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100 años de YPF con faltante de gasoil y gas

La empresa estatal cumple 100 años en un contexto complicado: falta de gasoil, de inversión para aprovechar las reservas y juicios millonarios en contra. Las hipocresías de los que estuvieron a favor de privatizarla y de estatizarla.

MDZ Política
MDZ Política viernes, 3 de junio de 2022 · 11:30 hs
100 años de YPF con faltante de gasoil y gas
El día en que Cristina anunció la estatización de YPF por lo que se pagó una suma enorme. Foto: Télam

En Tecnópolis, el Gobierno celebrará los 100 años de fundación de YPF, empresa que fuera creada por Hipólito Irigoyen en el año 1922. En el acto se encuentran por primera vez, luego tres meses, el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Enfrascada Cristina a través de sus laderos más fanáticos y fieles en desacreditar a Alberto Fernández y sus ministros cercanos, especialmente Martín Guzmán, al punto de intentar apurar la salida del ministro de Economía. Este objetivo, contra todo pronóstico, todavía no se ha podido concretar.

No sólo en eso se centra el accionar kirchnerista, sino insólitamente en despegarse de la creación política cristinista, es decir la unción de Alberto Fernández como presidente. Hoy pretenden aparecer como opositores, desligados de toda responsabilidad de la gestión presidencial. Insólito.

Los 100 años encuentra a la petrolera estatal con algunos déficits importantes y en un riesgo judicial inquietante. En medio de una fría ola polar anticipada, escasea el gasoil en numerosas ciudades del país. La actividad productiva, la no  concurrencia a las escuelas por parte de alrededor de 300.000 alumnos, y la dificultad de miles de usuarios particulares, son la consecuencia directa y concreta del déficit del combustible.

YPF cumple 100 años. 

Inédito e inexplicable para la “soberanía energética” vociferada por los ultra K y los camporistas, cuando nacionalizaron o estatizaron nuevamente a YPF. Lo sorprendente de ello fue y es que uno de los voceros más enfáticos de la gesta es Oscar Parrilli, miembro informante del justicialismo cuando Menem decidió la privatización de la petrolera. Contradicciones que no interesan frente a la prevalencia del relato en relación a la realidad.

Es importante que YPF sea estatal. Pero lo más trascendente es que sea gestionada eficazmente, que en su momento fuera privatizada y con argumentación enfática por un informante Parrilli, posteriormente converso a cualquier fundamento en su nacionalización. Contradicciones frecuentes que ya no asombran, sino causar pesar.

Y en la reestatizacion, pagada a valor exagerado por Axel Kicillof,  por ineficacia en el acto y gestión administrativa quedaron contingencias graves, hoy visibilizadas en un juicio contra YPF en Nueva York, incoada  por el fondo Burford por un monto superior a 7.500 millones de dólares. Lo insólito es que la familia Eskenazy, los expertos en mercados regulados impulsados, en su momento por Néstor Kirchner para ser accionistas de la empresa, aportando muy poco capital propio y la mayoría con utilidades de la empresa y anticipos de las mismas, “cedieron” sus derechos al fondo. Las perspectivas en el resultado del juicio no son alentadoras. Raro y sospechoso.

El centenario encuentra también al país con faltante de gas, que hay que cubrir con importación a precios exorbitantes por el aumento del valor del producto debido a la guerra entre Rusia y Ucrania. El gas que abunda en Vaca Muerta, no se aprovecha. Es que requiere de un gasoducto que permita distribuirlo en el país y, además, plantas que permitan ejecutar el proceso extractivo para luego exportarlo. El Gobierno anunció había comenzado la obra del gasoducto, pero eso nunca sucedió y todo está paralizado por renuncia del presidente del organismo a cargo de la construcción (renuncia que varias fuentes adjudican a la tarea obstructiva de La Cámpora fundamentalmente).

100 años; cantidad de años impactante, lamentablemente teñidos en la actualidad de impericia gestionaría, faltante de lo que en recursos en realidad sobra, el peligro de un juicio complicado y la sombra de la feroz pelea política entre Cristina y Alberto. Triste patetismo argentino.

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