Georgia: marchas contra el Gobierno prorruso, incidentes y detenciones masivas
Luego de la suspensión de las negociaciones con la Unión Europea, la oposición se volcó a las calles y ya hay más de 200 detenidos por los incidentes en Tiflis
Más de 200 detenidos en Georgia luego de las intensas jornadas de marchas e incidentes en Tiflis, capital del país, contra el Gobierno prorruso de Sueño Georgiano, la agrupación que impulsó la caída de las negociaciones con la Unión Europea para el ingreso del Estado del Cáucaso. Los manifestantes continúan en las calles y atacan a las fuerzas de seguridad que asegura resistir los embates de los manifestantes con un "uso proporcional de la fuerza".
La oposición en Georgia continúa protestando contra el Gobierno que sepultó las posibilidades del país de ingresar a la Unión Europea, ya que Bruselas considera que las políticas contra los derechos LGBTIQ+ y los "agentes extranjeros", perjudican la condición democrática la nación. Al mismo tiempo, esta era una posición clave para la esfera europea contra la influencia de Moscú en la región, que mantiene a Georgia en una profunda inestabilidad.
El último 26 de octubre se celebraron elecciones legislativas en Georgia en las que ganó el partido prorruso Sueño Georgiano, en lo que se cree que fueron comicios en los que Rusia tuvo una participación con fines espurios para tener un aliado, según acusaron desde la oposición, que conserva a la presidenta del país Salomé Zurabishvili, pero cercada por las resoluciones del Poder Legislativo y el primer ministro, Irakli Kobajidze.
Mirá el video de los manifestantes contra la Policía de Georgia
Según informó el Ministerio del Interior de Georgia este lunes, fueron detenidos 224 manifestantes por cargos administrativos y otros tres por cargos penales por su accionar durante los incidentes. Además, se informó que resultaron heridos 113 agentes de la Policía de Georgia y otros tres debieron ser internados tras la represión en Tiflis.
Aunque sin armas de fuego como tal, los manifestantes atacaron a las fuerzas de seguridad con fuegos artificiales, utilizándolos como cañones que apuntaban contra las formaciones de los uniformados. Salomé Zurabishvili defendió a los manifestantes y criticó el uso de la fuerza policial por parte del primer ministro: "La mayoría de los manifestantes detenidos tienen heridas en la cabeza y la cara, huesos faciales rotos, cuencas oculares y heridas abiertas. Han sido sometidos a palizas sistemáticas entre el arresto y el traslado a centros de detención ya superpoblados".