Contagios de coronavirus

La segunda ola golpea en Mendoza y ya se estudian restricciones

Rodolfo Suarez se reunirá este lunes con los intendentes, alarmado no solo por la suba de contagios sino también por la velocidad con que se reproducen. Están en carpeta la reducción de la movilidad y restricciones nocturnas como primeras medidas de prevención. Los datos que más preocupan.

Marcelo Arce
Marcelo Arce domingo, 4 de abril de 2021 · 06:56 hs
La segunda ola golpea en Mendoza y ya se estudian restricciones
Foto: Prensa Gobernación

Sin lugar a dudas que en Mendoza nos enfrentamos a horas de definiciones. Hasta hace unos días solamente, el gobierno de Rodolfo Suarez venía comunicando en dosis el avance de la pandemia, pero a esta altura ya no existen dudas: la segunda ola de contagios de coronavirus ya está golpeando a la provincia, su virulencia podría incrementarse en el corto plazo y la necesidad de tomar medidas de prevención se ha vuelto una decisión irreversible.

No está claro todavía cuál será el grado de las restricciones que se adoptarán y un panorama comenzará a vislumbrarse desde el lunes cuando, en una reunión pautada desde el viernes, el gobernador reciba a los intendentes a las 10 de la mañana en la Casa de Gobierno. Varias cuestiones se pueden anticipar de ese encuentro. Si bien todavía nadie adelanta cuales serán las medidas a tomar, los datos del avance de los contagios con los que cuenta el ministerio de Salud pueden ayudar bastante para entender lo que se viene.

Uno: todos esperaban el impacto de la segunda ola, pero la aguardaban en coincidencia con la llegada de los primeros fríos. No que sucediera a esta altura de finales de marzo y principios de abril, cuando el termómetro está marcando jornadas de más de 25 grados promedio. Otro: la velocidad con la que se está transmitiendo el virus en esta segunda etapa de impacto fuerte sorprendió a las autoridades. Este fenómeno ya se detectó en el área metropolitana de Buenos Aires y en otras provincias, pero los vasos comunicantes que tiene Mendoza con el resto del país marcan que es cuestión de tiempo para que el ritmo de transmisión del virus se acelere también aquí.

Pero lo más importante está en un par aspectos que Suarez ya tiene claro. Casi como un calco de lo que ocurrió el año pasado, el Covid-19 está castigando al grupo etario que va desde los 20 a los 49 años y es allí en donde se está registrando hoy la mayoría de los contagios. La concentración más fuerte de transmisión de la enfermedad está en las personas de entre 30 y 40 años. Por otra parte, si bien se han detectado clusters de contagio en el ámbito laboral, el foco de transmisión fuerte continúa ubicado en los lugares en donde la gente relaja las medidas sanitarias de prevención y en dónde las personas no toman los recaudos necesarios. Es decir, lugares de encuentro nocturnos o bares, por ejemplo. Por eso es que no es muy difícil aventurar que la gradualidad de medidas que se avecinan, comenzarán por restringir la movilidad y por limitar la actividad nocturna en los departamentos.

Para el encuentro clave de mañana, no se puede soslayar el condimento político. Ya se dijo que Suarez analiza restricciones vinculadas a la movilidad de las personas, pero no se moverá del eje de que estas medidas no terminen afectando al desarrollo económico. Tiene algo de viento de cola en esta instancia para sostener esa postura: los intendentes, en líneas generales, están de acuerdo en que las decisiones que se adopten sean tomadas en conjunto y además ya casi no existen las posturas rígidas, como en su momento la tuvo el sanrafelino Emir Félix, quien consideraba que la única opción para contener el avance del virus era la implementación de la Fase 1.

Para decidir, el gobierno y los intendentes analizarán además otra serie de variables fundamentales. Una de ellas es el nivel de positividad,.es decir, la cantidad de resultados positivos que arrojan los testeos. Estos claramente han aumentado en los últimos días y una prueba de ellos es la imagen vista de la gran cantidad de gente haciendo cola en los hospitales para hisoparse. La positividad se mantuvo por debajo del 15% durante los últimos tres meses, pero en la ultima semana superó el 20% y llegó, incluso, al 23% el pasado viernes.

El otro indicador está dado por la situación en los hospitales. Como la mayoría de los contagios se está registrando por ahora en personas jóvenes (que por lo general no presentan síntomas y no requieren internación) las ocupación de camas de terapia intensiva todavía es holgada. Pero no lo será por mucho tiempo mas: Salud comenzará a acotar desde esta semana la actividad en los centros de asistencia, reprogramando cirugías por caso, para tener mayor disponibilidad de esas camas.

Y por supuesto están las vacunas. Mendoza lleva vacunado solamente al 0,9% de su población con las dos dosis y alcanzó hasta ahora a inocular al 6,7% con una sola aplicación de las distintas fórmulas que tuvo disponibles. En ese sentido, en total han sido vacunadas hasta el momento 153.013 personas, de las cuáles 134.818 han recibido una dosis y solo 18.195 han logrado completar la totalidad del proceso. Casi el 85% del personal de Salud que se inscribió ya está protegido, restan alrededor de 10.000 mayores de 70 años cuya primera dosis la tendrán disponible esta semana y, con la legada de un lote de la vacuna Sinopharm, es muy probable que desde el lunes comience la inscripción para que accedan los mayores de 60. Al sector docente lograron aplicarles la cantidad suficiente de vacunas para cubrir al nivel inicial, pero el resto deberá esperar. Como muchos otros sectores y por lo que ya se sabe: Mendoza está siguiendo el criterio nacional que determinó que, ante la falta de vacunas, lo recomendable es aplicar la mayor cantidad de primeras dosis y postergar para tres meses o más el segundo pinchazo.

Otro de los aspectos clave que se tendrá en cuanta a la hora de decidir qué hacer, Suarez esperaba tenerlo resuelto antes de este lunes pero el coronavirus arruinó esa expectativa. El gobernador estaba muy pendiente del encuentro que este sábado iban a mantener Alberto Fernández con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en donde se apuntaba a trazar el camino de las restricciones para el AMBA en medio de dos posiciones disímiles. Por un lado, según trascendió el viernes, la provincia de Buenos Aires que apostaba a implementar una vuelta a la Fase 1 en algunos distritos por un período de entre una semana y diez días. Y por el otro, la Ciudad, que había optado por ir de a poco, con medidas que fueran restringiendo la circulación en un principio y después evaluar la necesidad de aplicar medidas más duras.

Esa reunión se frustró luego de que el presidente fuera diagnosticado como positivo de Covid-19. Pero se impone que la semana próxima, si su estado de salud lo permite, el presidente vuelva a consultar a los gobernadores ya que desde hace más de diez días el contacto entre la Nación y la provincia por este tema ha sido prácticamente nulo.

Francia, Alemania, Italia, entre otros países europeos, han vuelto a confinamientos duros en las últimas semanas. Basta ver lo que sucede en los países de alrededor de la Argentina, para comprobar que la situación es explosiva. Y no solo en Brasil, que desde hace más de un mes es el foco de preocupación global por la expansión del virus. En Uruguay, las muertes ya son más de 1.000 y la amenaza latente es el colapso del sistema de salud. El país ya tiene un 70% de sus camas de terapia intensiva ocupadas aunque a esta altura está vacunado casi el 20% de la población. El presidente Luis Lacalle Pou es reticente todavía a tomar medidas y endurecer los controles, a pesar de las presiones, entre otras, de los gremios docentes que reclaman por la suspensión de las clases presenciales.

En Chile el cuadro es más grave y las restricciones son fuertes. A partir del lunes se cerrarán de manera total las fronteras del país por un lapso de 30 días y se estima que durante estos primeros días del mes de abril más del 80% de la población (sobre todo los que viven en la zona metropolitana de Santiago) se encuentra en cuarentena total que incluye, entre otras medidas, un toque de queda entre las 21 y las 5 de la mañana. Todo esto, pese de que Chile es protagonista de una de las campañas más exitosas de vacunación en el mundo con casi 7 millones de personas inoculadas hasta hoy.

Si algo demostró la experiencia acumulada en el 2020, es que en esta pandemia las verdades no son duraderas y que la realidad se va construyendo día a día. Tanto es así, que es muy probable que este lunes notemos algunas ausencias importantes (entre intendentes y funcionarios de gobierno) que o bien ya resultaron positivos de coronavirus o bien están esperando el resultado del hisopado porque durante el fin de semana presentaron síntomas. Como definió uno de los hombres importantes del gobierno que está en la mesa de toma de decisiones, perplejo ante lo que se viene. "Cuando teníamos las respuestas, nos cambiaron las preguntas”, se quejó amargamente, rescatando del recuerdo aquella recordada frase de Mario Benedetti.