Ritual que limpia tu hogar y atrae abundancia

Un vaso con agua y sal es el camino para que la abundancia circule en tu hogar. Este simple ritual se conecta con una costumbre ancestral que busca limpiar la energía y la prosperidad. Es dar intención a tu vida y un toque de positividad a tu entorno.

Un ritual ancestral

La sal ha tenido un valor especial desde tiempos remotos. Fue moneda de intercambio y símbolo de pureza, por eso su nombre se refleja en la palabra salario. Más allá de su uso en la cocina, se le atribuye la capacidad de absorber vibraciones pesadas y crear una barrera protectora. Colocarla en agua es una manera de traer esa fuerza a los espacios de descanso.

Para realizar el ritual, elige un vaso de cristal limpio y llénalo hasta tres cuartas partes con agua. Añade tres cucharadas de sal y mezcla con calma hasta que los cristales se disuelvan. Esa preparación se convierte en un receptor que trabaja mientras duermes, tomando lo que sobra en el ambiente y dejando una sensación de ligereza en el aire.

Coloca el vaso en tu habitación, cerca de la cama pero nunca debajo. La idea es que durante la noche el agua y la sal actúen como un imán que atrae la negatividad y permita que la energía positiva fluya sin trabas. Al amanecer, tira el contenido y lava el vaso para que esté listo si deseas repetir el proceso.