La Nación no saldó la deuda y aumenta la presión sobre el precio del boleto
La Nación le adeuda a Mendoza más de 7 mil millones de pesos y Milei no autorizó los pagos. Hay inquietud en las empresas y la Provincia tiene en revisión los costos. Qué puede pasar.
Cambió el Gobierno, Javier Milei ajustó las cuentas y condicionó el accionar de las provincias. Hay, también, algunas realidades que no cambiaron o, incluso, se profundizaron. Mendoza, por ejemplo, volvió a quedar afuera del pago de los subsidios nacionales del transporte y está camino a cerrar el año con un saldo de más de 7 mil millones de pesos que la Nación adeuda. Se trata de recursos que deberían sostener parte del costo del transporte y que la Provincia transfiere automáticamente a las empresas. Esa cadena está rota y los problemas se agudizan.
En el medio, hay dudas sobre el futuro inmediato por el aumento exponencial de los costos del servicio, pues los combustibles pegaron un salto enorme. En Mendoza, el sistema de transporte es administrado por el Estado y la decisión que deberá tomar Alfredo Cornejo es cuánto traslada del aumento a la tarifa y cuánto a más subsidios.
Recalculando
El nuevo panorama hizo recalcular todo, pues Rodolfo Suarez le había "hecho el favor" a Cornejo de adelantar el aumento de la tarifa de transporte para que desde febrero el boleto cueste 200 pesos. Pero esa suba ya quedó vieja por el impacto de la devaluación. Y el tema quedó en revisión permanente.
Todo indica que habrá un nuevo esquema de aumentos de la tarifa del transporte, en consonancia con lo que pasa a nivel nacional. Solo con la inercia de aumentos, el precio del boleto podría hasta duplicarse en los próximos meses, según las estimaciones. Es la suba que hubo en algunos de los costos más sensibles, como el combustible. Para la provincia, la disyuntiva es compleja, pues o es aumentar el boleto, o absorben con recursos del tesoro en un contexto de menor recaudación real.
Desde el 2005, el Estado provincial administra el sistema de transporte urbano en el Gran Mendoza. Se paga por kilómetro recorrido y el Gobierno es quien recauda, paga y decide los valores. En realidad, el costo es uno y la decisión política más importante es cuánto se transfiere a la tarifa (el precio del boleto) y cuánto se absorbe con rentas generales, es decir, a través de subsidios. El "tesoro" provincial absorbe gran parte de ese costo, el boleto representa cerca de un 10% y la Nación debería pagar otra porción. Pero este año ese subsidio federal no llegó en tiempo y forma.
El Gobierno nacional informó que había liberado recursos para las provincias, pero no incluyó a Mendoza. Existe el "crédito a favor", pero no el dinero. En las empresas de transporte, nucleadas en AUTAM, hay inquietud porque esa cadena está interrumpida. Y ocurre en un momento de aumento exponencial de la demanda del servicio, pues cada vez más mendocinos usan el colectivo para movilizarse. Incluso hubo un pedido de "regular" la respuesta a ese aumento de la demanda porque cada kilómetro extra que se recorre, es más gasto para el Estado. En ese contexto, parece complejo que se salde la deuda antes del cierre del año.