El rol clave que podría tener Mendoza en el Plan Nuclear de Javier Milei
Mendoza tiene una larga historia en minería y procesamiento de uranio, así como en la construcción de partes de reactores nucleares. El antecedente negativo y los intereses en juego.
El Gobierno nacional lanzó el Plan Nuclear, un programa para impulsar la energía atómica en el país. Ese programa tiene una confirmación política relevante: Javier Milei retoma una idea impulsada durante el gobierno de Néstor Kirchner para retomar toda la cadena de valor que implica el uso de esa tecnología y que Argentina tiene todos los eslabones. Pero aún no está definido cómo se implementará, si se mantendrá la presencia del Estado como hasta ahora, con la CNEA y las empresas estatales asociadas como líderes o si se privatizará.
Para Mendoza es un dato relevante, pues en la provincia está casi toda la cadena de valor instalada. Incluido el principal problema de las centrales nucleares y la minería relacionada con esa industria, es decir los pasivos ambientales de alto riesgo que están en Sierra Pintada. La Provincia tiene yacimientos de uranio probadamente ricos, una planta de procesamiento para producir el uranio (el mismo Sierra Pintada) y es socia de Dioxitek, la empresa en la que en base al uranio mineral se produce el combustible para las centrales nucleares.
Incluso en Mendoza se producen algunos de los elementos clave de los reactores nucleares modulares que el propio Milei anunció. El primero, que se instala en Buenos Aires (en la localidad de Lima) tiene las partes construidas en IMPSA y es el proyecto que había quedado en duda por el desfinanciamiento de la Comisión Nacional de Energía Atómica.
El plan
En 2004 Argentina comenzó a diagramar su propio plan nuclear, para impulsar esa fuente de generación de energía que ya tenía un desarrollo histórico en el país. Mendoza era eje de esa idea lanzada por Néstor Kirchner, porque tiene reservas de uranio en su cordillera y en San Rafael está la planta de procesamiento, donde se realizaba el proceso de lixiviación para obtener el uranio.
Ese plan tenía obstáculos severos que aún persisten. El Gobierno había intentado reabrir Sierra Pintada, pero la falta de saneamiento de los pasivos ambientales generó una fuerte reacción, con medidas judiciales incluidas. Es que, como contó MDZ; en el lugar hay un volumen de material contaminante enorme. Es, para muchos, el principal problema ambiental de la provincia. Hay 5.223 tambores de 200 litros con material contaminante que fue enviado desde la planta de Dioxitek. A eso se le suma un millón de metros cúbicos de agua con contenidos de uranio, radio y arsénico superiores a los límites admisibles y 14.000 kg de uranio ubicados en las "trincheras" y disuelto en el agua almacenada por efecto de correntías, lluvias e infiltraciones en las antiguas canteras. En Malargüe había pasado algo similar con el Ex Complejo Fabril Malargüe (CFM), donde la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) procesó mineral de uranio entre 1954 y 1986. Pero esa planta y sus pasivos fueron saneados.
La justicia y luego la Provincia prohibieron la reapertura de Sierra Pintada hasta que se solucionen los pasivos ambientales. El plan está a la espera de financiamiento, algo que con Milei quedó en dudas. Pero no es el único freno. La planta funciona con lixiviación y usa ácido sulfúrico, una de las sustancias prohibidas por la le 7722. Sí se autorizó a realizar ese procedimiento para lixiviar y sacar el uranio de las colas que hay en el lugar. Pero la norma mendocina podría ser un obstáculo para el plan de Milei de producir uranio rápidamente. Por eso desde la Nación presionan para que las provincias modifiquen sus normativas, algo que es potestad de los estados subnacionales.
La energía nuclear se había dejado de lado en el mundo, pero la crisis generada por la transición energética, los problemas de abastecimiento de insumos básicos (como el gas) para producir electricidad, generaron un cambio de foco y volvió a ponerse en valor. Javier Milei tomó el tema como propio y lanzó el plan nuclear, que tiene muchas coincidencias con la idea de Néstor Kirchner.
Minería
En el Sur de Mendoza hay reservas probadas de uranio y minas nuevas que tienen ese potencial. Incluso muchas de ellas quedaron dentro del "Malargüe Distrito Minero Occidental". En el ambiente minero hay quienes explican que el potencial de ese metal es una de las razones reales del interés de varios inversores que pusieron el foco en la "Patagonia mendocina". El proyecto Huemul, por ejemplo, está dentro del Distrito y es rico en uranio. Pero no es el único. La CNEA tiene registrados los proyectos Cuesta de los Terneros, Los Reyunos, Dr. Baulies y están activos otros como el propio Huemul, Cerro Butalo, Cerro Mirano y URYCO. Incluso varios proyectos que estaban a nombre de Potasio Río Colorado tienen potencial. Más al Sur, en Neuquén y Río Negro, avanzan también las potenciales inversiones para buscar ese mineral
En cuanto a la alta tecnología, en Mendoza se construyeron algunos de los elementos más importantes del reactor modular Carem. Es la empresa IMPSA la única certificada en el país (una firma asociada a YPF va en el mismo camino) para construir elementos para esa industria, pues tiene hasta naves con atmósfera modificada. Impsa tuvo a su cargo el diseño, fabricación y la provisión del Recipiente de Presión del Reactor Nuclear para el Carem. Es un elemento clave que tiene 11 metros de alto y que su construcción
En la planta industrial de Mendoza hay zonas reservadas. Son, justamente, las que están dedicadas al diseño, prueba y construcción de la planta de energía nuclear. Impsa tiene una larga experiencia en el tema, pues ha participado en Atucha y en la renovación de la central de Embalse. Pero el proyecto Carem es chico, pues tendrá una capacidad de producir 25 megas. Pero puede escalar. Carem es un reactor nuclear “modular”; que podría abastecer de energía a zonas alejadas, plantas industriales o ciudades..
La clave es la seguridad, pues en el proceso de generación no requiere elementos externos que agreguen riesgos. La producción de vapor (que finalmente genera la energía eléctrica) y la circulación de agua se hace por convección natural, sin necesidad de bombas u otros elementos. El reactor Carem es integrado: el circuito primario, los mecanismos de control y parte del circuito secundario (los generadores de vapor) se encuentran contenidos en un único recipiente de presión (RPR). Dentro del RPR, un fenómeno denominado “convección natural” provoca la circulación del agua del circuito primario sin necesidad de utilizar bombas u otros dispositivos. Las diferentes temperaturas que ocurren dentro del recipiente de presión y la ubicación de sus fuentes a distintas alturas generan una circulación natural del agua, haciéndolo independiente y seguro.
El futuro de IMPSA está en riesgo y también el plan. La empresa está al borde de la quiebra y en proceso de reprivatización, para lo cual hay un solo postulante. Se trata de la empresa norteamericana ARC, que busca potenciar a IMPSA como proveedora de grúas y otros elementos pesados.

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