Operación bebé, la Iglesia en campaña y máxima tensión institucional

¿Operación bebé?

El Gobierno nacional vivió la semana más crítica. Y eso que Alberto Fernández ha tenido momentos delicados por mala gestión: desde los problemas económicos irresueltos, hasta el mal manejo de la pandemia y las mentiras con el plan de vacunación, son parte de los pergaminos negativos. Pero el impacto de la fiesta clandestina realizada en la Quinta de Olivos fue un golpe duro. Tanto que no lo asimilaron y hasta ensayaron mentiras para justificarlo. 

A última hora de ayer otra foto fue clave: estando en Misiones, Fabiola Yáñez se fotografió con sus manos en la panza, en un típico gesto de una mujer embarazada. La escena no parece casual y hay distintas interpretaciones. Los más desconfiados apuntan a la "operación bebé", como una maniobra para intentar desviar el eje de discusión sobre la pareja presidencial. Eso, sin confirmar ni desmentir que Fabiola esté embarazada. 

La iglesia se mete en la campaña

En Mendoza las elecciones primarias tienen varias particularidades. Una de ellas es que hay empresarios que se animaron a la carrera electoral y hay dos frentes en los que tienen representación. Uno es Cambia Ya, dentro de Cambia Mendoza, el sector que le da pelea interna al "trío de gobernadores" integrados por Alfredo Cornejo, Julio Cobos y Rodolfo Suarez. El otro es el Partido Federal, que encabeza el titular del CONINAGRO, Carlos Iannizzotto. En esa lista hay varios empresarios, pero también referentes de los credos. El propio Iannizzotto tiene llegada a la Iglesia. 

En medio de la campaña, los candidatos de ese frente han recorrido empresas, organizaciones afines y otros lugares. Uno de los encuentros más importantes tuvo que ver con la Iglesia, que se mete en la campaña: Iannizzotto y sus candidatos se reunieron con el arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo. En el encuentro también estuvo la candidata y periodista Laura Carbonari, quien también tiene mucha llegada a la iglesia católica. 

Qué hice la cuarentena pasada

La crisis presidencial por la foto de la fiesta clandestina de Fabiola Yáñez y Alberto Fernández preocupó a muchos otros dirigentes en todo el país. Es que las excepciones a las normas de confinamiento no fueron exclusivas del Presidente. Por eso más de un gobernador está nervioso y pidió revisar redes sociales, libros y cualquier resquicio para tratar de ver si hay algún cabo suelto. En Mendoza, por ejemplo, hay familiares de dirigentes de primera línea que participaron de fiestas clandestinas y, en aquel momento, hasta las promocionaron. En plena campaña hay equipos dedicados a revisar posibles problemas de ese tipo.

Máxima tensión

Mendoza está en máxima tensión institucional. Todo lo que se preveía cuando comenzó la investigación por las sospechas de corrupción sobre el juez Walter Bento, se confirmaron. El juez está procesado, sigue en su cargo y tiene el control de las elecciones. Usó el poder para "jugar" con los candidatos y las listas. Primero rechazó tratar la impugnación de Rodolfo Suarez y lo puso en capilla. Aprobó las colectoras, como se preveía, y envió una compulsa penal contra el Gobernador. Al mismo tiempo presentó un duro descargo político ante el Consejo de la Magistratura. 

Las aguas no están quietas. Luego de la sesión del viernes del Consejo comienzan a traslucirse las estrategias de "precaución" de cada sector político. Todo indica que a Bento "le sueltan la mano", pero lentamente. Pero incluso nadie descarta otro camino. 

En el medio el tema, que fue revelado producto de investigaciones periodísticas de MDZ, comienza a nacionalizarse.