Negativa

Argentina y el FMI ya especulan cuándo se incumplirá el Facilidades Extendidas

A una semana de cerrado y aprobado en el board del organismo, se sabe que la inflación pactada será mayor. Se abrió el debate sobre cuándo podría caerse lo que obligará a las partes a renegociar.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño jueves, 31 de marzo de 2022 · 13:34 hs
Argentina y el FMI ya especulan cuándo se incumplirá el Facilidades Extendidas
Foto: Télam

Argentina sabe que el "Facilidades Extendidas" que se firmó la semana pasada en Washington no se cumplirá y se conoce cuál será la primer variable (no la única) que el país no cumplirá. Obviamente será la inflación donde el Ministerio de Economía pactó un 48% máximo para el 2022, y el Gobierno quiere defender ahora una anualizado de 55%; cuando los privados pronostican 60%.

El problema para el Ejecutivo local es que la misión fiscalizadora llegará a Buenos Aires antes de lo previsto; ya que los controladores de Washington estarán revisando números y porcentajes en mayo, y no entre julio y agosto. Sin embargo, la discusión de fondo ya no es este incumplimiento puntual; sino algo más profundo: cuándo las partes deberán renegociar el Facilidades Extendidas en su totalidad, ya que tanto el gobierno argentino como el FMI saben que el cumplimiento durante los 12 años de vigencia es una utopía. Es más, es igual de imposible que la primera parte de 2,5 años para cerrar los pagos del Stand By, tampoco se cumplirá.

Hay algo inevitable entonces: más tarde o más temprano en el tiempo de extensión del contrato, Argentina no cumplirá. En algún momento de los 12 años de vigencia del acuerdo, Argentina no podrá contener en azul todas las metas de variables económicas y financieras comprometidas en el acuerdo, y deberá renegociar un waiver primero y una discusión general de un nuevo Facilidades Extendidas después.

Pensar que un país como Argentina, que tiene el 90% de sus acuerdos históricos con el FMI incumplidos, pueda completar exitosamente el plan con el organismo más exigente de su historia; es casi una utopía. Especulando entonces en que durante los próximos dos años y medio el Facilidades Extendidas caería porque Argentina no cumpliría con las metas firmadas, se podría ya comenzar a pensar en el período exacto en que esto ocurriría.

El Facilidades Extendidas cerrado con Argentina, y que hoy cumple siete días de vigencia, está armado con un esquema de dos etapas, con una primera de 2,5 años que culmina en el segundo semestre de 2024; para dar lugar a otros 9,5 años de inicio del Facilidades Extendidas propiamente dicha. En la primera etapa existían unas 11 revisiones trimestrales; las que, si se cumple lo pactado, darían lugar a una posible renegociación de las condiciones para el primer semestre del 2015. Lo que seguramente no sucederá. Según declaró hace unas semanas el ex director

Esta situación llevaría a lo que el exdirector gerente para el Hemisferio Occidental, Claudio Loser, describió como una situación donde "cada tres meses la Argentina va a tener que salvarse del default". El argentino que más lejos llegó dentro del FMI, expuso así la realidad que cada trimestre comenzando a contar desde el segundo de este año, el Gobierno de Alberto Fernández estará dando examen de comportamiento fiscal, financiero, monetario, cambiario e inflacionario. Demasiado para una gestión en plena crisis interna y que incluye un accionista mayoritario (el kirchnerismo), enemigo de público número uno de los que se está por firmar.

Si se tiene en cuenta que habrá entonces 11 exámenes hasta diciembre del año próximo, y que el oficialismo entrará en campaña electoral a más tardar en el segundo trimestre del próximo año; desde el período marzo- junio del 2023, los parámetros duros y ajustadores del acuerdo con el FMI probablemente serán imposibles de aceptar para un kirchnerismo que buscará legitimarse con los votos; seguramente con un candidato propio que batalle en una interna contra el albertismo.

Se ingresará así en el tiempo donde seguramente cumplir con las metas que se firmarán con el FMI se tornará muy difícil. Casi imposible, teniendo en cuenta el compromiso de lograr un desequilibrio fiscal primario por de 1,5% del PBI; luego de desembarcar de un 2022 con un nivel de 2,5%. Y esto, sin aumentar ingresos y continuando siendo paria internacional para conseguir deuda blanda.

En medio de una campaña, reducir el desequilibrio en un punto del PBI a partir de la contracción del gasto público, es para el kirchnerismo en acción una herejía. Seguramente entonces desde el segundo semestre del año próximo, será el tiempo donde el acuerdo con el Fondo entrará en crisis. Y, en consecuencia, el tiempo de la renegociación. El problema es que será además tiempo de elecciones presidenciales y de definiciones terminales sobre el futuro del país; momentos en los que además la coalición oficialista se debatirá mucho más que la supervivencia política de un proyecto de poder. Lo que se especula desde Washington, y coinciden los economistas privados, es que para ese momento las partes acordarán algún tipo de "pax" suspendiendo el Facilidades Extendidas, pero sin que el país ingrese en default; a la espera que en el país haya un gobierno con la capacidad de cerrar un acuerdo de largo plazo. Algo que no ocurre, quizá, en las más de seis décadas de relación entre en el país y el FMI.

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