Horror en España: secuestró, drogó y mató a sus dos pequeñas hijas
España no sale de su dolor y de su azoramiento y hay nuevos hallazgos en el caso. La Guardia Civil analiza que el padre drogó a Anna y Olivia antes de matarlas. Ahora, encontraron el cadáver de Olivia, la mayor, de seis años, en el fondo del mar, a 1.000 metros de profundidad y atada a un ancla.
Hace dos meses, España se conmovió por el caso de un padre que secuestró a sus hijas y las asesinó. Una tenía seis años y la otra, uno.
Ocurrió en Tenerife, en las Islas Canarias. El hombre, Tomás Gimeno, habría drogado a Anna y Olivia, antes de matarlas.
Ahora, se halló el cadáver de la mayor, a 1.000 metros de profundidad, atada a un ancla. Las sospechas indican que la menor habría sufrido el mismo destino, aunque el cuerpo aún no aparece.
Amarradas al ancla
El hombre las llevó al mar, luego de buscarlas por la casa de sus abuelos maternos el último día que se las vio con vida.
En la casa del filicida se hallaron blísteres de medicamentos: calmantes y relajantes musculares, se presume que hubo una gran consumo de pastillas.
De aquí que se estime que las haya drogado antes de matarlas, meterlas en bolsas y trasladarlas en su coche hasta el puerto deportivo para, más tarde, arrojarlas al mar desde su lancha amarradas al ancla para que los cuerpos permanecieran hundidos.
La investigación recupera que Gimeno llegó con las niñas a su casa a las 8 de la tarde. Una hora y media después, a las 9:30, se dirigió solo al puerto cargado con seis bultos y sin la presencia de sus hijas, como atestiguaron las cámaras y el guarda de seguridad que se cruzó con él. Este jueves el cuerpo de su hija mayor ha sido hallado en el interior de uno de los petates que trasladaba ese día.
Las búsquedas
En tanto se hace la autopsia de la niña de seis, Olivian, y se determina si fue drogada, se buscan los restos de la más pequeña, Anna.
También se buscan los posibles restos de su padre, el presunto asesino.
La lancha fue descubierta a la deriva y le falta un cinturón de plomo de ocho kilos de peso que Gimeno podría haber utilizado para lastrarse a sí mismo la segunda vez que salió a navegar esa noche. Durante la primera, según todos los indicios, se habría desecho de los cuerpos de sus propias hijas.
Violencia machista, violencia vicaria
La violencia vicaria es la que se ejerce sobre los hijos, para hacer daño a la mujer, a la madre.
El caso del asesinato de estas dos menores ilustra la forma más cruel de esta violencia machista. Se trata de hacer daño a la madre de forma indirecta, a través de sus hijos, arrebatándole lo que más quiere y provocándole un dolor perpetuo.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que ha dicho que no puede "imaginar el dolor de la madre": "Mi abrazo, mi cariño y el de toda mi familia, que hoy se solidariza con Beatriz y sus seres queridos", ha expresado en un tuit.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha publicado: "No hay palabras para acompañar a Beatriz en estos momentos de terrible dolor. Esta violencia que se ejerce contra las mujeres madres para golpear donde más duele es una cuestión de Estado. Estamos aquí para lo que sea necesario. No más #ViolenciaVicaria".
Por su parte, la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género ha dicho en una entrevista en la radio pública: "No es un loco asesino, es la cara del machismo, de ese hombre que no tolera la libertad de la mujer o su igualdad, y contra eso debemos luchar".
Rt, Twitter.

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