La obra del siglo

Con una sorpresiva voz en contra, llega un momento clave para Portezuelo del Viento

Fiscalía de Estado emitirá su dictamen tras una serie de presentaciones que buscan frenar la obra. Las objeciones de Alfredo Cornejo por el riesgo jurídico de adjudicar el proyecto. El Gobernador decidió seguir, pero en un cruce con los chinos de Sinhydro estuvo a punto de hacer caer la licitación.

Marcelo Arce
Marcelo Arce jueves, 12 de agosto de 2021 · 07:01 hs
Con una sorpresiva voz en contra, llega un momento clave para Portezuelo del Viento

Portezuelo del Viento, la obra más grande y a su vez más controvertida, encontrará en los próximos días una de sus definiciones importantes. Se estima que antes del próximo viernes el Fiscal de Estado, Fernando Simón, emita su dictamen sobre la conveniencia de seguir adelante o no con el proceso, luego de que una serie de presentaciones realizadas ante ese organismo buscaran detenerlo.

Tres cuestiones al menos son las que resolverá el Fiscal luego de las demandas presentadas por los juristas Alejandro Pérez Hualde y Miguel Mathus Escorihuela y por el referente de la Asamblea del Agua, Marcelo Giraud, entre otras. En la Fiscalía están cuestionados, por un lado, el proceso licitatorio en sí por la existencia de un solo oferente, el consorcio Malal-hue, que fue protagonista asimismo de una particular mejora de oferta cuando la licitación estuvo a punto de caerse. Además, también está bajo análisis la variación de los caudales del Río Grande que impactará en el llenado de la presa, pero fundamentalmente afectaría la generación de energía a futuro que es la llave del negocio de la construcción de la represa. Y existe un punto más: Simón está decidiendo si existe o no riesgo de eventuales conflictos judiciales a futuro, que pondrían en riesgo a Mendoza ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

De las tres, esta última es la que más preocupa. No solo por lo que podría llegar a determinar el Fiscal de Estado, sino porque es también uno de los frentes internos que Rodolfo Suarez está afrontando en la actualidad. Y no es un planteo menor: Alfredo Cornejo está convencido que el mejor camino es no concretar Portezuelo del Viento y hacer uso de la opción que la provincia acordó con el gobierno nacional en 2019, que estableció que los recursos que la Nación se compromete a enviar a Mendoza puede resultar afectados tanto a construir la mega presa en el Sur como ser destinado a otras obras hídricas.

La objeción está basada en el aspecto jurídico que Simón debe resolver. Cornejo fue quien firmó el acta acuerdo con Mauricio Macri en la que está establecido que la provincia, para adjudicar la obra, debe tener aprobados en el Coirco (Comité Interjurisdiccional del Rio Colorado) los estudios de impacto ambiental que en la actualidad no tiene y que difícilmente obtenga antes del momento de la adjudicación. Y a futuro quizás tampoco, si antes Alberto Fernández no define políticamente qué hacer con este tema y no se acallan los reclamos de La Pampa. Si Mendoza avanza, entiende, quedará sujeta con seguridad a un planteo pampeano y una sentencia en contra de la Corte.

Por ahí ronda el planteo de Pérez Hualde. "La Corte Suprema ha paralizado obras en Santa Cruz, en Neuquén y en San Juan. A mi lo que me preocupa es el riesgo procesal de hoy, en este momento esta licitación se puede detener sin más costos de los que hemos incurrido. Si se adjudica no se va a poder frenar sin pagar daños y perjuicios y si se contrata ni le digo, probablemente haya que pagar el lucro cesante", es lo que sostiene el exjuez de la Suprema Corte.   

Suarez y Cornejo vienen hablando del tema. El Gobernador está decidido a seguir adelante bajo el argumento de que existen cláusulas de garantía que evitarán perjuicios económicos a futuro, que Mendoza logrará imponer su postura en el Coirco y que, en definitiva, podría llegara pasar un año y medio entre el momento de la adjudicación y que la provincia empiece a poner plata. Con lo cual, argumenta, existiría tiempo suficiente como para remediar cualquier eventualidad jurídica que surja.

El cuestionamiento de juristas que está a punto de resolverse en la Fiscalía y las diferencias puertas adentro, sin embargo, no son los únicos frentes abiertos que tiene Suarez por la "obra del siglo". Un grupo de cámaras empresarias le envió una carta al gobernador reclamándole que no avance, pedido que fue desestimado. El gobierno entienden que en el relamo de Carlos Achetoni (presidente de la Federación Agraria Argentina), de Alfredo Cecchi (FEM), de Eduardo Sancho (Acovi) y de Carlos Iannizzotto (Coninagro), entre otros, responde a pataleos que provienen desde el Sur realizado por empresas que quedarán fuera del reparto de los beneficios que promete Portezuelo.

Como se sabe, quien está al frente del consorcio que se quiere quedar con el proyecto es la asiática Sinohydro, cabeza de la UTE Malal- hue, que además integra otro gigante oriental, China Gezhouba Group Corporation, y completan la mendocina Impsa, que tendrá a cargo el sistema hidroeléctrico de la represa y dos conocidas del medio local: Ceosa y Obras Andinas que se ocuparán del resto de las obras complementarias que también implican una inversión millonaria. Si resulta adjudicado, el líder asiático de la obra se quedará con el 46% de la participación en el consorcio, Impsa con el 22% y las otras dos empresas locales con el 16% cada una.

Este único oferente en la licitación, luego de haber hecho inicialmente una oferta muy por encima del presupuesto oficial de 1.023 millones de dólares, terminó proponiendo a instancias del Poder Ejecutivo una rebaja de precios que en la actualidad está bajo análisis oficial y que no se resolverá antes de los seis meses. La empresa terminó ofreciendo una reducción del 22,6% a las distintas ofertas que realizó en un primer momento, que en concreto representaron más de 200 millones de dólares menos de lo que originalmente había ofrecido. El resultado de esa negociación tuvo ribetes escandalosos: existen poquísimos antecedentes en licitaciones de esta envergadura en donde, ante un pedido de mejora de oferta, la rebaja sea de más del 20%.

El punto fue que la veintena de representantes chinos de Sibohyro que viene trabajando en Mendoza desde hace meses expresaron en su momento la preocupación por la inestabilidad política en la Argentina que podría generar, en este caso particular, que Alberto Fernández dejara de pagar las cuotas del acuerdo que suscribió Macri con Mendoza y que son la base del financiamiento de la obra. Pero básicamente el consorcio oferente planteó sus reparos por la cotización del dólar que se iba a tomar y a que la provincia le termine pagando la obra en pesos. “¿Dónde vamos a cambiar los dólares? ¿En la arboleda?”, increpaban los asiáticos a las autoridades provinciales en un dificultoso castellano, buscando hacer referencia a los clásicos “arbolitos”.

Alberto intervino. El embajador de nuestro país en China, Sabino Vaca Narvaja, se reunió unos días antes del vencimiento del plazo para la mejora de oferta con los directivos de Sinohydro en ese país, y le garantizaron a la empresa asiática que no iba a enfrentar problemas con el tipo de cambio y que los pagos se iban a realizar en dólares. La propuesta fue que los chinos podrían terminar cambiando los dólares que recibirían para hacer la obra a través del dólar MEP o dólar Bolsa, que consiste en la posibilidad de comprar bonos en pesos para después canjearlos por dólares. Una operatoria similar, a la que había adoptado en su momento el gobierno nacional para negociar con los fondos de inversión.

Ese tire y afloje con los chinos fe durísimo. Tanto así, que a horas de que la fecha prevista de cierre de ofertas Suarez pateó el tablero. Irrumpió en la sala en la cual sus funcionarios estaban discutiendo con los chinos y casi a los gritos les comunicó su decisión de hacer caer la licitación de Portezuelo. Nada de eso ocurrió en ese momento y el gobernador apuesta a que algo así tampoco suceda en el futuro. Sin embargo, hasta el momento en que se coloque la primera piedra, todo lo que rodea a este mega proyecto es incertidumbre.

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