El increíble histrionismo (al límite) del nuevo premier británico
Un repaso por sus famosos insultos y destratos, permite conocer, ya sea como "un político humorista" -tal como lo tratan sus seguidores o un "payaso maleducado" -como lo tildan sus detractores.
Alexander Boris de Pfeffel Johnson ejercerá como Primer Ministro en el Reino Unido de la Gran Bretaña.
No es una persona fácil. Periodista de origen, desembargó en la política en donde no paró hasta navegar sus más peligrosas aguas, como se lo ve hoy en día.
Fue considerado "el Trump europeo" por sus modales y también por muchas de sus ideas, aunque se le reconoce más solidez político cultural que al presidente de Estados Unidos.
Un repaso por sus famosos insultos y destratos, permite conocer, ya sea como "un político humorista" -tal como lo tratan sus seguidores o un "payaso maleducado" -como lo tildan sus detractores.
El exalcalde de Londres y excanciller británico, es recordado por algunas de estas frases:
Erdogan, "un gran masturbador". El excéntrico político de mechones platinados ganó un concurso de poesía organizado por la revista británica Spectator, de la que en su día fue editor. El objetivo de la competencia era "ofender"a Recep Tayyip Erdogan, el presidente de Turquía, tal como lo anunció la publicación.
Hillary Clinton, "una enfermera sádica". En una columna del diario británico The Daily Telegraph de 2007, el año en el que anunció su intención de ser el candidato conservador a la alcaldía de Londres, Johnson escribió sobre Hillary Clinton. "Tiene el cabello teñido de rubio, los labios carnosos y una mirada de acero azul, igual que una enfermera sádica en un hospital mental", la describió el excéntrico político.
Sobre el colonialismo y África. Cuando en 2002 el entonces primer ministro británico Tony Blair visitó África, Johnson también tuvo algo que decir. "Qué alivio debe ser para Blair salir de Inglaterra. Se dice que la reina quiere a la Mancomunidad de Naciones en parte porque ésta le suministra con regularidad una multitud de "piccaninnies" — una caricatura racista y despectiva de niños de piel oscura de ascendencia africana— que la anima ondeando banderas", espetó. "Dicen que pronto irá a Congo. Sin duda las AK47 permanecerán en silencio y las pangas dejarán de piratear carne humana, y los guerreros tribales llegarán con sus sonrisas de sandía a ver a su gran jefe blanco aterrizar en su gran ave británica y blanca, financiado por los contribuyentes", añadió.
Obama y su "aversión ancestral". Cuando en marzo de este año decidieron retirar un busto de Winston Churchill— primer ministro de Reino Unido entre 1940 y 1945— del despacho oval, en la Casa Blanca, también sacó a relucir el pasado imperial de su país. "Nadie está seguro de si el presidente (de EE.UU. Barack Obama) tuvo que ver con tal decisión", dijo el ahora secretario de Estado de Asuntos Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones del Reino Unido.
"Algunos dicen que fue un desaire a Gran Bretaña. Otros dicen que es un signo de la aversión ancestral de un presidente mitad keniata hacia el imperio británico, algo de lo que Churchill fue un ferviente defensor". El tataranieto de Churchill no tardó en tildar de "idiotas" y "profundamente ofensivas" las declaraciones. Y el propio Obama se apresuró a dejar clara su admiración de quien fuera líder de Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial.
China y su "nula aportación". "La influencia cultural de China es nula", dijo Johnson sobre el país asiático en 2008. "De hecho toda la cultura china es una imitación de las formas de Occidente", añadió. China tampoco brilla en el ámbito científico: "El número de premios Nobel obtenidos por chinos en tierra propia es cero, aunque luego hacia legiones de ellos tratando de escapar a (la Universidad de) Stanford y Caltech".
Putin. Al presidente ruso Vladimir Putin lo ha comparado con Doddy, el elfo doméstico de las novelas de Harry Potter. "Denle la bomba a Irán", pidió años antes de que Teherán suscribiera un acuerdo nuclear con las principales potencias (algo que hizo en julio de 2015).