Presenta:

Qué pasa en Nigeria: la persecución a cristianos que denuncia Donald Trump en el corazón de África

Secuestros, abusos sexuales, torturas y todo tipo de crímenes contra la humanidad perpetrados por el islamismo contra cristianos en el norte de Nigeria.

El pastor Paul Musa momentos antes de ser fusilado por el grupo terorista Boko Haram de Nigeria.

El pastor Paul Musa momentos antes de ser fusilado por el grupo terorista Boko Haram de Nigeria.

Open Doors

Luego de los dichos de Donald Trump sobre la persecución de cristianos en Nigeria y la posibilidad de una intervención militar, los ojos del mundo se posaron sobre una de las principales naciones de África que atraviesa momentos de extrema tensión y violencia religiosa.

Nigeria es una república federal que ostenta ser el país más poblado de África y es una de las principales economías del continente, ya que cuenta con una gran industria agrícola, de explotación de petróleo, industria manufacturera, de tecnología y servicios, entre otras. Al mismo tiempo, es un país mundialmente conocido a través de su proliferación en el mundo del deporte, principalmente el fútbol.

Al mismo tiempo cabe señalar que la prosperidad nigeriana tiene su punto más alto en el eje conformado por Abuja, capital nacional, y Lagos, la ciudad más poblada, ambas al sur del país, mientras que en el norte se vive un mayor aislamiento donde se dan principalmente los casos de persecución de cristianos que Donald Trump denunció.

La política nigeriana apuntada por Donald Trump

La República Federal de Nigeria, un estado a priori estable en materia institucional y que no sufre las interminables penurias bélicas de otros países de la región, es presidida por Bola Tinubu, del partido Congreso de Todos los Progresistas. El mandatario se formó como contador en los Estados Unidos de América y preside el país desde 2023, continuando la de su cofrade Muhammadu Buhari, ambos musulmanes.

Esta condición es la principal por la que Donald Trump acusa al Gobierno nigeriano de laissez faire laissez passer ante las vejaciones que cometen grupos islámicos en el norte del país, donde se se está llevando a cabo una persecución a los cristianos que algunos ya catalogan de genocidio, según lo estipulado por la Convención de Ginebra en 1948: "Se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal: matanza de miembros del grupo; lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo".

El informe de Open Doors sobre los cristianos en Nigeria

Según informa Open Doors, organización de origen neerlandés que lucha contra la persecución religiosa, Nigeria ocupa el 7° lugar en su ranking de peligrosidad, con 88 puntos sobre 100 posibles. En su informe señala que el principal atacante es el Estado Islámico de la Provincia de África Occidental y Boko Haram, grupos fieles al grupo terrorista ISIS que opera en Medio Oriente, y el grupo y que los ataques se intensificaron desde la llegada del Congreso de Todos los Progresistas al poder.

En Nigeria no hay una mayoría clara ni del Islam ni del Cristianismo, sino que ambos se reparten en partes casi iguales la población, siendo los cristianos de distintas denominaciones tanto protestantes como católicas. Mientras que la situación de los cristianos en el eje Abuja-Lagos es tranquila, a excepción de casos aislados, los estados del norte han subvertido el orden y han logrado instalar la Sharía, con la cual someten a los cristianos.

La violencia que enfrentan los cristianos en Nigeria

El informe de Open Doors señala que las principales víctimas de persecución son comunidades cristianas expatriadas, comunidades cristianas históricas, musulmanes convertidos al cristianismo y comunidades cristianas no convencionales, como las evangélicas y pentecostales radicadas en el norte del país. Este informe detalla también que tanto las mujeres como los hombres son objeto de distintos delitos englobados por el los delitos de lesa humanidad.

En el caso de las mujeres, el informe indica que son víctimas de:

  • Secuestro.
  • Negación de la custodia de los hijos.
  • Discriminación o acoso en el ámbito educativo.
  • Acoso económico mediante limitaciones en el acceso a negocios, empleos o trabajo.
  • Imposición de un código de vestimenta religiosa.
  • Matrimonio forzado.
  • Obligadas a huir de su ciudad o país.
  • Seducción dirigida (con fines de manipulación o coerción).
  • Trata de personas.
  • Homicidio.
  • Violencia física, psicológica, sexual y verbal.

Los hombres en cambio, tienen otro tratamiento, pero no menos horroroso:

  • Secuestro.
  • Negación de herencia o posesiones.
  • Discriminación o acoso en el ámbito educativo.
  • Acoso económico mediante limitaciones en el acceso a negocios, empleos o trabajo.
  • Encarcelamiento por parte del gobierno.
  • Reclutamiento forzoso al servicio militar o paramilitar.
  • Homicidio.
  • Violencia física y psicológica.

Las cifras del genocidio cristiano en Nigeria y el mundo

En cuanto a números, existen imprecisiones en razón de los tipos de violencia que se perpetran contra los cristianos en Nigeria, pero cabe señalas que en lo que va de 2025 ya fueron asesinados al menos 3.100, 2.830 fueron secuestrados, más de 1.000 mujeres fueron abusadas sexualmente y unos 10.000 fueron sometidos a violencia psicológica.

En cuanto a las cifras de la persecución a cristianos en Nigeria, los números son contundentes y marcan que al menos han sido asesinados unos 50.000 en los últimos 15 años, sobre una población de unos 102 millones de cristianos.

En cuanto a África, Open Doors señala que uno de cada cinco cristianos en el continente es perseguido por su fe, algo que empeora en Asia, donde el Islam tiene más fieles y control sobre la población de determinados países, siendo dos cada cinco los perseguidos. A nivel mundial, el informe señala que son uno de cada siete, unas 310 millones de personas.