El "hombre gato"

Juicio a Gil Pereg: "Quizá sufrió brotes psicóticos y puede sufrirlos en el futuro"

A las puertas de un posible veredicto, los testigos que declararon este martes ofrecieron más opiniones sobre la salud mental de Gil Pereg, y coincidieron en que es peligroso. El acusado por el doble crimen podría declarar en minutos. Las deliberaciones del jurado están a punto de comenzar.

Facundo García
Facundo García martes, 2 de noviembre de 2021 · 12:30 hs

Tras un inicio intrincado, el último día de audiencias con testigos en el juicio contra Nicolás Gil Pereg ofreció más datos fascinantes sobre la mente del acusado. El "hombre gato" de Mendoza siguió las instancias desde una sala aledaña, y se cree que podría hablar en los próximos minutos, aunque con Pereg nunca se sabe.

La primera declarante del día fue la doctora Laura Victoria Hanna, del cuerpo médico forense. La profesional -que tiene 25 años de experiencia- formó parte del primer equipo de especialistas que evaluó al detenido en la cárcel, cuando Pereg los observaba desde adentro de su celda.

"Era muy inquietante cuando te clavaba la mirada, y eso que nosotros estamos acostumbrados a tratar con delincuentes y asesinos. No puedo establecer si durante el hecho por el que lo juzgan él estaba lúcido, porque la entrevista fue posterior y lo que se nos pidió fue analizar su condición en esa instancia".

Pereg durante una de las audiencias preliminares.

Durante aquel encuentro en la cárcel, Hanna y sus colegas llegaron a la conclusión de que Pereg padecía un trastorno de la personalidad esquizotípico. "Sus funciones están conservadas, distingue la criminalidad de los actos, pero tiene rasgos que hace que sea difícil adaptase a los cambios y convivir socialmente. Además, es factible que haya tenido brotes anteriores y que los tenga en el futuro, pero eso es difícil de anticipar".

Hanna continuó: "tras más de una hora con él, notamos que Pereg contestaba cuando quería, pero no estaba delirante. No maullaba y mantenía un hilo conductor. Percibí que él hablaba de sus gatos como sus hijos; aunque sabía que no era un gato y que le gustaría serlo. No tenía una fractura con la realidad. El delirante, en cambio, está convencido de que es un gato". 

Obviamente, por lo bajo la gran pregunta que sobrevolaba la sala era si existía la posibilidad de que Pereg comprendiera lo que hizo cuando asesinó a su madre Phyria Saroussy y a su tía Lily Pereg. "A mi entender -señaló Hanna- él puede haber tenido brotes psicóticos anteriores, pero no es lo que se nos pidió evaluar cuando lo visitamos en la cárcel. Por lo tanto, no es algo que pueda afirmar".

A su turno, la fiscalía preguntó si de haber sufrido Gil Pereg un brote en la fecha en que fueron asesinadas las víctimas, la doctora Hanna habría podido detectar signos cuando lo entrevistó, dos semanas después. "Yo supongo que si hubiese ocurrido eso, habríamos encontrado restos de ese brote cuando lo evaluamos", dijo.

En cinco minutos declarará Mariano Castex, un testigo clave en la causa. Ampliaremos.

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