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Fuego cruzado: Pablo Toviggino le contesta a Patricia Bullrich y agita el conflicto entre la AFA y el Gobierno

El tesorero de la AFA rechazó las acusaciones de la ministra de Seguridad, negó haber incitado a la violencia y la acusó de usar al fútbol como “cortina de humo” para ocultar la falta de gestión.

Claudio Chiqui Tapia y Pablo Toviggino

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, protagonizó un fuerte cruce con el tesorero de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Pablo Toviggino, a quien acusó de "actuar como un mafioso" y anunció que evalúa aplicarle el derecho de admisión en los partidos con público visitante. La declaración surge luego de que el dirigente le deseara "lo peor, que es la muerte" al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, por sus dichos sobre la vuelta gradual de los hinchas visitantes a los estadios.

"Francos opinó que la vuelta de los visitantes había que hacerla de a poco y Toviggino, que no lo conozco, no sé quién es, sé que es tesorero de la AFA, le contestó como un mafioso. Le dijo que le deseaba lo peor para su vida, es decir, la muerte", disparó Patricia Bullrich en declaraciones televisivas. "Los que siembran violencia no pueden ingresar a los estadios", agregó.

Patricia Bullrich justificó la posible medida al considerar que "una persona encargada de organizar partidos con dos hinchadas no puede enviar mensajes mafiosos". En ese sentido, explicó que el derecho de admisión se aplica con "mucha rigurosidad" ante situaciones de violencia, y que si bien suele estar destinado a hinchas o barrabravas, podría extenderse a dirigentes si sus conductas representan un riesgo.

Las declaraciones se producen tras el operativo de prueba realizado en la segunda fecha del Torneo Clausura 2025, que permitió el regreso parcial del público visitante a las canchas. "El partido entre Lanús y Rosario Central salió bien, pero en el encuentro entre River e Instituto hubo situaciones de violencia", advirtió la ministra, y remarcó: "Pasamos de 4.000 personas con derecho de admisión a 16.000. Ninguno de los que estaba en esa lista pudo ingresar a Estados Unidos para el Mundial de Clubes".

La respuesta de Pablo Toviggino

A través de una extensa publicación en redes sociales, el tesorero de la AFA, Pablo Toviggino, salió al cruce de las declaraciones de Patricia Bullrich y defendió su postura, negando haber deseado literalmente la muerte a Francos y acusando a la ministra de utilizar políticamente el fútbol.

"Estimada ministra Bullrich. No tengo el gusto de conocerla, ni siquiera personalmente. Pero su investidura merece mi respeto. En el mismo sentido, le solicito que también respete a las personas que no coinciden con su mirada sobre el fútbol argentino", comienza el descargo.

"Jamás deseé la muerte de nadie. Si usted o su equipo de comunicación interpretaron eso de mis palabras, están mal asesorados o, peor aún, lo hacen con mala intención. Lo que dije —y mantengo— es que hay funcionarios que dañan al fútbol popular y que sus decisiones son nocivas para el desarrollo del deporte que amamos millones de argentinos", continuó.

"Es preocupante que desde el Ministerio de Seguridad se pretenda aplicar el derecho de admisión a dirigentes que no comparten la mirada oficial. ¿Cuál sería el criterio? ¿Opinar distinto a usted es sinónimo de violencia?", cuestionó el dirigente, mano derecha del presidente de AFA, Claudio “Chiqui” Tapia.

En otro tramo del texto, Pablo Toviggino apuntó directamente al rol del Gobierno en la organización de los operativos de seguridad: "Una ministra que no puede garantizar la tranquilidad en los barrios, quiere decidir quién entra o no a una cancha. La violencia no se combate con amenazas ni con discursos para la tribuna, sino con gestión y con respeto a las instituciones".

Y concluyó: "Deje de usar al fútbol como cortina de humo para tapar problemas mucho más graves. Nosotros trabajamos todos los días para mejorar el espectáculo, pese a los obstáculos que ustedes mismos imponen desde la ignorancia y el desprecio por este deporte".

El conflicto se da en un contexto de creciente tensión entre el Gobierno nacional y los máximos dirigentes del fútbol argentino, en momentos en que se intenta avanzar con la apertura total de los estadios al público visitante y se intensifican los controles sobre la violencia en el deporte.