poco, el desafío de Cristina suponiéndose por encima de las leyes y la Constitución se completaba cada tarde de la semana pasada haciendo a alarde en su cuenta de X de una cantidad ya incontable de visitantes, que nadie sabe qué tipo de autorización tenían para ingresar en su departamento-cárcel de San José 1111.

De esa manera ella quiere convertirlo en un centro de control de la política argentina, cuando en realidad sólo está mostrando una debilidad absoluta propia y de los jueces a quienes desafía. Lúgubre pronóstico para un PJ que no termina de definir si quieres seguir presidido por una condenada por una causa de corrupción gravísima y que enfrenta varias mas en juicio, inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos, o iniciará de una vez por todas un proceso de renovación, como el que tácitamente le mostraron sus intendentes y gobernadores a Cristina al abrirse de ella en la estrategia electoral de este año.

El PJ parece seguir actuando en beneficio total de Javier Milei. El Presidente lo disfruta y lo aprovecha para cosechar, gobernar y negociar. Con que haga poco o casi nada tiene garantizada la tranquilidad política hasta las elecciones. La economía es otro cantar. Da la sensación que Javier Milei sabía más de negociaciones políticas que lo que casi todo nosotros pensábamos.