Crónicas económicas

La reglamentación de Ganancias y qué pasará con la inflación

Ganancias: la AFIP llegó a tiempo. Inflación en tenue baja en mayo; pero con temores para junio. El costo de la pandemia. ¿Cómo absorber pesos?

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño lunes, 14 de junio de 2021 · 10:59 hs
La reglamentación de Ganancias y qué pasará con la inflación
Mercedes Marcó del Pont Foto: Télam (@AFIPcomunica)

Ganancias: más vale tarde que nunca

Finalmente, y quizá con dos meses de retraso (al menos la promesa oficial de aplicarlo desde la liquidación de los salarios de abril), el gobierno terminó de reglamentar la baja en la presión de Ganancias para los trabajadores en relación de dependencia que cobren hasta 150.000 pesos mensuales, y la devolución del retroactivo cobrado de más entre enero y mayo. Con esto, el beneficio estará operativo desde la liquidación de los sueldos de junio y para el pago del primer medio aguinaldo del año; medida que alcanzaría a aproximadamente 1,2 millones de empleados anotados ante la AFIP como trabajadores de la cuarta categoría de Ganancias. Con esto el gobierno avanza en el primer paso en la estrategia de recuperación del poder adquisitivo de los salarios, mirando de reojo ya las elecciones de noviembre. En términos laborales, lo que espera el oficialismo es optimista. El gobierno está esperanzado en que para el momento de ir a votar en las legislativas de noviembre (y antes en las PASO de septiembre), el salario no esté en los niveles actuales de fuerte pérdida contra la inflación. Se asegura que para ese momento, la situación de los salarios de los trabajadores en relación de dependencia tenderá a la mejora radical hacia fin de año por una combinación triple. Además de la mejora en Ganancias, se considera que el índice del IPC que mide el INDEC, tenderá a un ritmo de crecimiento de 2% para los últimos meses del año, dos puntos porcentuales menos que los registrados en los primeros cuatro meses del 2021. Se espera además que para el último trimestre del año, las paritarias estén en plena ejecución, y con resultados concretos en los sueldos. Y que, en todo caso, la discusión sea si se habilitan o no las cláusulas gatillo o de revisión, dependiendo de los gremios que hayan negociado. La orden política que llegó desde el Senado, es que los sueldos este año no pierdan contra la inflación, y que, como mínimo, le empaten. Y que en el momento de ir a votar, la sensación sea de recuperación del poder de compra de los sueldos. Todo dependerá entonces del nivel de dominio que el gobierno demuestre sobre la inflación. Para esto el IPC debería ubicarse por debajo del 2%.

¿Se viene la calma con la inflación?

Los precios de alimentos no dejan de subir, pero...

El miércoles se conocerá el resultado final del Índice de Precios al Consumidor (IPC) medido según el INDEC; y, según todas las estimaciones privadas, se ubicaría por debajo del 4,1% registrado en abril. Y mucho menos que el 4,8% de marzo, quizá compitiéndole al 3,6% de febrero, pero seguramente lejos del 3,9% de enero. Si se confirmara un resultado cercano al 3,5%, sería el dato más bajo del año. Lo seguro es que le permitirá al gobierno mostrar una reducción del ritmo de incremento en los precios por tercer mes consecutivo; aún con un nivel de crecimiento importante. Los datos finales se analizarán el miércoles, pero lo seguro es que nuevamente habrá una presión fuerte en el dato de alzas en los alimentos. Este rubro en particular no le dará respiro al público. Se calcula que en las primeras dos semanas de junio, el rubro alimentos y bebidas ya subió 2,2%, ante la presión por la liberación de muchos productos que antes figuraban en los listados de Precios Máximos. Este será un mes complicado para el IPC. Además de estas alzas en alimentos y bebidas, también hay incrementos provocados por la autorización a incrementar las tarifas de gas en 6%.

El daño de las restricciones

Son tiempos en que las consultoras se concentran en analizar los efectos, ya finales, de la pandemia en la economía argentina. Y de mensurar el daño que las restricciones provocaron en la estructura productiva del país. En este sentido, y según el último informe del Instituto Argentino de Análisis fiscal (IARAF), en tres años se perdieron tres meses de producción. Según la consultora, y si bien menciona que la actividad se está recuperando, "es un hecho que hace varios años atraviesa un contexto recesivo" y para cuantificar la magnitud de la caída tomando como referencia "la producción realizada en los 12 meses transcurridos entre abril de 2017 y marzo de 2018" la producción estuvo 5%, 7% y 14% debajo del año de referencia en cada uno de los últimos 3 períodos, respectivamente. para el IARAF, "si se acumula esta menor producción de cada período, se obtiene que equivale al 26% de la producción del año base". Expresado en meses, esta cifra equivale a 3,1 meses de producción del año base. Esta sería una consecuencia de mensurar la caída provocada por las restricciones a la actividad económica general. Habrá que ver cuando comience el proceso (gracias a Dios inevitable) de recuperación del segundo semestre, la velocidad de recuperación de la producción industrial y el comercio interior, para luego saber el lapso de tiempo que demandará recuperar el PBI perdido.

Las dudas que genera "la maquinita"

Desde el Banco Central de la República Argentina (BCRA), se impulsaron restricciones y reglamentaciones para contener las consecuencias de la expansión monetaria; tanto del año pasado, como la que se espera para el 2021. Las principales consultoras del país analizan que se trata de una casi obligación oficial de contención de la cantidad de dinero físico en circulación. Según lo que analiza el último informe de Ecolatina, "el año pasado, la pandemia generó un escenario extremo e inesperado que gatilló respuestas inéditas por parte de la política fiscal y monetaria. La necesidad de asistencia a familias y empresas, de gastos extraordinarios en salud y la caída de la recaudación por el desplome de la actividad dispararon el déficit primario, que finalizó en 6,5% del PBI" y que si bien "este año, la cautela de las medidas fiscales está primando por sobre la expansión, haciendo que el déficit primario en el primer cuatrimestre se asemeje al de 2018, en tanto el rojo financiero es el menor desde 2016, por lo menos" pero que "a pesar de eso, la incertidumbre sobre el avance de la pandemia y la situación financiera genera dudas sobre la sostenibilidad de un Estado sobre-endeudado y su capacidad de financiarse sin apelar a la 'maquinita'”. A partir de esto el BCRA modificó la regulación de los encajes bancarios, dejando a las entidades del sector comprar más instrumentos del Tesoro de los que la normativa previa habilitaba, pudiendo utilizarlos como respaldo del dinero de los depositantes. Este cambio llevó a muchos ahorristas a cuestionar el riesgo del sistema financiero. Y Ecolatina se pregunta "¿cómo debemos interpretar esta medida? ¿Es una búsqueda por aumentar el rojo fiscal? ¿O la continuidad de un camino de cautela? ¿La política está tomando un giro expansivo?". Según la consultora, "podemos decir que se vienen consiguiendo buenos resultados en este frente: sin subir la tasa, mantiene un rollover promedio de 115% hasta mayo (127% si consideramos también los recursos captados en la primera licitación de junio)". 

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