Milei, Cornejo y el Frente para la victoria que tiene impacto más allá de lo partidario
La Libertad Avanza y Cambia Mendoza hicieron oficial el acuerdo electoral. Formaron un Frente para conseguir una victoria contundente en octubre. Para la UCR es un plan de supervivencia y adaptación a la nueva era.

La Libertad Avanza y Cambia Mendoza firmaron un acuerdo electoral para ir juntos en las elecciones de octubre; un pacto que se cocía a fuego más lento del esperado por parte de Alfredo Cornejo, el principal interesado en la rúbrica. Ambas fuerzas políticas formaron su propio Frente para la victoria, un acuerdo que tiene como único objetivo en el corto plazo lograr un triunfo contundente en octubre que, dado el contexto, consideran altamente probable.
La nueva alianza llega justo 10 años después de la fundación de Cambia Mendoza, esa alianza electoral ecléctica formada por Cornejo y que hoy quedó deshojada: se fueron el PD, el Pro, Libres del Sur, el PS y quedó la UCR como núcleo solitario, ahora subordinado coyunturalmente bajo La Libertad Avanza.
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El pacto es pragmático y parte de esa realidad quedó transparentada en una frase del presidente de la UCR, Andrés "Peti" Lombardi. "Este acuerdo no es personal ni partidario", dijo en el anuncio que hizo a través de redes sociales. Si un acuerdo entre partidos no es partidario, entonces habrá que preguntarse cuáles son los hilos que unen a un partido centenario unido a la "internacional socialista", con una fuerza política nueva creada bajo la bandera de la antipolítica.
Los gestores del acuerdo son la arquitecta electoral de La Libertad Avanza, Karina Milei, y el propio Alfredo Cornejo. El Gobernador era el principal interesado y así lo hizo saber con gestos elocuentes: elogios al por mayor hacia el Presidente y una consigna reveladora: “el Presidente tiene que ganar las elecciones”.
Las negociaciones y disputas entre los nuevos aliados corren por cuenta de la vida política de ambas fuerzas, pero en este caso toman un matiz más relevante. Se trata de los dos partidos políticos que gobiernan en la Nación y la Provincia, por lo que las decisiones políticas influyen en la relación y la vida institucional.
Acuerdo por la victoria
Alfredo Cornejo no tenía una empatía especial con Milei antes de las elecciones de 2023, más bien todo lo contrario. Lo consideraba imprevisible y complejo. Ese concepto no ha cambiado, pero está eclipsado por el instinto de supervivencia.
Tras la victoria del libertario gran parte de la política quedó estupefacta porque consideraron que era un brutal mensaje para el estatus, del que Cornejo y Cambia Mendoza son parte. El proyecto nacional de Cornejo naufragó antes de zarpar y la idea de influir en Casa Rosada tuvo una acción en reversa: Milei influyó más en el oficialismo local que Cornejo en Casa Rosada. Por eso la UCR giró a la derecha y con una hoja de ruta incierta.
Sí hay en Cornejo un compromiso real con algunas pautas nacionales. El equilibrio fiscal, la economía previsible y estable y reglas de juego “pro actividad privada” son algunas consignas que el Gobernador ha defendido. Mucho más incómodo queda el gobernador con otras ideas que Milei ejecuta a fondo y que el mandatario mendocino ha consentido con silencio, votos en el congreso. Ocurrió con el abandono de las políticas de educación, salud y las obras públicas.
El acuerdo es similar al rubricado en Chaco y al que se ejecutará en Entre Ríos. Pero tiene más resignaciones de las que Cornejo hubiera concedido en otro contexto. No solo porque el novel partido de Milei tendrá preponderancia en las listas nacionales, algo previsible. También gana el LLA con la incorporación de Luis Petri en el esquema de las listas. La UCR resigna los cargos cedidos a LLA y también los espacios que Petri peleará como “minoría” en el centenario partido. Petri es el principal enemigo interno del cornejismo en la pelea por la sucesión y aspira a liderar el espacio libertario amplio. El esquema del acuerdo es mucho más "generoso" de lo que el radicalismo está acostumbrado a ser y finalmente será color violeta, con LLA como marca principal.
Una de las consignas públicas del acuerdo es “luchar contra el kirchnerismo”, sector político que en Mendoza no tiene potencia electoral desde hace más de una década. La amenaza real que la UCR veía estaba con quienes en octubre compartirán boleta; es decir la antipolítica de LLA y las propias dificultades para reinventarse tras 10 años en el poder. Pero ahora, tienen el Frente para la victoria de octubre.