Los intendentes sacan de las negociaciones a Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa
"Lástima que lo empezamos a hacer tarde", confesó un importante intendente que participó de la mayoría de los encuentros entre kirchneristas y kicillofistas sobre el protagonismo que tomaron para alcanzar una unidad que los "jefes" no pueden encontrar.

Los intendentes sacan de las negociaciones a Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa. Foto: PJ
La unidad del peronismo kirchnerista renovador, dolorosa, desconfiada, a plazo fijo y siempre a punto de ser rota, fue pactada durante la última semana y por los intendentes, los verdaderos dueños de los territorios y los encargados de llevar los votos que tendrá Unión por la Patria, o como se termine llamando el frente del oficialismo bonaerense.
Este sábado, en el congreso partidario realizado en Merlo, empezó a formalizarse el esquema que parece primará entre los peronistas kirchneristas. Sin margen, pero con mucho más temor por ser denominados traidores que de otra cosa, aceptaron en presentarse todos juntos en las próximas elecciones, donde deberán enfrentar a una posible alianza opositora del PRO y LLA, que también está atada con alambres. El escueto documento distribuido, con solo cinco párrafos, demostró las pocas ganas de expresar algo que pudiera molestar a alguno de los grupos internos.
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Cómo fue el congreso del peronismo
El congreso en Merlo, que solo sirvió para cumplir con las cuestiones legales y todos se preocuparon para que nadie hable, estuvo precedido por un par de encuentros bastante picantes. El ya comentado del domingo pasado en la Residencia del Gobernador, donde casi todo termina volando por el aire, y la convocatoria realizada el viernes pasado por Mario Ishii, un veterano a quien nadie le puede negar una invitación a dialogar.
Allí, unos treinta intendentes, varios aliados de Axel Kicillof y los otros referenciados con Máximo Kirchner y Sergio Massa, discutieron sin la mirada de los “conductores” del frente electoral. Asumiendo que son los intendentes los jefes de sus votos, todos con más preponderancia política y electoral que los propios “jefes”, hablaron sin guardar las formas y entre pares.
Allí volvió a surgir el deseo de Cristina Fernández de Kirchner para unificar la fecha de la elección. Por supuesto que la expresidenta no estuvo en José C. Paz. Más allá de las explicaciones brindadas, los aliados de Kicillof desecharon la idea.
El anfitrión, siempre cercano al gobernador, en esta oportunidad mostró su enojo con Kicillof porque éste había pedido que levantase el encuentro. Axel siempre observa que cada reunión es una nueva trampa cristinista en su contra. Ishii la mantuvo en pie y luego, cuando terminó, se ocupó de viralizar lo discutido y en dejar en claro que varios de sus pares no fueron por pedido expreso del jefe provincial.
La ausencia de Sergio Massa, Máximo Kirchner y Axel Kicillof
Por Merlo no aparecieron Massa- que armó su propio en encuentro del Frente Renovador-, ni Kirchner ni Kicillof. Ninguno era miembro del Congreso, aunque se supone que les hubiera servido escuchar lo que opinaban los cerca de 650 anotados y que supuestamente participaron de manera virtual o presencial. Finalmente, quedaron como negociadores Gabriel Katopodis y Verónica Magario, por el gobernador; y Federico Otermín y Mariel Fernández, por el kirchnerismo cristinista. Los cuatro son o fueron intendentes y, entre ellos, pueden hablar mucho mejor, sin la observación de sus jefes, que no dialogan entre sí.
De los respectivos encuentros y reuniones queda en claro la paulatina merma de la capacidad política y electoral del apellido Kirchner. La dueña de los votos, Cristina, está presa y condenada y a su hijo le hicieron ver, con directas o indirectas opiniones, que no está en condiciones de heredar su presencia en una lista hasta nuevo aviso.
Agregando un poco más a la complejidad del kirchnerismo cristinista, la otra representante real en el conurbano, Mayra Mendoza, elegida personalmente por la expresidenta como su heredera, está complicada por las investigaciones relacionadas con el ataque a la casa del diputado José Luis Espert.
¿Por qué es tan importante para el oficialismo provincial que el manejo de la política quede en mano de los intendentes?
Porque son estos los que dominan una elección desdoblada de la instancia nacional y dividida en ocho secciones electorales. Ellos dominan la mayoría de los distritos de los principales municipios del Conurbano bonaerense, la Primera y la Tercera Sección electoral, la Sexta, con Bahía Blanca como epicentro y la Octava, donde hay un distrito único, La Plata.
Ellos deberán determinar si Kicillof, Kirchner y Massa negociarán en igualdad de condiciones o no. El gobernador pretende tener el mismo poder a la hora de definir candidatos que sus socios y por eso reclama tener la misma cantidad de apoderados partidarios que ellos. La desconfianza sigue es extrema.