Opinión

Aunque no gane, el juego limpio también suma votos

En el #Wok de hoy:  Entre la indiferencia generalizada por unas PASO que no definen casi nada y el compromiso de muchos que ni siquiera pujan por un cargo electivo, se hacen realidad algunos avances institucionales para garantizar una política más transparente + La ley de financiamiento de partidos políticos, la "ficha limpia", las ong que fiscalizan y los medios que se unen contra las "fake news", son un puñado de pasos claves para el fortalecimiento democrático.  

sábado, 3 de agosto de 2019 · 10:14 hs

[ Maridaje / Musicaliza esta columna Max Richter con su tema The end of all our exploring ]

Naturalizada la corrupción en el país, al punto que no hay encuesta que lo destaque como el tema que desvive a los argentinos e incluso en un contexto donde se frivoliza -o directamente se omite- el caso de los Cuadernos (172 procesados, 7 presos y 31 arrepentidos), pareciera que no hay margen para introducir el juego limpio en la política nacional.

Error. Sí lo hay. Son unos cuantos los proyectos, iniciativas, leyes y hasta movidas quijotescas que van en sentido contrario de esa sensación generalizada de alta tolerancia a la corrupción. Pulseadas que certifican que es posible un cambio real, no ese que se transformó en una consigna de campaña y poco más. Un cambio de reglas de juego que garanticen que no haya gato por liebre ni antes ni después de las urnas. 

Poniendo & registrando. La Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos, reglamentada el 1º de julio, estableció que los partidos políticos tienen que informar quiénes aportaron a sus campañas electorales. Esta norma estipula que cada empresa puede donar hasta un 2% del total de gastos autorizados para la campaña, mismo límite que rige para los aportes personales. A su vez se prohíben las donaciones en efectivo, por lo que todos los recursos tienen que estar debidamente bancarizados.

Esta ley, que tuvo tantos peros y duras batallas hasta hacerse realidad, hoy se traduce en un registro público que cualquiera puede chequear ingresando al sitio de la Cámara Nacional Electoral y al apartado Registro de Aportantes y Financiamiento Partidario. Allí, destaca el ítem Consulta pública de aportes, donde se detalla el destino del aporte, aportante con su cuil/cuit, distrito, agrupación a la que se aporta, modalidad (transferencia bancaria, electrónica o cheque), monto y banco de origen.

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Los aportes que constan actualmente no superan los $10 millones, siendo la coalición oficial Juntos por el Cambio la que más dinero ha recibido. En cuanto a cantidad de donaciones, aunque en montos más bien bajos, son los partidos de izquierda los que más veces figuran. Hasta el momento es mínimo lo recibido por el Frente de Todos, a través de este sistema público y transparente. 

Con ficha limpia, sí. El próximo martes, a escasos cinco días de las PASO, las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia apurarán la discusión del proyecto que apunta a prohibir a quienes fueron condenados por casos de corrupción a que se presenten como candidatos a cargos electivos. El debate se remonta a noviembre del 2017 cuando se logró un dictamen que no suscribió el kirchnerismo pero sí el Frente Renovador que, vaivenes políticos mediante, terminó dentro del actual Frente de Todos.

En una suerte de síntesis de lo que plantean más de una docena de proyectos (entre ellos uno del mendocino Luis Petri), se propone la prohibición a presentarse como candidatos a condenados en segunda instancia por los delitos de cohecho y tráfico de influencias; malversación de caudales públicos; negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas; a acusados por exacciones ilegales; enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados; encubrimiento; fraude en perjuicio de la administración pública; y traición y delitos que afecten la paz y dignidad de la Nación.

Un “filtro” que hasta ahora siempre sólo ha sido discursivo y con escasa condena pública, lo que no ha impedido a más de un candidato “flojito de papeles” presentarse e incluso salir victorioso.

Un camino sin baches sospechosos. Este jueves, la Cámara Nacional Electoral (CNE) firmó una acordada en la que le solicita al Poder Ejecutivo que garantice la transparencia del escrutinio provisorio de las PASO. Esto, a partir de las numerosos dudas que para muchos se desprenden del nuevo proceso de digitalización y transmisión de los telegramas que van de las escuelas al Correo.

Cuando se hizo un simulacro el 20 de julio, surgieron planteos de la Asociación Permanente por los Derechos Humanos, pero también de parte del peronismo y de Consenso Federal. De ahí que esta resolución de la CNE establezca una serie de medidas para que cumplan el Correo oficial y la Dirección Nacional Electoral.

Uno de esos pasos es arbitrar un mecanismo de acreditación previa de los fiscales partidarios autorizados a presenciar el escaneo y transmisión desde los establecimientos de votación. Esos fiscales tendrán que estar debidamente identificados mediante credenciales expedidas por el Correo Oficial. En todos los lugares de votación deberán estar a la vista cada uno de los pasos de este proceso de recolección de la información básica de los comicios. La promesa oficial es que a la medianoche del 11 de agosto estará escrutado el 90% de los votos.

El reverso de los hechos. A estas acciones más amplias e institucionales, se le agregan otras desde el campo ciudadano que también funcionan como imprescindibles lupas. Es el caso de la red Ser Fiscal, una ong que desde hace una década se dedica a sumar ciudadanos comunes a lo largo y ancho de todo el país para que participen como fiscales y ayuden a evitar el fraude electoral. Para hacer realidad este “tercer ojo” existe un acuerdo previo con las distintas fuerzas políticas para coordinar la fiscalización y cumplir con lo que establece la Ley Nacional Electoral.

Otro jugador importante en esta tarea de garantizar el proceso electoral es el sitio Chequeado, el cual no sólo trabaja a diario en una lucha contra las fake news sino también para cotejar las supuestas verdades reveladas de los candidatos que, contrastadas con los datos duros de la realidad, se desvanecen rápidamente y sólo quedan flotando como pirotecnia verbal que igualmente aporta su cuota de confusión.

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En este contexto surgió Reverso, un proyecto colaborativo que impulsan y coordinan Chequeado, AFP Factual, First Draft y Pop-Up Newsroom. Más de 80 medios (entre ellos MDZ) que se unen para luchar contra la desinformación a través de chequeos que se van publicando en simultáneo por todos los asociados.

El repaso realizado para el #Wok de hoy permite, después de numerosas luchas sectoriales e individuales, ciudadanas e institucionales, constatar que se van fortaleciendo los mecanismos de control electoral y la transparencia de sus procesos lo que, en definitiva, redunda en una democracia de mayor calidad. Obviamente, todavía no alcanza para el vaso lleno, pero sin todos estos pasos no habría ni siquiera vaso.

#ElResaltador

Con la lógica de los videojuegos

  • "El sistema educativo mundial se ha convertido en un laboratorio donde se concretan distintos experimentos de aprendizaje con tecnología digital, probando distintas formas de incentivar a los alumnos con modelos cada vez más sofisticados de lectura. Las nuevas herramientas permiten obtener un conocimiento elaborado acerca de cómo aprenden los alumnos. Todo esto potenciado por la inteligencia artificial que está generando un gran atajo a partir de mecanismos que vuelven a modelos muy antiguos o que habíamos empezado a dejar atrás... Este fenómeno llamado gamificación se da cuando un chico inicia una actividad en una plataforma -en el caso de las educativas referido al aprendizaje- y recibe pequeños empujoncitos: un puntaje, una medalla, un mensaje de logro, etc... que reproduce la lógica de los videojuegos. Toda esta lógica que alienta a seguir haciendo ejercicios para pasar a la siguiente etapa es muy tentadora, pero también es riesgosa porque bajo ella no se genera en el que aprende un proceso de apropiación.. Si uno proyecta ese escenario puede ser peligroso porque estamos reemplazando el aprendizaje tradicional centrado en la obligación por un sistema de microincentivos cada vez más perfeccionados".

[ Axel Rivas, investigador y docente, autor del libro ¿Quién controla el futuro de la educación? ]

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#Solapa

Los secretos de los ministros de Economía, de Liliana Franco (Sudamericana, 216 páginas, $619)

  • ¿Cómo se gestó la salida de Luis Caputo del Banco Central? ¿A qué ministro apodan Chocoarroz? ¿Qué hizo Boudou con su despacho? ¿Cómo recuerdan en el Ministerio a Lavagna, Prat-Gay, Kicillof y Nielsen? ¿Cómo fueron las eternas peleas con el FMI? ¿Quién fue el mejor y el peor jefe? La preocupación por la economía ocupa los primeros puestos de las encuestas porque -para bien o para mal- afecta la vida cotidiana y determina nuestro futuro. A su manera, las historias que cuenta en este libro una gran conocedora de la Casa Rosada como lo es Liliana Franco muestran un costado desconocido de las formas en que los gobernantes y sus funcionarios más cercanos ejercen el poder y sus efectos más que evidentes. 
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#LaDataFlora

  • 1.000 millones de jóvenes tienen riesgo de sufrir pérdidas de audición por escuchar música muy alta.

  • 43 millones de personas de entre 12 y 35 años ya tienen daños.

  • La peculiaridad de esta hipoacusia por exposición continuada a ruido es que dificulta la inteligibilidad de la palabra hablada.

  • A los 40 años se están manifestando trastornos típicos de personas de 60.

  • Para evitar el daño, se recomienda que si hay una exposición a 100 decibeles (dB) no se debería hacer por más de un cuarto de hora al día. Y si se hace a 110, no más de un minuto.

  • Para detectar el daño auditivo, la Academia Americana de Pediatría recomienda que entre los 11 y los 14 años y entre los 15 y los 17 se realice una evaluación.

  • Especialistas sugieren la regla del "60-60". Consiste en no escuchar música con reproductores personales más de una hora al día y a un nivel máximo del 60% de la capacidad de sonido del dispositivo.

Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS)

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