5 castillos secretos con historias maravillosas en las Sierras de Córdoba

Los castillos siempre fueron un gran atractivo tanto para turistas como para los locales. Sus majestuosas construcciones y las historias que esconden sus jardines y habitaciones son un imán para los visitantes.

Estos son los 5 castillos que no deberías dejar de visitar en tu próxima escapada a las Sierras de Córdoba. Algunos se encuentran abiertos al público y otros ahora hoteles que brindan exclusivas experiencias de lujo.

Castillo de Monserrat en Unquillo

Miguel Monserrat, el constructor y hacedor del castillo, dejó algunas certezas y muchas dudas sobre los motivos que lo impulsaron a construirlo en medio de la zona serrana de Unquillo, con vistas panorámicas a hacia el cordón de las Sierras Chicas. Catalán de origen, era un poderoso empresario radicado en Rosario.

Al lugar lo bautizó San Miguel, aunque los lugareños lo llamaron siempre castillo Monserrat. Es una réplica de los palacios moros erigidos en España en el siglo 19. En los arcos de ingreso está grabado San Miguel, tal como solían imprimir los moros en sus construcciones.

En 2000 fue adquirido por Carlos Merino, quien comenzó las tareas de restauración, lo convirtió en un espacio donde se realizan eventos culturales y que abre sus puertas sábados, domingos y feriados. Se puede recorrerlo y disfrutar de un almuerzo o de los jardines en ronda de mates.

Este sitio se solía usar como un espacio para realizar actividades culturales como ferias de arte y hoy se convirtió en un hotel que ofrece un hospedaje como en los cuentos de "Las mil y una noches".

Castillo Hotel Fábrega en Valle Hermoso

Su construcción data de 1870 y en el Siglo XX fue comprado y remodelado por una familia que ya pensaba en transformarlo en hotel. En 1930 fue adquirido por un inmigrante que continuó la ampliación, pero cerró sus puertas y estuvo 30 años sin abrir.

En el año 2002 la familia Fábrega Obrador El Castillo compro las ruinas de un castillo del siglo XIX, y las convertieron en el primer y único hotel 5 estrellas del país fuera de una ciudad capital.

Castillo de Mandl en la Cumbre

El hoy conocido como Castillo Mandl, fue originalmente construido por el arquitecto Emilio Maissonave a pedido del médico rosarino Bartolomé Vasallo, con el fin de ser utilizado como residencia veraniega, en 1930. Por aquel entonces todos lo llamaban "el Fuerte". Su estructura ostentaba  torres, contrafuertes, almenas, un cañón de utilería que custodiaba la entrada, y un busto en tamaño natural de Edelmira Quintana, la mujer del médico. La historia del lugar está colmada de leyendas.

En 1944 Lo compró el aristócrata, fabricante de armas, austríaco Fritz Mandl, quién había desembarcado en la Argentina buscando refugio de la peligrosa Europa.

Dueño de un espíritu de vanguardia, Mandl llevo a cabo una remodelación plena de modernismo para la época. Sus interiores tienen, el inconfundible sello del diseñador francés Jean Michel Frank, cultor del minimalismo en el siglo XX, de Diego Giacometti y mobiliario de la prestigiosa Casa Comte.

Así, fueron eliminados los elementos que lo caracterizaban como una fortaleza más que como una residencia, y se logró un estilo muy particular y de avanzada para los años 40. A partir de entonces lo visitaron numerosas personalidades europeas: nobles, políticos y militares pasaron temporadas allí mientras su dueño permaneció en el país.

Hoy el lugar funciona como un hotel en el que se ofrecen servicios de primer nivel como gastronomía de autor. 

Castillo de Wilkins en Tanti

Si bien este edificio era conocido como San Alberto, tomó el nombre del cantante puertorriqueño -conocido por su canción Sopa de caracol- cuando decidió adquirir la propiedad. Es el único edificio hecho totalmente de piedra en Córdoba y demoró 26 años en terminarse.

Cada torre fue cincelada a mano por 50 picapedreros de la zona. Hoy sigue siendo propiedad privada del cantante que, de vez en cuando, abre sus puertas para que la gente pueda visitarlo.

Castillo San Possidonio en Villa Allende

Este lugar fue construido por el arquitecto César Augusto Ferrari, quien nació en la ciudad de San Possidonio, en Italia. Es de estilo neogótico y fue construido entre 1932 y 1936. Tiene 12 dormitorios y 5 baños. 

En algún momento funcionó como restaurante y hotel. Hoy la propiedad está en venta y mantiene sus puertas cerradas aunque puede visitarse su fachada imponente.