A pesar de la foto

Máximo Kirchner y Alberto Fernández ya chocan de frente en la interna del Frente de Todos

La asunción de Máximo Kirchner en el PJ y el discurso del Presidente en la ocasión ya no pueden ocultar que uno piensa diametralmente distinto del otro sobre qué hacer y qué construir de cara al futuro. Sin conducciones claras, el Frente de Todos se encamina a esconder todo debajo de la unidad.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare domingo, 19 de diciembre de 2021 · 16:01 hs
Máximo Kirchner y Alberto Fernández ya chocan de frente en la interna del Frente de Todos
Máximo Kirchner asumió al frente del PJ con la presencia de Alberto Fernández.

La asunción de Máximo Kirchner al frente del PJ no es otra cosa que la necesidad de todos los actores del frente gobernante de mantener la unidad a toda costa, inclusive la coherencia y las creencias políticas y personales. 

No hubo alegría en la mañana del sábado en San Vicente. Sólo una tibia aceptación de que hay cosas que son inevitables. Como que hasta que no haya un rebote económico de tal magnitud que modifique el humor social, el oficialismo deberá mantener las formas, aceptar hasta el extremo sus diferencias y contener de cualquier manera posibles futuras fugas que lo debiliten definitivamente. 

Sergio Massa, quien no estuvo en la emblemática Quinta donde convivieron Juan y Eva Perón y él mismo supo escuchar a Eduardo Duhalde como jefe político del territorio bonaerense, estaba cansado, extenuado. ¿De sus aliados también?

Quizás no muchos lo entendieron a Gustavo Menéndez cuando, sugestivamente, remarcó los atributos que tenía el presidente del PJ bonaerense. "Diálogo, consenso, mirada estratégica", resaltó. Todas virtudes que, se sabe, el hijo de los dos presidentes no tiene. Y lo volvió a repetir el sábado, cuando además remarcó que Kirchner no fue electo por ser el "hijo de".

Uno de los que más bregó para que se realizara la unidad cuando empezó a convocar a todos y todas a su provincia, San Luis, fue Alberto Rodríguez Sáa. Sin embargo, ahora está más que desilusionado, casi defraudado. Irónico, en medio de una reunión de consejo partidario, delante de Wado De Pedro y Alberto Fernández, entre otros, dijo que la "academia sueca del Premio Nobel está viendo a la Argentina y en particular al Partido Justicialista, a sus apoderados y autoridades, porque han hecho algo que transforman las matemáticas de una manera increíble".

"Han superado a Pitágoras, Einstein y Newton. Se presentaron avales para una lista y en una increíble interpretación ganó la otra que tenía menos", dijo en clara referencia a lo que ocurrió en la Provincia de Buenos Aires y que también lleva aparejado otras múltiples situaciones sobre qué hacer con el gobierno nacional, la negociación con el FMI y otros diversos temas. 

Ayer, en San Vicente, fue todo distensión. No hubo reproches ni públicos ni privados. "Ya bastante tuvieron con la noche complicada del jueves", le dijo a MDZ uno de los que estuvo en una de las dos reuniones más abiertas que hubo. "No estamos bien, todos tenemos un reproche, pero no vamos a romper", simplificó otro. 

Es que la compleja situación que derivó en el rechazo del presupuesto por parte de una mayoría opositora no fue más que "la concatenación de una serie de situaciones que no podían terminar de otra manera", según confesó uno de los que más interactuó en la jornada del jueves al sábado a la mañana. 

Las miradas contrapuestas atraviesan todos los ámbitos. Ya nadie tiene dudas que el peronismo de la Provincia de Buenos Aires estará en manos de un dirigente "sin ganas de sumar sino de consolidar para adelante". Es que creen que la intención del jefe de La Cámpora de integrarse al peronismo fue mutando según pasaron los meses y se profundizó tras la derrota de septiembre y noviembre último.

A principio de año, algunos intendentes y hasta los militantes del nonato albertismo le brindaban a Máximo Kirchner una cuota de confianza en su criterio. "No puede hacerle entender a los pibes que lo rodean que con La Cámpora no alcanza y por eso viene al peronismo... Los va a ir licuando como lo hizo su padre, Néstor", se entusiasmaba.

Sin embargo, eso no pasó. Y la decisión de imponer a sus dirigentes en la mayoría de los distritos de la Provincia como primeros candidatos a concejales lo expuso mucho más. Así, La Matanza, Avellaneda, General San Martín, Ituzaingó, Hurlingham, y Tigre, entre otras localidades, tuvieron que vivir momentos de tensión extrema a pesar que sus jefes comunales responden al peronismo. En Lanús, la interna terminó a los tiros y con denuncia entre las partes.

El pésimo resultado de las PASO puso las cosas más complicadas para Kirchner, quien además de presionar a sus aliados directos también negó que participen otros sectores en una PASO que todos sabían que iba a ganar. Tanto es así que eso provocó la airada reacción de Sergio Berni en la noche del 14 de septiembre, donde los insultos y los gritos casi los llevan a las manos con quien luego bautizaron como "mínimo". 

Por esto, ni el gobierno nacional ni el provincial pueden parar las tensiones constantes. Sucedió en el último cambio inducido en el gabinete de Axel Kicillof. Sin margen para decir que no, la promesa política de Cristina Fernández de Kirchner tuvo que deshacerse de dos personas de su extrema confianza, como Agustina Vila y Federico Thea. Además, incorporó a dos pesos pesados como Alberto Sileoni, en Educación, y Rodolfo D´Onofrio, en Transporte.

Este último es un referente de Sergio Massa, quien le arrancó una secretaría a su amigo Leonardo Nardini, ya que Transporte estaba bajo su órbita de influencia. El intendente interino de Malvinas Argentinas protestó, pero siempre en función de la unidad no hizo un escándalo, aunque dejó en claro su enojo.

Nardini prefería que su aliado en la Primera Sección electoral, Gustavo Menéndez, de licencia en Merlo, estuviera en ese gabinete. No pudo. Quizás conduzca el Grupo Banco Provincia, con sus importantes resortes de Seguros, ART y Salud, entre otros emprendimientos comerciales. 

Días atrás, un diálogo con uno de los protagonistas de la conexión Alberto - Máximo- Cristina - Massa, expuso la complejidad de la continuidad de la paz en el Frente de Todos por la postura ante el FMI y con el ministro Martín Guzmán, a quien ni Massa ni los Kirchner lo quieren ni lo entienden. "Si se despegan del acuerdo, todo vuela por los aires", escuchó la fuente de MDZ

"No hay margen... El presidente entendió que si no se pone firme no puede seguir y lo está haciendo", relató. La madrugada del viernes lo dejó atónito. Y con más preguntas que certezas sobre su propio porvenir. 

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