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"Mi doctor confundió mi trastorno obsesivo compulsivo con pedofilia"

Para Matt*, hablar sobre su problema de salud mental tuvo graves consecuencias. La condición conocida como Trastorno Obsesivo Compulsivo (OCD, por sus siglas en inglés) es la enfermedad mental más frecuente después de la depresión.

BBC News Mundo lunes, 10 de febrero de 2020 · 10:43 hs
"Mi doctor confundió mi trastorno obsesivo compulsivo con pedofilia"
Foto: Gentileza

"Lo tratan como un pedófilo. Lo tratan como el peor de los abusadores. Así es como lo ven".

Paula* parece a punto de llorar.

Es comprensible.

Intenta ayudar a su esposo a contar la historia de su crisis de salud mental y cómo en el proceso de intentar obtener ayuda perdió su trabajo y se le prohibió ver a su hijo pequeño.

El año pasado, Matt comenzó a luchar con lo que se conoce como "pensamientos intrusivos", pensamientos no deseados que aparecen en la cabeza de alguien sin previo aviso.

En ese momento, había pasado recientemente por un divorcio difícil con la madre de su hijo y uno de sus amigos más cercanos se había enfermado gravemente.

Cuando Matt estaba teniendo relaciones sexuales con su nueva esposa, comenzaron a aparecer en su cabeza pensamientos de personas al azar y miembros de su familia, incluido su hijo.

Eran pensamientos en contra de su voluntad.

Al principio, no podía entender por qué le pasaba esto.

"Me vino a la mente mi madre, mi padre o mi hermana y fue inesperado", dice, y agrega que estos pensamientos rápidamente se volvieron "abrumadores".

El comportamiento compulsivo proporciona un alivio temporal de la ansiedad, pero la obsesión y el miedo pueden regresar, creando un círculo vicioso de conducta.

Pronto, Matt comenzó a tener otros pensamientos no deseados también.

Estaba tomando un curso diseñado para aumentar la confianza en sí mismo y se le dio el clásico consejo para superar la timidez en una charla: "imagina que tu audiencia está desnuda".

Matt, que tuvo una educación estricta, no se sintió cómodo haciendo esto. Creía que estaba mal.

Pero después de ese momento, empezaron a desbordarle en su cabeza pensamientos de personas desnudas en los momentos menos oportunos.

"Cuanto más intentaba evitarlos, más llegaban", recuerda. "Era casi como si tuviera el síndrome de Tourette, un trastorno neuropsiquiátrico, pero con pensamientos internos, no externos".

Los pensamientos intrusivos son comunes ("¿Qué pasa si me tiro a las vías del tren en este momento?" o "¿qué pasa si apuñalo a alguien con este cuchillo de cocina?") pero, si tienes un trastorno obsesivo compulsivo (TOC), no es fácil descartar pensamientos e imágenes sin sentido y darte cuenta de que son tonterías.

Muchas personas con TOC cuentan con un patrón similar de pensamiento: la obsesión o el miedo provoca sentimientos de ansiedad y angustia.

El padecimiento genera también conductas repetitivas o compulsiones, como el orden extremo o lavarse las manos frecuentemente, destinadas a reducir la ansiedad provocada por estos pensamientos.

Angustia y estrés

Las personas con TOC están preocupadas de que sus pensamientos adquieran significado y hacen cosas para protegerse o contrarrestarlos (acciones conocidas como compulsiones).

Pero, según los expertos, un paciente con TOC no corre el riesgo de actuar según sus pensamientos intrusivos.

De hecho, estos pensamientos no deseados a menudo se centran en cosas que son profundamente importantes para ellos y, por lo tanto, son increíblemente angustiantes.

Los pensamientos sexuales tabú son un síntoma común del TOC, explica Bruce Clark, consultor psiquiatra de adultos y niños.

"El TOC no elige pensamientos agradables", agrega.

"Yo adoro a los perros, pero si tuviera TOC, el TOC no me enviaría imágenes agradables de perros a mi cabeza, serían imágenes muy oscuras y desagradables, y es por eso que los temas sexuales y violentos son a menudo recurrentes para quienes padecen TOC, porque son tabú y pueden crear ansiedad".

Para tratar de evitar la obsesión y los sentimientos de ansiedad, la persona se siente obligada a realizar comportamientos repetitivos o actos mentales.

Cuanto más trataba Matt de luchar contra sus pensamientos intrusivos, más ansioso se ponía.

No podía dormir, experimentaba un sentimiento constante de temor y llamó al teléfono de ayuda de salud mental del servicio público de salud de Reino Unido, el NHS.

Finalmente, acudió a una consulta de salud mental pero le dijeron que no había nadie disponible para verlo.

Volvió a llamar al teléfono de ayuda y esta vez lo derivaron a un psiquiatra.

Pedir ayuda

Cuando fue a ver al médico, dice que las preguntas que le hicieron estaban menos centradas en comprender la causa de sus pensamientos y más en averiguar si él representaba un riesgo para otras personas.

Después de la cita, su insomnio continuó y Matt comenzó a sentirse cada vez peor. Tuvo que volver a llamar y le dijeron que tomara pastillas para dormir de las que no requieren receta.

Después de la llamada, Paula salió a comprarle algo. Cuando regresó 15 minutos después, descubrió que se había autolesionado.

Varios paramédicos y cuatro policías llegaron a su casa.

Aunque Matt estaba muy angustiado, parecía aparentemente tranquilo y le contó a la policía y a un paramédico sobre su crisis de salud mental.

También explicó que estaba molesto por haber visto accidentalmente una foto que tiene en su habitación de su hijo mientras veía pornografía, dejándolo lleno de culpa.

Las autoridades separaron a Matt de su hijo. 

"No creo que Matt recuerde mucho de lo que pasó", dice Paula.

Los oficiales de policía le aseguraron a Matt que no había hecho nada malo, pero a ella le pareció que estaba "tratando de encontrarse culpable de algo".

Cuando más tarde Matt repitió sus ansiedades a una enfermera de salud mental, le dijeron que se haría una referencia de salvaguarda a los servicios sociales.

Como resultado, lo llamaron dos días después, cuando se encontraba con Paula y su hijo, y le dijeron que debía regresar al niño a la casa de su exesposa inmediatamente.

Consecuencias devastadoras

"Para él, su hijo es la persona más preciosa del mundo", dice Paula, con la voz quebrada por la emoción. "Los pensamientos intrusivos se dirigen a las cosas que más quieres".

El trabajo de Matt implica trabajar con niños y esa misma semana recibió una carta de su empleador informándole que había sido suspendido de empleo a la espera de una investigación, que había comenzado a raíz de la referencia.

Un mes después, se le informó que no se le permitiría tener más contacto con su hijo y que si quería luchar contra esa decisión, tendría que acudir a los tribunales.

Paula explica que las autoridades les dijeron que los médicos de Matt tenían que decidir si había posibilidades de que actuara acorde con sus pensamientos.

"Las personas con pensamientos intrusivos, no son un riesgo", añade.

El TOC puede volver la vida dos a tres veces más difícil de lo normal y sus síntomas pueden variar de leves a severos.

Nunca se ha registrado un caso de una persona con TOC que actúe según sus pensamientos intrusivos, dice el profesor David Veale, un psiquiatra considerado como el mayor especialista en TOC de Reino Unido.

"Los pensamientos o imágenes intrusivas son perfectamente normales", cuenta.

"El problema en el TOC es que [los pensamientos] se infunden con enorme vergüenza y ansiedad. La persona cree que de alguna manera no deberían tenerlos, que es inmoral, que podrían actuar por culpa de ellos".

David Christmas, otro consultor psiquiatra, está de acuerdo.

Evaluación del riesgo

"En el caso del TOC, los médicos más experimentados dirían que no hay riesgo porque las personas con este síndrome simplemente no actúan de acuerdo con estos pensamientos", dice.

"Así que aunque alguien tenga pensamientos sobre herir a otras personas o ser un pedófilo, por ejemplo, lo cual es una obsesión relativamente común, no representan un riesgo para la sociedad".

Si las personas con TOC no representan ningún riesgo para los demás, ¿por qué se hacen referencias de salvaguarda?

El profesor Veale dice que cuando estas referencias se hacen sobre personas con TOC, a veces son profesionales que carecen de conocimientos especializados en salud mental.

El tratamiento para el TOC incluye terapias de conversación, como la terapia cognitivo-conductual, la medicación y la terapia de exposición y prevención de respuesta (EPR).

"A menudo, el personal médico hace referencias de este tipo para protegerse porque realmente no lo entienden. Es un mecanismo defensivo", dice.

"Deben derivar al paciente a especialistas en TOC que entienden la enfermedad y que pueden brindar tranquilidad a otros profesionales".

¿Cómo puede un médico decidir si los pensamientos de una persona son parte de una enfermedad mental o una señal de peligro?

Una evaluación psicológica debería diferenciar entre pensamientos intrusivos y alguien que "está preocupado porque realmente podría causar daño a alguien", dice Christmas.

El doctor sugiere que podrían evitarse muchas referencias de salvaguardas innecesarias si los médicos de cabecera tuvieran un acceso más fácil a la opinión de especialistas.

"Los servicios sociales y los trabajadores sociales pueden hacer evaluaciones de buena calidad", añade el doctor Clark.

La importancia de la evaluación

Las pautas del Instituto Nacional de Excelencia en Salud y Atención (NICE) de Reino Unido establecen que si los médicos no están seguros de si alguien que describe pensamientos intrusivos sexuales o violentos plantea un riesgo, "deben consultar a profesionales de la salud mental con experiencia específica en la evaluación y el manejo del TOC", agregando que este tipo de pensamientos "a menudo se malinterpretan como indicativos de riesgo".

Más de seis meses después de la referencia, Matt seguía sin poder regresar a su trabajo y ha tenido que encontrar un empleo alternativo.

A menudo la enfermedad se inicia en la adolescencia o principios de la adultez y afecta a hombres y mujeres por igual.

Cuenta que otro psiquiatra de salud mental elaboró un informe que decía que era una persona "de bajo riesgo" para la sociedad, pero que no deseaba involucrarse más con la apelación que está haciendo a su empleador.

Posteriormente ha estado viendo a un especialista en TOC, que está feliz de abogar por él y lo ha declarado "sin riesgo" para otras personas.

Sin embargo, la apelación a sus antiguos jefes está siendo un proceso largo y difícil.

No ha tenido contacto con su hijo durante más de seis meses y está en una lista de espera del NHS para recibir tratamiento adicional.

Cuando el programa BBC Three contactó con el servicio público de salud, un portavoz dijo en un comunicado que "al igual que otros profesionales en los servicios públicos, el personal del NHS tiene el deber legal de informar las preocupaciones de salvaguarda a través de los canales apropiados y recibir capacitación periódica para garantizar que sepan cuándo y cómo hacerlo".

Según la experiencia del profesor Veale, cuando se hace una referencia de salvaguarda sobre alguien con pensamientos de TOC, su condición "empeora".

La limpieza es una compulsión común de las personas con TOC.

"Aumenta sus dudas", dice, explicando que el paciente podría quedarse pensando: "Tal vez realmente hay un problema, tal vez soy un pedófilo".

Malas interpretaciones

Un portavoz de la organización benéfica sobre salud mental OCD Action le dijo a BBC Three que la organización está viendo a un número creciente de personas que han sido malinterpretadas y declaradas como un riesgo potencial después de revelar que tienen pensamientos intrusivos angustiantes.

La organización benéfica dice que casos como estos "pueden causar mucha angustia y ansiedad al individuo que padece TOC y a menudo acaban con la pérdida de empleo, rupturas de familias y relaciones y, en algunos casos, suicidio".

La organización benéfica ayuda a los pacientes con TOC en estas situaciones y realiza actividades de divulgación con la policía, los parlamentarios y los trabajadores sociales para ayudar a mejorar la comprensión. 

BBC

* Los nombres y algunos detalles mencionados en este artículo han sido cambiados para proteger la verdadera identidad de las personas.