Historias de vida

El curioso caso de un hotel en Australia que tiene 30 empleados argentinos

Milagros Wade tiene 23 años. Hace un año y medio se fue a vivir una experiencia en Australia. Cuenta que en ese país "hay argentinos por todos lados". Ella piensa regresar pero muchos de sus compañeros planean quedarse. Gana más de U$S3.000 por mes y ahorra más de la mitad.

Horacio Alonso
Horacio Alonso lunes, 12 de julio de 2021 · 08:03 hs

En medio de la discusión sobre la cantidad de argentinos que se van a vivir al exterior, hay casos que ilustran la magnitud de ese fenómeno. Está claro que es una tendencia que viene desde hace mucho tiempo y que, en todo caso, puede haberse incrementado en los últimos años.

Un buen ejemplo es el de un complejo hotelero, del otro lado del mundo, en el que alrededor de 30 empleados son jóvenes argentinos. Se trata del RAC Monkey Mia Dolphin Resort, en West Australia.

Milagros Wade tiene 23 años y decidió probar suerte en aquel lugar de Oceanía. Hacia fines del 2019 aplicó para una visa Work & Holiday , que permite trabajar con la condición de que, cada seis meses, se debe cambiar de empleo.

Desde entonces recorrió distintos lugares y realizó diferentes tareas, desde cosechar en distintas granjas uvas y naranjas hasta en el área de housekeeping.

El trabajo que realiza, en detalle

“En mi sector hay unos treinta empleados de los cuales veintidós son argentinos. Después, hay en otras áreas del hotel, como restaurantes o mantenimiento. En total debemos ser unos treinta”, dijo a MDZ, a la distancia, Milagros. El complejo tiene una plantilla 150 trabajadores.

Estudió la carrera de Comunicación Social en la Universidad Austral. Su plan no es, por ahora, quedarse a vivir en Australia. Sólo forma parte de una etapa para sumar experiencias, viajar y, especialmente, ahorrar.

“Acá se gana muy bien y, haciendo este tipo de trabajos, se gasta poco. Pagan unos 26 dólares australianos por hora. En la mano quedan alrededor de 22. Por semana, se trabaja un piso de 38 horas. Hay que calcular que, por mes, podés hacer unos 4.000 dólares” explicó. Esto equivale a 3.000 dólares estadounidense. Los días más fuertes son los de fin de semana. Cada trabajador administra su tiempo y puede sumar las horas que quiera.

El gasto mensual que tiene esta joven es de 100 dólares australianos por semana, por una habitación con baño, más un seguro médico de 50 dólares al mes. Otra parte es la comida. “En mi caso puedo ahorrar más de la mitad de lo que gano” agrega.

Cuenta que la situación de sus compañeros argentinos es diversa: “Algunos piensan volver; otros, no. Están haciendo todo lo posible para quedarse. Acá, la residencia permanente se puede conseguir pero lleva un tiempo. Hay trabajos que son muy demandados como ingenieros, técnicos, chefs, entre otros.”

En su caso, está empezando los trámites para permanecer un año más bajo esta modalidad y llegar a completar un máximo de tres. “Por ahora, mi plan no es quedarme permanente pero, para el futuro, lo pensaría” dijo Milagros.

Destaca la facilidad con la que se puede conseguir trabajo. “Hay mucha demanda y podés entrar y salir con facilidad. Te vas moviendo como más te convenga, pero hay que trabajar de verdad. Hay algunos empleos que son muy duros, muy físicos, y muerta”, aclara.

La particularidad de la coincidencia  de tantos compatriotas en ese hotel se debe a que viajan en pareja y, por eso, la cantidad es alta. “Pero hay argentinos por todos lados”, remarca.

Australia, su viaje y la pandemia

Su llegada a Australia se produjo poco antes de desatarse la pandemia y esto alteró los planes: “Fue difícil porque a los pocos meses se cerró todo. Fue en marzo del 2020. En muchos trabajos que suelen tener mucha demanda, como hotelería o restaurantes, dejaron de pedir gente de un día para el otro. Por suerte duró un par de meses y después se volvió a la normalidad”

La situación del coronavirus estuvo siempre controlada en Australia: “No sé cómo hacen pero nunca fue un problema. En general no hay restricciones ni demasiados cuidados. Se vive la vida normal. Eso sí, cuando aparece un caso, cierran la ciudad o el pueblo, por dos o tres días, hacen un rastreo impresionante, y buscan por dónde se movió la persona contagiada para controlar la situación. Nada más que eso. Incluso, recién ahora se está vacunando más porque al principio prefirieron manejar la pandemia sin vacunas.”

En Australia, se mantienen las fronteras cerradas y sólo se autorizan viajes esenciales.

“Lo que no pueden creer acá es la cantidad de contagios que hay en la Argentina. Cuando lo comento se quedan impresionados” agrega.

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