Opinión

La vida secreta de tus mascotas 2: de gatas fumadas y conejos travestidos

Esta nueva propuesta de los estudios Illumination brilla cuando es fiel a su espíritu desenfadado y juguetón. En cambio cuando quiere incursionar en matrices propias de Pixar, luce un tanto forzada en su búsqueda de calidez y profundidad. Con ritmo narrativo trepidante y una imparable batería de gags, la película conquista suculentos ganchos de comicidad muy a tono con los tiempos que corren.

domingo, 14 de julio de 2019 · 19:38 hs

Tras ponerse al frente de la saga Mi villano favorito y de la anterior entrega de La vida secreta de tus mascotas, Chris Renaud, esta vez en colaboración con Jonathan del Val, potencia las premisas centrales de los estudios Illumination, compañía propulsora de éxitos a gran escala como Minions. Con un pulso narrativo trepidante y una intensa paleta de colores, esta película se abre a la aventura de una narrativa coral dividiendo a los protagonistas en tres líneas narrativas paralelas.

Por un lado, los adorables perros Max y Duke están procesando el hecho de que la familia a la que pertenecen se ha agrandado, y "su niño" (cualquier parecido con la saga Toy Story no es mera coincidencia), está en vísperas de ingresar al preescolar. Unos días de paseo en una granja, supondrán para esta dupla salir de la zona de confort del hogar neoyorquino, para entrar en contacto con una variada gama de animales que podrían transformar esos días familiares de campo en todo un desafío. De los tres hilos del relato, este es el que más tiende a la declamación discursiva , con moralejas como la de aprender a superar los miedos. La dupla perruna queda unos pasos detrás de los niveles de adrenalina y sucesión de divertidos gags que protagonizan las mascotas de las otras dos vertientes de esta historia.

Max pasa unos días de aprendizaje en una granja durante en una de las líneas narrativas de "La vida secreta de tus mascotas 2".

En ambos recorridos hay caninas empoderadas a cargo de vertiginosas misiones. Gidget en colaboración con la gata Chloe se arriesga a entrar un departamento repleto de felinos amenazantes para rescatar al juguete preferido de Max, que el perro protagonista le ha dejado bajo su custodia. En tanto que Daisy junto al conejo Snowball enfrentarán la valiente hazaña de salvar a un amoroso tigre de las garras de un siniestro dueño de un circo. A diferencia del didáctico mundo de la granja, aquí los momentos desopilantes se multiplican, y la película encuentra un aire desfachatado muy a tono con los tiempos que corren. Hay una escena en la que Chloe está literalmente fumada y otra en la que Snowball queda travestido en medio de un juego con "su niña". Las enseñanzas que recibe Max en el campo resultan un tanto demodé frente a bocanadas de frescura como la del conejo transformado en coneja en medio de un subidón lúdico. En una coyuntura en la que saludablemente se van naturalizando las opciones de que niñas y niños jueguen o vistan libremente según lo que sugieran sus impulsos, momentos como el mencionado son todo un ejercicio de refresh en el muchas veces conservador mundo del cine de animación.

Chloe protagoniza una desopilante escena bajo los efectos de una hierbas que fumó su dueña en "la vida secreta de tus mascotas 2".

La vida secreta de tus mascotas 2 encuentra sus mejores momentos mientras es fiel a su propio espíritu juguetón. En otros en cambio,  luce un tanto forzada en su búsqueda de una sensibilidad característica del universo de Pixar. Cuando cae en codas emotivas como las de un texto en off que habla de los cambiantes ciclos de la vida, se diluye un poco ese huracán de enredos y comicidad física propulsados por esta bombástica película. Si Illumination intensifica sus motores de desenfado, asumiendo que su lugar en el territorio del entretenimiento infantil no es el mismo que el de Disney, estaremos frente a una oleada de propuestas refrescantes que aunque no ganen en profundidad, funcionarán como recreación animada de este caótico y desopilante mundo.

The secret life of pets 2 / Estados Unidos / 2019 / 86 minutos / Apta para todo público / Dirección: Chris Renaud, Jonathan del Val