El PJ se reorganiza: Sergio Massa y Máximo Kirchner consolidan su alianza mientras Axel Kicillof espera
Sergio Massa y Máximo Kirchner consolidan su alianza y avanzan en el armado electoral; Axel Kicillof espera con apoyo de intendentes.

Máximo Kirchner ratificó su alianza con Sergio Massa
El peronismo entró en la recta final para definir las listas de candidatos de cara a las elecciones bonaerenses de septiembre y las nacionales de octubre. Máximo Kirchner y Sergio Massa consolidan un año más su sociedad política. Axel Kicillof, por su parte, se apoya en el respaldo de casi 40 intendentes y espera el momento para sentarse a negociar. Mientras tanto, en Matheu 130 comenzó a circular una posibilidad: que el espacio se presente bajo un nombre simple y directo, “Peronismo”.
Una vez más, la alianza Kirchner (Cristina y Máximo)–Massa se mantiene firme. El líder del Frente Renovador, que regresó al Partido Justicialista tras la proscripción de la expresidenta, se convirtió en uno de los actores centrales del armado electoral. En su entorno aseguran que la marcha de la semana pasada marcó un punto de inflexión para la unidad del PJ.
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Para avanzar en ese camino, dirigentes del espacio prevén reunirse entre martes y miércoles en la sede partidaria de Matheu 130. El objetivo es consensuar un sistema de selección de candidatos, acuerdos e incorporación de uniones vecinales para cerrar las candidaturas. Pero el trabajo conjunto entre Massa y Máximo Kirchner no es nuevo.
Más allá de que su unión política se consolidó en 2019 para ganarle el Mauricio Macri, la muestra más clara de que esa sociedad todavía vive fue la reunión del Consejo Directivo del PJ el lunes anterior, a la que ambos llegaron juntos. Massa y Kirchner, además, ya habían acordado previamente una posición unificada para ese encuentro. Estuvieron también Ricardo Quintela, Guillermo Moreno, José Mayans, entre otros dirigentes. Axel Kicillof no participó.
La sociedad Kircher-Massa no termina de cautivar a todas las tribus peronistas. De hecho, muchos la señalan como responsables del fracaso de la gestión del tigrense en el Ministerio de Economía y de la posterior derrota electoral contra Javier Milei.
Las principales críticas vienen del sector de Juan Grabois, que al calor de la militancia y de la presencia de sus diputados nacionales y legisladores provinciales, se ganó un lugar en la mesa de decisiones. "Es un coqueteo que empezó hace seis años, y hoy es una alianza muy fuerte", deslizó ante MDZ uno de los diputados de Patria Grande.
En esta tribu ven como Kirchner justifica el fracaso económico de la gestión massista en el Ministerio. No sólo eso, si no que lo escuchan con los mismos argumentos que usa el tigrense para hablar de su gestión: "Fue el ministro en uno de los momentos más difíciles", "primero la pandemia, luego la guerra en Ucrania, la sequía, etc, etc".
El rol de Kicillof: una pieza clave fuera del acuerdo Massa–Kirchner
Kicillof, por ahora, se mantiene al margen del armado conjunto entre Massa y Kirchner, que cuenta con el visto bueno de Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, el gobernador también cuenta con el aval de la expresidenta para jugar su propia carta.
En La Plata observan que el massismo y La Cámpora ya funcionan como "un mismo espacio" dentro del peronismo. La estrategia de Kicillof es sentarse a negociar desde ese bloque común que armaron estos dos dirigentes por un lado y con el Movimiento Derecho al Futuro, el espacio de Kicillof, por otro. Esto es algo que ni Massa ni Máximo estarían dispuestos a aceptar.
Antes de que la Corte Suprema ratificara la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua contra Cristina Kirchner, el gobernador y la expresidenta ya habían conversado. En ese diálogo acordaron establecer una mesa de negociación entre los distintos sectores del peronismo para definir candidaturas. Por entonces, Cristina había anunciado su intención de ser candidata en la tercera sección electoral, aunque ya conocía el inminente fallo del máximo tribunal.
Kicillof espera que Massa y Máximo definan una estructura común antes de sentarse a negociar. Su fuerza cuenta con unos 40 intendentes que buscarán quedarse con el control de los Concejos Deliberantes y ubicar representantes propios en la Legislatura bonaerense. Sin embargo, nadie asegura que la riña por el armado de listas, que esta semana entró en su recta final, vaya a dejar a todos conformes.