Un triunfo amargo del PJ y derrotas en pueblos del interior de La Pampa
La Pampa logró el objetivo mayor y seguirá siendo peronista, pero los pueblos chicos le dieron la espalda tras décadas de apoyo. Elección con alta asistencia y desde temprano. El factor nacional para lograr el objetivo y el desafío de volver a contagiar en octubre.
Ni Juntos por el Cambio pensaba que la elección que encarnaron esencialmente Martin Berhongaray y Francisco Torroba iba a ser lo cercana al batacazo que no llegó, pero alegró a la oposición. El peronismo sumará entonces 44 años de hegemonía en la gobernación de La Pampa con Sergio Ziliotto a la cabeza tras un triunfo de 47 puntos por sobre los 41 que tenía Juntos por el Cambio. Si bien la reelección no está en duda, en el interior las caras fueron más que largas y las red flags quedarán encendidas.
No fueron pocas las elecciones que perdió el peronismo, llamado "vernismo" por Carlos Verna, el bonaerense dos veces gobernador de La Pampa. El rosario de derrotas completa la decena: perdió las municipalidades de Quemú Quemú, Macachín, Colonia Barón, Catriló, 25 de Mayo, Ingeniero Luiggi, Intendente Alvear La Adela, Alpachiri, Doblas y Miguel Cané.
Los casos son diversos, pero en algunos, los militantes quedaron boquiabiertos con los resultados que logró la oposición. En Santa Rosa el susto fue total: el FreJuPa oficialista con Luciando Di Napoli llegó a la victoria con un 43.8%, seguido por Juntos por el Cambio que obtiene un 40.9% en la boleta de Francisco Torroba. No alcanzó con el voto de la primera candidata trans al FIT de izquierda con Brunella Vladimira Montes poniendo cuerpo a la boleta.
La Pampa va a seguir siendo peronista, pero el interior le dejó en claro a Ziliotto que hay pendientes y que los localismos pesarán en 2025 si no hay mejoras. El gobernador logró el objetivo macro, pero sabe que la capital llegó pidiendo la escupidera y que los pueblos del interior le dieron la espalda.
Es una imagen del país que viene, la alternancia y los resultados inesperados. Quién hubiera pensado que tras 37 años y ganando la provincia, los habitantes de Quemú Quemú iban a querer torcer la historia, o los de Macachín tras tantos años de hegemonía vernista.
La política se enfrenta ahora el difícil desafío de contagiar con una elección terminada, la espuma nacional. Quién va a militar ahora la boleta de un peronismo nacional atomizado en dos, tres o cuatro listas, o por lo contrario, qué libertario impondrá la boleta de Javier Milei tras haber descartado competir en La Pampa.
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