Presenta:

Alarmas y bombardeos: cómo es convivir con la guerra en Israel en primera persona

La historia de la joven madre argentina que vive hace tres años en Israel junto a su hijo de 16 años y que por el momento, no piensa abandonar el país.

Desde el viernes, se vivieron distintos ataques en Israel

Desde el viernes, se vivieron distintos ataques en Israel

EFE

Johana Preocupez es oriunda de la ciudad misionera Bernardo de Irigoyen, frontera seca con Dionisio Cerqueira, Brasil. Desde hace tres años reside en la ciudad de Eilat, Israel. Con ella viven su padre, Guillermo, y su hijo Josías, de 16 años, quien se encuentra en Israel desde hace un año.

Para Johana, como para todos los que residen en ese país de Medio Oriente, la vida es dura, muy difícil, debido a los acontecimientos bélicos que están sucediendo. “Primero vivimos el 7 de octubre de 2023 con el ataque de Hamas y ahora estamos viviendo la guerra con Irán”.

Para ella y su hijo, el ataque de Israel a Irán, neutralizando el armamento nuclear, era necesario. “Con el ataque a Irán, Israel no solo nos salvó a nosotros, sino que salvó a todo el mundo”.

Johana dejó su ciudad natal hace poco más de tres años. Había visitado Israel tiempo atrás a través de un programa de viajes para jóvenes de ascendencia judía llamado Taglit (descubrimiento). “Me enamoré de Israel, siento que es mi lugar en el mundo y por eso hice Aliá (significa ascenso, elevación, pero desde hace generaciones se utiliza para referirse a la inmigración a Israel). Amo la Argentina, es mi país natal, allí me crie, me eduqué, pero también amo Israel y, a pesar de todo lo que estamos viviendo, en ningún momento pensé en emigrar”.

"Estoy viviendo en Eilat con mi hijo y mi papá, que acaba de regresar de Ecuador, donde podría haberse quedado, pero decidió volver a Israel. Lo que estamos viviendo parece una de esas películas de Hollywood, pero no lo es: es una realidad diaria", comparó.

Johana en Israel junto a su hijo
Johana junto a su hijo

Johana junto a su hijo

Ante la pregunta sobre cuál es la situación y cómo están viviendo, Johana respondió: “Durante el día es casi normal. El tema es a la noche, cuando comienzan a sonar las sirenas y tenemos que ir a los refugios en pocos minutos. En todo el país solo están abiertos los negocios y trabajos indispensables. Los aeropuertos (Eilat y Ben Gurión, en Tel Aviv) siguen cerrados. El país prácticamente se paralizó desde el primer ataque de Israel a Irán”.

"De día vivimos de una forma y de noche de otra, porque gran parte de los ataques ocurren de noche. Suenan las alarmas cuando estamos durmiendo: nos acostamos pensando que vamos a dormir y, de pronto, comienzan los avisos en los celulares o las sirenas. Salimos corriendo y vamos hasta los refugios”.

Si bien la situación en Eilat no es tan grave como en otras ciudades, Johana dijo: “Esto no significa que no vivamos asustados, o que la estemos pasando bien, porque todo es muy incierto”.

“Lamentablemente, hubo muchos misiles en varias ciudades de Israel que produjeron muertos. Nosotros, en Eilat, estamos preparados, sabemos qué hacer, tenemos toda la instrucción del Comando".

Johana estudia en la universidad. Su hijo cursa la escuela de nivel medio. “Las escuelas están suspendidas. Solo se dictan clases en forma virtual, dos horas por día. De una hora a otra tuvimos que hacer un cambio de 360 grados en nuestras vidas cotidianas”.

Ella se siente identificada con el pueblo de Israel. “Como pueblo judío, tenemos fuerzas. Nos queremos como familia, aun sin conocernos”.

Esta joven madre argentina, que decidió hace tres años vivir en Israel, no piensa dejar ese país. Al poco tiempo de instalarse vivió la masacre del grupo terrorista Hamas del 7 de octubre, y ahora el ataque iraní. “Yo creo que hay dentro de mi corazón un sentimiento muy fuerte hacia Israel, porque, a pesar de lo que vivimos después del 7 de octubre y lo que estamos viviendo ahora, aún no me llegó la desesperación de volver a la Argentina.

Si bien amo mi país, amo mi pueblo Bernardo de Irigoyen, amo a mi gente, no tengo el deseo de regresar. No es el momento. Amo Israel, me considero parte del pueblo judío. Siento que juntos somos más fuertes. Reitero: no pasa por mi cabeza regresar a la Argentina todavía. Siento que viviendo aquí, en Israel, estoy defendiendo nuestro lugar, nuestro pueblo, nuestra identidad. Si regreso a la Argentina, es como si mi cuerpo se fuera, pero mis sentimientos, mi corazón y mi alma se quedaran en Israel. No voy a estar tranquila”.

Johana tiene un hijo de 16 años que hace un año hizo Aliá. Sabe que en tan solo dos años deberá ingresar al ejército. “Quiere ingresar. En tan solo un año en Israel ya tiene un espíritu nacionalista. Cada día está más involucrado, más fuerte”.

Johana en Israel junto a su hijo
Johana junto a su hijo adolescente

Johana junto a su hijo adolescente

Dentro de lo que se puede, Johana está feliz de que su hijo esté viviendo en Israel. “Josías es mi único hijo. Por suerte, hoy estamos pasando esta guerra juntos. El 7 de octubre de 2023 me tocó estar lejos de él y fue muy duro”.

Volviendo a la operación León Ascendente (así se llama el ataque de Israel hacia las bombas nucleares iraníes), Johana está convencida de que el ciudadano israelí acompaña la decisión del gobierno de Netanyahu de ingresar con todo el armamento a Irán. “El apoyo es total. Yo considero que hay muchas personas fuera de Israel que tienen falta de información y, al no saber qué está pasando, critican a Israel”.

Reiteró: “Israel no solo salvó su país, sino al mundo, porque Irán tenía una bomba de tiempo que iba a estallar en poco tiempo. No sabemos qué va a pasar. Israel atacó lugares específicos, donde debía hacerlo; en cambio, Irán ataca civiles, tira misiles en cualquier lado”.

Johana insistió: “Los días se hacen muy difíciles, porque, como te comenté, vivimos el día a día, el momento. No sabemos qué puede pasar de madrugada, no sabemos qué puede pasar mañana. Estamos atentos, todo el tiempo sentimos que nos van a atacar. Estamos conscientes de eso, pero también estamos conscientes de que habrá un fin. Y la esperanza es lo que nos mantiene vivos, lo que nos da el motor para seguir adelante”.

Esta joven madre misionera dejó en claro que no todos los iraníes son terroristas. "Gran parte son ciudadanos civiles como nosotros, que están en desacuerdo con el régimen que gobierna Irán. No me arrepiento".

Josías, el hijo de Johana, tiene 16 años. Hace un año llegó a Israel. “Es la primera vez que vivo una guerra, nunca me había pasado algo parecido”.

“Al principio se sintió como si fuera la cuarentena por el COVID en la Argentina de 2020: nos encerraron a todos, cercaron las ciudades y no podíamos movernos de nuestras casas ni de los refugios”.

Josías no se arrepiente de haber elegido Israel para vivir. “De ninguna forma”. Este adolescente estudia y trabaja en la ciudad de Eilat. “Acá tengo muchos amigos, pocos argentinos”.

¿Conocías? “No”. ¿Qué te motivó a viajar a Israel, más allá de estar con tu madre? “Quería conocer algo nuevo, y reitero: no me arrepiento”.

Josías es consciente de que, si se queda, en menos de dos años será convocado al ejército. “Me gustaría mucho hacer el ejército. Estoy convencido de que quiero entrar. Estoy convencido de vivir en Israel”.