¡Que horror!

De no creer: los caballitos de mar a punto de extinguirse

Los caballitos de mar o hipocampo van camino a su extinción debido al gran consumo que se hace de ellos en Asia. Se cree que previenen la disfunción sexual.

Napsix domingo, 9 de mayo de 2021 · 21:29 hs
De no creer: los caballitos de mar a punto de extinguirse

El caballito de mar o hipocampo es una de las especies de la fauna marino que más riesgo corre de alcanzar su extinción. Este particular pez viene siendo víctima de la pesca excesiva en los principales arrecifes y su población ha disminuido en un 90% en los últimos 20 años.

Estas particulares criaturas son muy utilizadas en Asia, principalmente en China y Japón ya que con ellas se elaboran medicinas tradicionales contra el asma y la disfunción sexual. Se cree que, por año este mercado extrae de los mares unas 70 toneladas de este animal.

Foto: Wikipedia

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres ha incluido al hipocampo entre los animales que más riesgos corren de continuar su pesca indiscriminada pero la alta demanda provoca que esta práctica continúe, incluso, de forma ilegal.

Los caballitos de mar son una especie con muchas particularidades la más difundida es el rol del macho durante la gestación y primeros momentos de las crías. Además, se los conoce por su extenso baile de apareamiento el cual puede durar hasta 8 horas.

Algunas especies de hipocampos pueden llegar a dar a luz 1.800 crías, aunque se estima que solo 9 llegan a la edad adulta debido a la gran cantidad de predadores y la alta contaminación de los arrecifes.

Su pésima capacidad para nadar también los hace blanco fácil para los predadores. Los movimientos son realizados por su aleta dorsal y su velocidad solo alcanza los 150 centímetros por hora.

Foto: Wikipedia

Son increíblemente voraces, esto se debe a que no cuentan con dientes ni estómago por lo que requieren consumir alimentos de forma constante para poder sobrevivir.

Las protuberancias que tienen en sus cabezas, también llamadas coronas, los hacen únicos y se pueden considerar una especie de huellas dactilares que no se repiten en ningún otro ejemplar.

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