Elecciones

Punto de partida: cómo arrancan posicionados los principales candidatos

Con los candidatos ya oficializados, la elección tiene algunos choques fuertes. Quién arranca mejor posicionado y quién tiene menos que perder.

Pablo Icardi
Pablo Icardi sábado, 31 de julio de 2021 · 11:54 hs
Punto de partida: cómo arrancan posicionados los principales candidatos
Pelea de fondo. Anabel Fernández Sagasti y Alfredo Cornejo se enfrentan por primera vez cara a cara en las urnas.

Alfredo Cornejo es el "padre" del proyecto y fue gobernador en 2015 con un 47%. Rodolfo Suarez ganó en 2019 con casi el 52% y hoy es el dirigente con mejor imagen. Julio Cobos fue gobernador en 2003 con una elección ajustada, pero es el dirigente con más empatía electoral y hasta ahora no perdió ninguna contienda. El frente Cambia Mendoza puso en las boletas todo lo que tenía, con una estrategia casi aritmética: sumar dirigentes con buena imagen, experiencia y, sobre todo, los que mejor miden en las encuestas. Claro que la política no es matemática; pero para Cornejo y Suarez, los artífices de la estrategia, todo suma. 

Anabel Fernández Sagasti consiguió, con un desgaste grande en el trabajo hacia adentro, que todos los sectores con alguna cuota de poder dentro del PJ tengan presencia en la lista. La idea previa de dejarla sola para encarar lo que se veía como la quinta derrota consecutiva del peronismo en Mendoza no fue tan contundente. El objetivo inicial del Frente de Todos es tratar de no bajar de la elección del 2019, buscando acercarse al 35% y la esperanza que algún cambio en la "energía" nacional les juegue a favor. Recursos no le van a faltar. Y paciencia a Fernández Sagasti tampoco. El DNI sigue jugando a favor de la senadora para tener paciencia hacia el futuro y la senaduría que puede lograr este año será más estratégica que nunca por los 6 años que supone ese cargo. 

Anabel Fernández Sagasti, la cabeza del PJ en Mendoza.

El punto de partida de las elecciones es así: Cambia Mendoza corre con ventaja y como favorito. Dudan si podrán volver a atravesar la barrera de los 50 puntos y tienen un fetiche: la diferencia con el PJ. Cornejo tiene de recuerdo una remera. El radicalismo de Godoy Cruz estampó en casacas blancas la diferencia que le sacó al peronismo en las elecciones de 2011 y 2015 en ese departamento. Pero además del morbo, de la diferencia que saquen dependerá también la cantidad de legisladores que ingresen y cómo se reestructure el poder.

Cambia Mendoza tiene más que perder que el peronismo en ese sentido, ya que terminan su mandato muchos legisladores propios y aliados.  El Frente de Todos está en plan de reordenamiento. Anabel Fernández Sagasti trata de mostrarse cauta. Sin orden interno, asegura, no hay posibilidades de reenamorar a los mendocinos que hace una década no le da votos de confianza. El apego a Cristina fue su piso y trampolín, pero es también un techo que no ha logrado romper. 

En el medio, las atomizadas fuerzas políticas que pelean por ser una tercera fuerza tienen problemas para ser competitivas. Eso, en el punto de inicio de la campaña. 

Suarez es el dirigente con mejor imagen.

En los primeros planos de las listas hay caras recontra conocidas. Tanto que les costará innovar, convencer y reenamorar. Hay candidaturas emparejadas, incluso. Fernández Sagasti y Cornejo son los duros de las listas y cada uno tiene un bloque de votantes fanáticos, incondicionales que son partidarios del "todo o nada". En segundo plano, quedaron los moderados: Julio Cobos y Adolfo Bermejos, los niños buenos de la política, los buenos vecinos. Sumado en el mismo sentido el propio Suarez. 

Hacia adentro de las listas hay peculiaridades. Una de ellas es la ponderación de los profesionales de la salud. En tiempos de pandemia los médicos son de las personas más valoradas por la sociedad. No es casual, entonces, que las listas se hayan plagado de guardapolvos blancos. El oficialismo tiene dos médicos del sector público en los primeros lugares de las listas, que se suman a dos intendentes que tienen la misma profesión. El PJ apunta a lo mismo y, por ejemplo, tiene a su propio "Facundo Manes". Se trata de David Genco, candidato a concejal de Maipú que es neurólogo y no tiene experiencia política. 

Pelea de fondo

El enfrentamiento entre Sagasti y Cornejo es atractivo. Con pesos políticos y trayectorias distintas, son los dos dirigentes de mayor poder en la provincia. El ex intendente la chicanea con la falta de experiencia, la presidenta del PJ le responde con el DNI y su fecha de nacimiento.

Los primeros cruces indirectos se vivieron en MDZ Radio, cuando la referente del PJ apuró al radical con alguna metáfora futbolera y lo acusó de "querer ir al escritorio" para ensuciar las elecciones. Apuntaba a la idea de impugnar las colectoras que tiene el oficialismo. 

Es la primera vez que ambos se van a enfrentar cara a cara en una elección. No tienen simpatías políticas, más bien todo lo contrario. Pero sí alguna admiración reconocida detrás de escena. Y ambos son animales políticos, con ambición y con la idea de construir proyectos de poder. Claro, con recorridos distintos: cuando Anabel Fernández Sagasti aún no salía del colegio, Cornejo comenzaba a armar el mecano de poder que lo pondría en 2015 como gobernador. 

En el lanzamiento de las candidaturas el oficialismo local buscó "mendocinizar" el discurso y apuntar a un contraste con la Nación, sobre todo en el manejo de la pandemia. Pero el propio Cornejo dijo que lo legislativo no le seduce y por eso difícilmente sea una campaña de "propuestas", para convertirse en un debate de consignas. De hecho en Juntos por el cambio tensan la cuerda para mencionar que está en juego la institucionalidad. De allí surge la consigna de "los siete" diputados que le faltan al Frente de Todos para tener la mayoría absoluta. 

El peronismo local abona la teoría de apoyarse en la Nación. De la misma manera que se espera una bajada de recursos, funcionarios  y anuncios en voz de Anabel candidata, también se arraiga el mensaje. Allí hay lealtad: aunque sabe que hoy es piantavotos, por ahora la candidata del PJ no tomará distancia del Gobierno nacional. La esperanza está puesta en que mejoren losindicadores económicos (algo cada vez más difuso) y que la pandemia ceda. 

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