Mondongo casero: el guiso reconfortante que no puede faltar en tu mesa

El mondongo es mucho más que un simple guiso; es un plato profundamente enraizado en la tradición culinaria de muchos países de América Latina, el Caribe y algunas regiones de España. En su forma más básica, consiste en un guiso preparado con tripa de res (mondongo), cocida lentamente junto a vegetales, especias y, dependiendo del país, ingredientes como maíz, papa, chorizo o garbanzos. Se trata de una receta de aprovechamiento, nacida de la cocina humilde, donde nada se desperdiciaba y todo se transformaba con paciencia, fuego lento y mucho sabor.
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Aunque el ingrediente principal —la tripa— puede generar ciertas dudas en algunos comensales, quienes lo han probado saben que, cuando está bien preparado, el mondongo es tierno, sabroso y absolutamente reconfortante. Su textura gelatinosa y su capacidad para absorber sabores lo convierten en una base ideal para un guiso potente y lleno de carácter. Además, es altamente nutritivo: contiene colágeno, minerales y proteínas de alto valor biológico.
El mondongo se consume habitualmente en reuniones familiares, fiestas tradicionales o como plato revitalizante tras una noche larga. Cada país tiene su versión, desde el mondongo antioqueño en Colombia, hasta el callos a la madrileña en España, pasando por el mondongo criollo en Argentina y el mondongo dominicano. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
1 kg de mondongo (tripa de res limpia), 2 limones (para limpiar), 1 cebolla blanca picada, 2 dientes de ajo picados, 1 pimiento rojo picado, 2 tomates maduros picados, 2 papas peladas y cortadas en cubos, 1 zanahoria en rodajas, 1 taza de garbanzos cocidos (opcional), 1 cucharadita de comino, 1 cucharadita de pimentón dulce, 2 hojas de laurel, 1/2 taza de cilantro o perejil picado, 1 litro de caldo de res, sal y pimienta al gusto, aceite vegetal para sofreír
Procedimiento
- Aunque muchos lugares ya lo venden limpio, es recomendable lavarlo nuevamente. Frota bien el mondongo con jugo de limón y enjuágalo bajo abundante agua fría varias veces hasta que quede sin olor fuerte. También puedes hervirlo durante 10 minutos con agua, sal y un poco de vinagre, luego escurrirlo y enjuagar.
- Coloca el mondongo limpio en una olla grande con agua y un poco de sal. Cocina a fuego medio durante aproximadamente 1 hora y media o hasta que esté tierno. Puedes usar una olla a presión para reducir este tiempo a unos 40 minutos. Una vez cocido, escúrrelo, deja enfriar y córtalo en trozos pequeños.
- En otra olla grande, calienta un chorro de aceite vegetal. Sofríe la cebolla, el ajo y el pimiento rojo hasta que estén tiernos. Añade el tomate picado y cocina hasta que forme una salsa espesa. Incorpora el comino, el pimentón y las hojas de laurel, removiendo para liberar los aromas.
- Agrega el mondongo cocido al sofrito y mezcla bien. Incorpora las papas, la zanahoria y los garbanzos (si decides usarlos). Vierte el caldo de res caliente hasta cubrir los ingredientes. Ajusta con sal y pimienta al gusto.
- Deja cocinar a fuego medio-bajo durante unos 30 a 40 minutos, hasta que las papas estén suaves y el caldo se haya reducido un poco. El guiso debe espesar ligeramente, y todos los sabores deben haberse integrado. Si lo deseas más espeso, puedes aplastar algunos trozos de papa con un tenedor.
Antes de servir, espolvorea con cilantro o perejil picado fresco. Sirve caliente, acompañado de arroz blanco, arepas, pan o plátano frito, según la tradición local. También puedes ofrecer limón en rodajas para quien quiera un toque ácido.
El mondongo es un plato que honra la tradición y transforma un ingrediente humilde en una delicia profunda y reconfortante. Cocinado con paciencia y cariño, se convierte en una comida completa, sabrosa y llena de historia. Ideal para compartir y revivir sabores que conectan con nuestras raíces. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a [email protected] te contestaremos a la brevedad.