Violencia en Nepal: incendiaron la casa de un ex primer ministro y murió su esposa
La mujer del exmandatario Jhalanath Khanal perdió la vida tras un ataque a su vivienda en Katmandú, en el marco de las violentas protestas que sacuden a Nepal y que ya dejaron al menos 25 muertos.

Rajyalaxmi Chitrakar, esposa del ex primer ministro de Nepal Jhalanath Khanal, quemada viva.
EFENepal atraviesa una ola de protestas que dejó al menos 25 muertos y decenas de heridos en la última semana. En ese contexto, Rajyalaxmi Chitrakar, esposa del ex primer ministro Jhalanath Khanal, falleció este martes tras sufrir graves quemaduras cuando manifestantes incendiaron su vivienda en Katmandú, según confirmaron a EFE fuentes hospitalarias.
Chitrakar fue trasladada en estado crítico al Hospital de Quemados de Kirtipur, pero no sobrevivió a las heridas. En paralelo, tres manifestantes murieron en el Hospital Civil, informó el director de ese centro, Mohan Regmi. La policía confirmó otras dos muertes en un tiroteo en Kalimati, lo que elevó a 25 el total de víctimas desde el inicio de las protestas.
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Mirá el video de las fuertes protestas
Escalada de violencia en Katmandú
Los disturbios se extendieron por toda la capital, convertida en escenario de ataques contra dirigentes políticos y sus familias. La residencia privada del ex primer ministro recién dimitido, K. P. Sharma Oli, fue incendiada, mientras que el ex primer ministro Sher Bahadur Deuba sufrió una agresión en su vivienda. Su esposa, Arzu Rana Deuba, actual ministra de Exteriores, también resultó atacada en un episodio captado en imágenes que circularon masivamente en redes sociales.
Las turbas incendiaron edificios oficiales como el Parlamento, la Oficina de la Presidencia y la sede del Tribunal Supremo. Además, atacaron instalaciones de medios de comunicación, entre ellas el complejo de Kantipur, el grupo de prensa más importante del país.
Ante la magnitud de la violencia, el Ejército de Nepal emitió un comunicado en el que llamó a la calma y pidió a la ciudadanía “evitar más pérdidas humanas y materiales” y a buscar “una solución pacífica mediante el diálogo político”. En la misma línea, el alcalde de Katmandú, Balendra Shah, apeló a los manifestantes a mostrar moderación para frenar el derramamiento de sangre.
Un trasfondo de malestar social y político
El estallido social continuó pese a la renuncia del primer ministro K. P. Sharma Oli y varios de sus ministros, quienes dejaron el cargo este martes en un intento fallido de aplacar las protestas impulsadas por el movimiento autodenominado “Generación Z”.
Las manifestaciones, protagonizadas en su mayoría por jóvenes, se originaron tras la decisión del gobierno de prohibir plataformas de redes sociales como Facebook, Instagram, WhatsApp, YouTube y X. La medida, que buscaba según el Ejecutivo frenar la difusión de noticias falsas y discursos de odio, generó un rechazo generalizado. A medianoche del pasado jueves, unas 26 plataformas ya habían quedado bloqueadas, de acuerdo con medios locales.
No obstante, el trasfondo de la crisis es más amplio. Nepal, con 30 millones de habitantes, acumula décadas de denuncias por corrupción y enfrenta graves dificultades económicas. El desempleo juvenil alcanzó el 20,8% en 2024, según el Banco Mundial, y un movimiento viral en línea contra los “Nepo Kids” —hijos de políticos que exhiben lujos en contraste con la población común— avivó el descontento social.
El Banco Mundial señaló que más de un tercio (33,1%) del PIB nepalí proviene de las remesas enviadas por ciudadanos en el extranjero, una dependencia creciente en las últimas tres décadas.
“Todos los ciudadanos nepaleses están hartos de la corrupción. Todos los jóvenes se están yendo del país. Por eso, queremos proteger a nuestros jóvenes y mejorar la economía del país”, declaró un manifestante a Reuters.