Acomodos sofisticados

Ingresos por concursos pero hechos a medida

Una funcionaria política que durante la gestión de Alfredo Cornejo se desempeñó en el Ministerio de Salud fue ratificada esta semana en un cargo de planta permanente. Lo hizo por concurso, pero con una serie de particularidades que tienden un manto de sospechas sobre todo el sistema.

Mariano Bustos
Mariano Bustos domingo, 26 de enero de 2020 · 11:59 hs
Ingresos por concursos pero hechos a medida

Sin lugar a dudas la implementación de concursos para ingresar a la planta permanente del Estado es un paso trascendental para brindar transparencia e igualdad de oportunidades. El concurso debe ser el único camino para conseguir estabilidad en el Estado, pero si los mismos terminan fraguando se convertirán en una simple herramienta para legitimar acomodos. Por eso es importante que no se repitan casos sospechosos como el de la abogada Pamela Cuartara.

Cuartara entró a la gestión pública de la mano del gobierno de Alfredo Cornejo y tuvo un cargo político en el Ministerio de Salud. Allí se desempeñó como directora de Asuntos Jurídicos y en 2018 la nombraron jefa de Gabinete de ese mismo ministerio, donde se desempeñó hasta el 28 de junio del 2019

Se trata de una funcionaria ligada al gobierno de turno pero que, curiosamente, hoy se encuentra en planta permanente. Sucede que, dos días antes de que presentara su dimisión, a Pamela Cuartara la nombraron de forma interina en un puesto de planta en la Asesoría de Gobierno. El decreto de designación se firmó el 26 de junio, dos días antes del límite dispuesto por la ley de responsabilidad fiscal.

Según se puede leer en el decreto 1417 firmado por el exgobernador Alfredo Cornejo, el nombramiento era de carácter transitorio hasta que el puesto se cubra por concurso, cosa que curiosamente sucedió a los pocos días de su designación.

El Ministerio de Gobierno llamó a un concurso para dos cargos de planta permanente en la Asesoría de Gobierno y uno de los puestos a cubrir era el que desempeñaba Cuartara. Lo llamativo es que el concurso no fue abierto, sino que solo podían participar las personas que ya estaban trabajando en ese área. Entre ellas, la recientemente ingresada quien esta semana quedó confirmada de forma efectiva como Jefa de Departamento con clase 11.

Este tipo de maniobras tiende un manto de sospechas sobre todo el sistema y atenta contra el espíritu del mismo. Sobre todo si se tiene en cuenta que no es el único caso de estas características.

"Construir capacidades estatales requiere proceso arduo en el tiempo. Si no se robustecen en el tiempo, la excepción siguen siendo la regla", explicó hace tres meses en MDZ Radio el director del Programa de Gestión Pública del CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), Gonzalo Dieguez.

"Construir capacidad estatal es un proceso complejo a lo largo del tiempo y no tiene rédito político en el corto plazo. Pero se traduce en mayores y mejores políticas públicas de calidad. Y eso la ciudadanía lo visualiza en mayor o medio plazo", afirmó Dieguez. Y aclaró que "solo con llamar a concurso no alcanza, aunque es una condición necesaria"

Pero la senda del concurso es sinuosa y se encuentra llena de posibles atajos que se deben evitar. Si la excepción se convierte en regla, el concurso deja de ser una garantía de competencia igualitaria para transformarse en un mecanismo de legitimación de acomodos políticos. "Buena parte de la biblioteca lo llama buropatología", sostuvo Dieguez.

Un ejemplo de ello son las designaciones interinas que le otorgan una ventaja a ese empleado ante un eventual concurso, como es el caso de Cuartara.  

 "Lo mejor es llamar a concurso antes de cubrir el cargo. Lo que plantea la ley es eso", manifestó Dieguez en una entrevista realizada el 20 de octubre.

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