Perdida salarial

Malestar en los estatales bonaerenses por la no convocatoria del nuevo ministro a paritarias

A una semana de la asunción de Walter Correa como ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, los gremios estatales esperan el llamado. Septiembre viene con aumentos que desinflaran aún más el bolsillo de los trabajadores.

José Luis Carut
José Luis Carut martes, 30 de agosto de 2022 · 22:36 hs
Malestar en los estatales bonaerenses por la no convocatoria del nuevo ministro a paritarias

Pasó una semana desde que Walter Correa jurara como ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, los gremios estatales siguen esperando que los convoque para adelantar la cláusula de actualización salarial prevista para finales de septiembre. La anterior ministra de Trabajo de Axel Kicillof, Mara Ruiz Malec, se reunió el 16 de agosto por Zoom con los representantes de los gremios que engloban al universo de los trabajadores estatales, docentes y judiciales bonaerenses, con quienes había acordado hacerles una propuesta la semana pasada.

Lo que no sabían los gremialistas estatales, era que la ministra aceptaría la propuesta que le hizo ese mismo día el titular de la AFIP, Carlos Castagneto, para que se sume a su equipo. Lo acordado con la ahora exministra, de juntarse nuevamente en una semana para llevar una propuesta, había sido ratificado por el gobierno de Kicillof. Hasta se llegó a plantear el pago de una suma fija en concepto de compensación salarial para achicar la pérdida del salario ante la inflación fuera de control; algo rechazado por algunos gremios.

Lo cierto es que el plazo pedido por la exministra expiró y los teléfonos siguen sin sonar. El 24 de agosto en la jura de Walter Correa como nuevo ministro de Trabajo bonaerense,  los representantes gremiales se fueron con la promesa de un pronto llamado para rediscutir salarios.

El flamante titular de la cartera laboral de la provincia de Buenos Aires es de extracción sindical. Desde el año 2004 es el secretario general del Sindicato Obreros Curtidores de la República Argentina. Ahora, en uso de licencia.

Por lo bajo, algunos gremialistas dicen que Correa está más preocupado por la situación procesal de Cristina que por el salario de los estatales. El sábado se lo vio forcejeando con la policía de la Ciudad, junto al gobernador y al resto de los integrantes del Gabinete bonaerense en la esquina del edificio donde vive la vicepresidenta.

Un reconocido dirigente gremial le dijo a MDZ: “Parece que Correa está ocupado en ser parte de la guardia pretoriana de Cristina. Los plazos se vencen y nuestros teléfonos no suenan. Se fue agosto, las bases no dan más y las caritas las ponemos nosotros con nuestros delegados”.

En tanto, una de las gremialistas docentes, afirmó: “La verdad no sabemos con quién hablar, porque de los que estaban en paritarias con Mara (Ruiz Malec) no quedó ninguno. Y los que vinieron con Correa hasta ahora no los conocemos”.

En diálogo con MDZ, el secretario gremial de UPCN, Diego Retola, afirmó que todavía están esperando el llamado del nuevo ministro, y agregó: “Si no nos llaman en estos días presentaremos una nota para que nos convoquen a discutir paritarias. Lo cierto es que la semana pasada se venció el plazo que nos pidió en su momento Ruiz Malec. UPCN no está hablando de medidas de fuerza, pero la situación de los trabajadores no está bien. Ya van varios meses que venimos perdiendo contra la inflación”.

En cuanto a la suma fija que ofrecería el Gobierno bonaerense, Retola dijo: "No tuvimos más contacto. Mi contacto era con Mara y su equipo. La postura de UPCN es clara, no queremos una suma fija porque achata la pirámide salarial”.

Agosto se va y los gremios siguen deshojando la margarita, esperando el llamado del gobierno de Kicillof. Mientras tanto, los sueldos pierden por goleada ante la inflación, prevista por las consultoras privadas para este año cercana a los 3 dígitos. El acuerdo del 60% de aumento en mayo quedó corto. Por más que haya una cláusula de revisión prevista para finales de septiembre sino apuran la convocatoria a los gremios y hacen una oferta que por lo menos emparde a la inflación real; el malestar de las bases se va a sentir, más sabiendo que septiembre viene con una catarata de aumentos.

Lo llamativo es que ante la falta de diálogo, la presión ejercida por los trabajadores (que ven como sus haberes se diluyen ante la inflación) y el transitar de una de las peores crisis económicas que atraviesa la Argentina ninguno de los gremios que representa a los estatales bonaerenses hable de medidas de fuerza.

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