Crítica

Madonna: de reina del pop a pordiosera de la industria

El video del nuevo single de Madonna junto a Maluma cosechó 5 millones de vistas en un día. Otro hit despachado bajo el dictamen del mercado, que muestra el progresivo declive musical de una estrella que marcó una era. El resquicio de una diva que perdió por completo el norte de la provocación.

jueves, 25 de abril de 2019 · 22:36 hs

En estos tiempos, para toda estrella del pop que haya superado la barrera de los 50 años, la estrategia del dúo o featuring con figuras del momento es uno de los caminos para lograr la supervivencia en los charts. La operación implica una transacción con beneficio mutuo: el ícono consagrado adquiere cierto aire de refresh, mientras que el novato puede alardear la conquista de codearse con la aristocracia del pop. En estos días llegó el turno de Madonna, quien la semana pasada presentó el single Medellín junto al colombiano Maluma, generando opiniones categóricamente divididas entre la fascinación y el repudio. A 24 horas de su lanzamiento en YouTube, el videoclip de este hit instantáneo ha sido visto por 5 millones de personas.

La maltrecha reina del pop y el gigoló latino ya habían tenido una aproximación en la gala de los MTV Awards 2018, y si bien varios medios han especulado con la idea de que la cantante, frecuentemente vinculada con la simbología de la élite Iluminati, ha encontrado en el macho alfa del reguetón y el trap una especie de discípulo a quien bendecir, lo cierto es que el dúo ha concebido una canción tan boba como pegajosa. Durante su larga residencia en Lisboa, Madonna había anticipado que su nuevo disco estaría envuelto en texturas de fado, un tipo de canción portuguesa en la que confluyen la melancolía, el fatalismo y la nostalgia. Muy lejos de esa impronta, la señora Ciccone, ahora devenida en Madame X, promociona su nuevo álbum que será editado el próximo 14 de junio con un single en el que queda sometida por enésima vez a los dictámenes del mercado.

En entrevistas recientes, la diva confesó que su estadía durante un par de años en la península ibérica estuvo atravesada por momentos de tedio y depresión. Ella se instaló junto a su familia en Lisboa por el anhelo de su hijo David Banda de convertirse en jugador profesional de fútbol, y ha pasado gran parte de su tiempo en rutinas cotidianas, como la de llevar a sus niños a la escuela, alejada de la agitada escena social y mediática que ha sido una constante en su vida. La sexagenaria Madonna parecía dispuesta a crear su primer material adulto en el que no estuviera forzada a sonar como una veinteañera crónica. Sin embargo lo primero que escuchamos en el single Medellín es una prosa que dice: One, two, one, two / One, two, cha-cha-cha / One, two, two, one / Two, one, cha, cha-cha-cha. A esa intro pronto se suman versos machirulamente malumeanos como: Tranquila, baby, yo te apoyo / No hay que hablarnos mucho para entrar en rollo / Si quieres ser mi reina pues yo te corono / Y pa' que te sientes aquí tengo un trono / Te gusta cabalgar, eso está claro / Si sientes que voy rápido le bajo / Discúlpame, yo sé que eres Madonna / Pero te voy a demostrar cómo este perro te enamora.

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April17, 2019 ?. @maluma

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Frecuentemente, fans y prensa especializada han catalogado a la ex Chica material como una artista de la reinvención. Lo cierto es que musicalmente ella siempre siguió las tendencias más vigentes, pero nunca fue una verdadera exponente de la innovación. Del coqueteo con los ritmos latinos de La isla bonita, al himno house Vogue, hasta el revival de la músíca disco con Hung up; cada paso de Madonna ha coincidido con los sonidos dominantes en los charts. Para originalidad y magia en la música popular, es más certero mencionar a íconos como Kate Bush y David Bowie. Lo de la artista nacida en Michigan ha tenido su brillo máximo en álbums tan atractivos y diversos como True blue, Like a prayer, Ray of light y Confessions on a dance floor. Pero en la última década, desde Hard Candy en adelante, lo que ha sonado es una versión cada vez más artificial y autotuneada de aquella pionera de la provocación.

En el afán de la eterna juventud, Madonna perdió el norte del desafío. O mejor dicho, no ha sabido cómo canalizar la rebeldía de aquella joven que bailaba entre cruces en llamas y jugaba mejor que nadie el ritual de la erotización. Esta Madonna de 60 años es un holograma de sí misma, que además de haber disuelto su impronta combativa, termina contradiciendo gran parte de su empoderamiento feminista aliándose con un macho latino que ideológicamente atrasa un par de décadas.

Hace un mes y medio, con cierto aire de nostalgia, la estrella celebró el 30 aniversario del polémico single Like a prayer, canción condenada por el mismísimo Juan Pablo II. Un escándalo a gran escala sobre el que no solamente se pronunció el Vaticano, sino que derivó en la cancelación de Pepsi  como patrocinante del Blonde Ambition Tour. Aquello de que los años dan sabiduría parece ser pura patraña para esta reina del pop en decadencia. Ella a esta altura podría desatarse de toda imposición del mercado, en lugar de mendigar por un hit. Habrá que esperar al 14 de junio para conocer el resultado total de Madame X. Por el momento, el single adelanto muestra a una Madonna cada vez más lacaya de una industria que logró torcer su corona.